...Nunca estas sola.
En ese momento mi corazón dió un salto y comenzó a latir rapidamente; miré a todos lados buscando encontrarme con alguien, siquiera su sombra, pero nada. Dejé que el gato se fuera, y me quede sentada debajo de aquel árbol, pero de pronto la calle quedo en completo silencio, era como si el tiempo se hubiese detenido, y entonces escuche un susurro que me decía "Nunca estas sola", y seguido de él comencé a escuchar muchas voces, todas diciendo lo mismo.
Me cubrí los oídos y me tiré al piso, a lo lejos divisé la silueta del gato y pude notar sus ojos penetrantes mirándome fijamente.
¡Esto es una tortura! Ya basta, por favor ¡ya basta!. No me contuve más y comenzé a llorar, solo quería que todo se detuviera, en ese momento todo se calmo, ya no escuche nada, levanté la vista y el gato se había ido.
¡Es verdad! , ¡yo nunca estaré sola!, no mientras viva. Porque aunque crea que no le importo a nadie estoy equivocada, estoy segura que esta nota ha sido enviada por alguien a quien sí le importo... pero ¿Quién?
Hace un instante he quedado en que no puedo confiar en nadie... ¿acaso cometí un error?.
El gato no pudo ponerse por si solo la nota, alguien debió intervernir, debía averiguar quien fue.
Ésta noche no regresaré o quizás nunca.
Pienso en lo que pasé en casa, hace unas horas atrás; tal vez reaccioné de forma exagerada, me golpeo mentalmente por creer eso, ¡no!, fue lo correcto. Quien sea habría tenido esa reacción.
Esos ojos mirando a los míos sin pestañear, ese cuerpo frente al mío y aquel inolvidable rostro inexpresivo de mi...