Nunca digas jamás.

Capitulo 3º Destino Cruel

Al día siguiente Scarlett se levantó muy ilusionada, mirando su maravillosa sortija, estaba en una nube, dentro de unos meses se casaría, tendría un esposo, todo lo que ella había estado, deseando siempre.

Su amiga Katy, es de su misma posición. tiene veinticinco años, morena, con el cabello negro largo hasta la cintura, y unos ojos de color azul mar, es alta y delgada, estudia la carrera de abogada, su padre es dueño de un Bufet famoso de abogados, Katy todavía está soltera y sin novio.

Scarlett no quería acabar como ella soltera y sin marido, aunque es su mejor amiga.

Bajó y fue a la cocina, allí había dos mujeres, hablando de sus cosas, cuando entró Scarlett.

—¡Que hacéis, hablando y sin trabajar! ¡Mi padre no os pagas para no hacer nada! ¡Moveos vamos! —Gritó Scarlett.

—¡Estamos trabajando señorita! Le estaba diciendo lo que tiene que hacer—contestó Lisset.

—¡No me contestes, grosera! ¡Eres como, tu esposo! Una contestona, mal educada¡¡Pero esto, va cambiar! —Dice Scarlett.

Los gritos de Scarlett se podían escuchar por toda la casa, siempre tiene que decir la última palabra, su madre estaba en el jardín sentada, tomándose un jugo. Cuando al escucharla, se empezó a reír.

Abigail, es la madre de Scarlett es una mujer, alta con el cabello rubio largo rizado, tiene los ojos azules, tiene cincuenta y dos años, todos los días va un rato al gimnasio para mantenerse joven, y con una hermosa figura, que parece una jovencita de veinte años, es una egoísta, mal educada, déspota, una mujer amargada.

Después de tener a Scarlett, Abigail unos años más tarde ,se quedó embarazada, estaba muy ilusionada con ese embarazo, era un barón buscado y muy deseado, la pareja siempre había querido tener más hijos, Abigail le encantaban los niños, estaban muy contentos, un barón que heredaría, todas las Boutiques de su padre, Abigail era una mujer, dulce y cariñosa, le gustaba pasear por el jardín, todas las mañanas salía a pasear, y coger rosas para poner en la mesa de la sala, todos los días por la mañana se pasaba por las cuadras para ver a su hermoso caballo blanco, lo llamaba Diamante, y lo miraba trotar por el campo, todo el mundo la quería, los trabajadores la querían mucho, sobre todo su Nani la mujer que la había criado, que ya era algo mayor, por lo cariñosa que era, una mañana se le escapo al mozo su caballo , cuando el mozo. estaba limpiando las cuadras, Abigail estaba paseando por el jardín tranquila, mirando sus rosas, se asustó... Cuando de repente vio a su caballo correr espantado como si hubiera visto algo, o alguien le hubiera asustado, estaba fuera control, el caballo salió, como alma que lleva el diablo, se fue hacia Abigail, se la llevó por delante, cayéndola al suelo y dándole un fuerte golpe, el mozo salió corriendo de la cuadra al ver a Abigail, y el empezó a chillar ¡Apártese, mi señora! Cuando llego a ella, Abigail estaba en el suelo, tumbada bocabajo, y con el vestido manchado de sangre... El joven llamo a su esposo y la montaron en el avión privado, y fueron rápido al hospital, no se pudo hacer nada por su bebe, perdió a su pequeño, pero el médico le dio una mala noticia…Que marcaría el antes y después, que eso la cambiaria para siempre.... ¡Jamás podrás, tener más hijos! Abigail en ese momento no podía creer lo que aquel medico cruel le estaba diciendo, y no hizo caso de sus palabras, paso un tiempo y vio que no se quedaba embarazada otra vez, y decidió ir a un médico prestigioso en New York, él le volvió a decir lo mismo…Y entonces cambio su carácter, y se volvió egoísta déspota, y ya jamás volvió a ser la misma, de dulce y cariñosa....

La mansión está situada en una, de la isla artificiales, de la Bahía vizcaína Star Island en Miami Beach.

La mansión está en un terreno de veinticuatro mil metros cuadrados, diseñada por un famoso Arquitecto, con vistas al mar. Tiene dos casas, separadas una para los trabajadores, la mansión es moderna, con seis habitaciones grandes con baño independiente, y cinco baños independientes más, son todos de lujo, con dos lavabos que son dos cabezas grandes de oro, tienen grandes ventanales, por donde entra mucha luz, desde el techo hasta el suelo, en todas las estancias ,cocina grande e industrial, un salón muy grande con una mesa para los invitados de doce personas, y gran comedor grande con concepto abierto, en una de sus salas tiene un bar, desde el comedor tiene unas vistas impresionantes a la playa, con gimnasio con sauna, un jacuzzi y una cabaña Spa, y una sala de masajes, una enorme piscina con sofás para tomar el sol, un gran hangar, con pista de aterrizaje para el avión privado de Liam.

Siempre iba a New York en el avión privado, hasta la oficina que tiene, desde allí controlaba todas sus Boutiques.

Scarlett iba a salir al jardín, cuando vio a Mateo.

—¡Hombre estas aquí! ¡Contigo me quería, cruzar yo! ¡No vuelvas, a meterte en lo que no te importa! ¡Y no se te ocurra, decirle nada a mi padre! ¡Entendido!¡Si no, me ocupare de que pierdas tu trabajó! ¡Pedazo, de inútil! ¡Y lo mismo, tu mujer esa sábelo todo! —Dice Scarlett.

Mateo no contesto ya la conocía, la había visto nacer, y sabía lo que era capaz de hacer, bajo la cabeza, y siguió su camino, fue hacia la cocina.

Mateo llamo a Lisset, su esposa.

Lisset y Mateo se conocieron en la casa, cuando entró a trabajar de niña, hace muchos años, es la encargada de cocina, y de que todo este limpio y en orden, es una mujer de estatura media, ojos marrones, de cincuenta años, regordeta y de cabello castaño rizado, un poco contestona y gruñona, pero con buen corazón, eso es lo que, enamoro a Mateo.

—¡Se puede saber, que le has dicho a la señorita! ¡Esta como una fiera! —Dice Mateo.

—¡Nos vio hablando a mí y a Camila! ¡Solo le dije! Que estaba diciéndole lo que tenía que hacer, tú sabes cómo es, siempre esta así ¡Pobre esposo! me da lástima, con lo buen muchacho que es. —Dice Lisset.




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