Es por eso que Victoria no era fan de conocer chicos y comenzar a salir.
Odiaba que se burlaran de ella, pero era imposible que no le gustara alguien. Dave tenia todo lo que a ella le gustaba, a excepción de su extraño cambio de humor que la hizo dudar sobre lo que pasaba entre ellos.
Victoria pensó que si ese lunes por la mañana lo sorprendía con un delicado beso, el ya no querría alejarse jamas de ella. Pero Victoria no podía ser mas estúpida, besar a Dave era perder completamente toda su dignidad.
Ese lunes llego un poco mas temprano de lo normal. Se sentó en un lugar cerca de la entrada para poder ver a Dave llegar y poder hablar con el lo mas rápido posible.
A Victoria le dolía pensar que Dave estaba jugando con ella, y si las cosas eran asi, ella mista tendría que poner fin a todo, aunque en la escuela y principalmente su clase la reconocieran como una chica fácil.
-Hola. -Escucho la voz de Dave frente a ella.
Victoria levanto la mirada sintiéndose muy débil. Mirar a Dave la hizo querer cambiar de opinión. Quería estar con el.
Dave se acerco a ella para abrazarla, pero Victoria no sabia si corresponder el abrazo que tanto espero ese fin de semana, asi que solo paso una mano por la espalda de Dave pero de forma desanimada.
-¿Que pasa? -Pregunta serio.
-¿Que hice para que estuvieras distante conmigo estos últimos días? -Dice sintiendo como su voz trata de quebrarse al salir.
-No has hecho nada pequeña. -Acaricia el rostro de Victoria. -Es solo que...
-¿Estas jugando conmigo?
Victoria tal vez se estaba adelantando a muchas cosas, pero no podía evitar decir todo lo que estuvo estudiando el fin de semana. Quería expresarse sin importarle que pensara Dave.
De todos modos, ya no tenia mas dignidad que perder.
-No, por su puesto que no. -Dice de inmediato.
Victoria observa hacia otro lado intentando concentrarse y no ser tan crédula antes sus palabras, por que no sabia si lo que Dave decía era verdad. Todo había pasando tan rápido no podía confiar en el, no lo conocía del todo.
-Tal vez estoy exagerando. -Se aclara la garganta. -Pero por favor, dime que es lo que quieres de mi y acabemos con esto de una vez.
Victoria tal vez no quería escuchar la respuesta, por que no sabia si iba ser lo que ella quería escuchar. Después de tanto tiempo ella se había encariñado con un chico, y el solo pensar que ella era solo un juego, le partía el corazón.