Habían pasado muchos años desde aquel trágico accidente, las secuelas quedaron no sólo en su piel, sino en su mente y en su pasado, un pasado que de alguna forma era como una maldición de la que nunca lograba librarse.
Para Kristal nada volvió a ser igual, la culpa y el remordimiento la convirtió en un ser silencioso, invisible y sobretodo antipático. No tenía amigos ni familia, ni siquiera hacía el esfuerzo por hacerlos.
Sus pesadillas eran cada vez más reales, más vivas y presentes, nadie podía calmarlas, si él ya no formaba parte de su vida y ahora sólo quedaba una única solución; o vivir de la manera miserable en la que lo estuvo haciendo o enfrentar su pasado para continuar de nuevo.
<<NOTA: Sean bienvenidos a esta melancólica historia llena de días tristes, donde la esperanza será lo último que se pierda para continuar luchando contra las potentes olas que arrasan con llevarse lo mejor de la vida>>