Número 033

Fragmento 4. El proceso.

 

Los diplomáticos estuvieron complacidos cuando el supremo número 033 puso su mano encima de la tableta y los nanobots tomaron una gota de su sangre del dedo índice, al mismo tiempo, que Armin, repitió el procedimiento, dejando una gota de sangre guardada en el sistema. Los dos testigos cumplieron su papel, acomodando sus dígitos en el apartado pertinente.

Había sido toda una disputa de horas y días el convencer a los diplomáticos de la nave madre tierra número dos para que accedieran a permitirles el encuentro con el 033. Poco se sabía de él, pero en todas las bases de datos estaba registrado que era el supremo con el poder más amenazante jamás registrado, pues estaba especializado en el ataque.

No estaban muy seguros de cómo nombrarlo, pero el supremo 033 podía crear explosiones, aunque, no se sabía si era la mejor forma de denominarlo, pues dichas explosiones podían no solo reventar algo, sino también desintegrarlo.

Ciertos objetos se volvían polvo ante un ataque suyo, aunque, era todo lo que se sabía.

Explorar la capacidad de sus poderes fue imposible porque él no quiso y cuando quisieron obligarlo, las consecuencias fueron muy poco favorables para los científicos. Por su naturaleza incontenible, el supremo número 033 fue encerrado en una nave prisión desde que tenía nueve años de vida, pero ya era todo un adulto en regla.

Armin sentía pena por él, los supremos en sí tenían vidas complicadas, era su alegría que el soldado número 032 hubiese podido mantenerse oculto y solo cuando estuvo frente de los Varoxianos develar su don innato. Fue tratado con más dignidad y respeto que muchos de los otros supremos.

Daven observaba a las personas, parecían contentos.

Lo había imaginado, debían de estar desesperados.

No estaba en conocimiento de muchos asuntos relacionados con las naves madre tierra, pero alguna cosa torcida debería de estar sucediendo si estaban tan exasperados como para acudir a él; aunque, en su defensa, lo que ofrecían no era malo del todo.

Podría salir de su encierro, hacía años que no veía otra cosa que no fuesen esas cuatro míseras paredes metálicas.

—¿Eso es todo?

Daven quería saberlo, porque estaban dentro de su habitación desde hacía una hora, él había leído a detalle el contrato y no había nada anormal, en realidad, se estaban deshaciéndose de él convirtiéndolo en un ciudadano Varoxiano.

Sospechoso, pero no había nada respecto a experimentos y él estaba muy bien con ello.

—Así es, supremo 033, cuando sus uñas de acrílico sean reemplazadas tendrá el contrato para revisarlo cuando quiera, en la siguiente hora una nave especial vendrá por usted y será dirigido al satélite donde será sedado…

—¿Sedado? —No le permitió acabar.

—Los Varoxianos se harán cargo de las drogas, no los humanos, puede estar tranquilo.

—¿Por qué debo estar sedado?

—Porque el campo de distorsión de Varox es pesado para los sistemas nerviosos de los humanos, entones, los Varoxianos han solicitado transportarlo en un estado de inconsciencia para disminuir los malestares.

Daven apretó sus labios, no contradijo, porque sí, podían dormirlo, pero no duraría demasiado, las drogas no funcionaban particularmente bien en él.

—Entiendo.

Armin se levantó y estiró su brazo con la mano abierta.

—Es todo un orgullo conseguir un acuerdo con usted, supremo 033.

Daven la observó sin emoción alguna.

—Puede irse, los dos obtenemos algo, ¿no? —preguntó, torciendo su boca—. No hay necesidad de fingir una amistad inexistente, mujer.

Armin encogió sus dedos primero y luego retrocedió, las puertas se cerraron dejando ver las espaldas que se desplazaban por la plataforma. Daven se recostó en el piso, cruzando una pierna.

¿Habría tomado la mejor decisión? Supuso que sí, no quería quedarse de por vida dentro de una nave, atrapado como una criatura salvaje. Sí, era salvaje, pero si podía salir de allí lo haría y que mejor a un planeta donde no se encontraría con los humanos.

Decían que había otro supremo, probablemente pudiese llevarse bien con él, tal vez, lo entendería.

En la hora acordada llegaron hombres con trajes NBQ de color blanco, solo se les veían los ojos a través del visor en sus caras. Le pusieron unas esposas de vibración, eran grises y las conectaba una corriente eléctrica fortísima, dichas esposas destrozarían sus manos si tuviese la idea de liberarse.

Tuvo curiosidad, se preguntó quién destruiría a quién primero.

¿Las esposas a él o él a las esposas?

No tuvo tiempo de cuestionarlo, pues fue subido conducido a una nave y luego a una cápsula de aseo. Una persona en el exterior desplegó una ventana azulada, tocó dos botones y entonces, su ropa se deshizo dejandolo desnudo por completo. Arrugó sus cejas, pero las personas estaban ocupadas en sus asuntos, no lo estaban mirando.

—Iniciando proceso de lavado —anunció una voz robótica.

El agua a vapor salió eyectada de pequeñas hendiduras en la zona superior, su cabello y cuerpo fueron mojados, luego dejaron caer jabón a presión en él, tuvo que cerrar los ojos para que no ardiese. Lo siguiente fue más agua, después hubo un vapor frío que mataba toda célula peligrosa, finalmente, turbinas de ventilación se abrieron y lo soplaron eliminando toda la humedad.



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En el texto hay: drama, aventura, alien

Editado: 10.11.2023

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