Nunca fue mi culpa

Un cuadro de mentiras

Cuando tenía 9 años mi madre me llevó al hospital, cuando llegamos nos pasaron de inmediato al consultorio, me atendió una linda doctora, muy noble, salí después de estar hospitalizada mucho tiempo, vi a una chica con un uniforme blanco de la marina, riendo con otros militares, mi madre se agachó y me dijo:

- Ella es la misma doctora que nos atendió, ¿sabías que los hombres tienen que pararse derecho en cuanto la ven y mostrar respecto porque es una suboficial?

Lo primero que pasó por mi mente era que algún día debía ser ella. No sé si fue envidia o admiración, lo que tampoco sabía en ese momento era que con el paso del tiempo ese sentimiento de convertirme en esa chica seguiría presente.

Así fue, cumplí mi mayoría de edad y me inscribí en la armada, tomé un préstamo para poder ser suboficial, ya que se necesita dinero incluso para ir a pasar trabajo, soy una chica de 1,60, con pelo castaño, no soy muy flaca, pero tampoco muy gorda, una contextura media, que aparenta menos de su edad, así que no te voy a mentir, fue muy difícil adaptarme, los ejercicios, que me levantarán a las 4 am, el miedo a decepcionar a mi familia y el rendirme debido al dinero que debía no era una opción, siendo tan joven, el tener ese vacío en mi corazón y agotamiento físico, hacía los ejercicios mal, no era muy buena, pero me esforzaba cada día,

Un día lleno de mucho entrenamiento, escuché gritar a un militar que nunca había visto, diciéndome que lo acompañará a su oficina, imaginé muchos escenarios, me irían a despedir, seré una decepción para mi familia, o tal vez solo quiere hacerme insinuaciones, aunque eso es peor, el miedo se apoderó de mí,

Llegando a su oficina me quedé sorprendida, pues no esperaba encontrar tantas personas. Lo más extraño era que me miraban fijamente, me dio la sensación de que estaban esperándome.

Se me acercaron dos hombres, un coronel y un señor muy elegante, sentía las miradas de todos, de seguro estaba sonrojada, algunos parecían modelos, chicos de ojos azules, otros morenos y, altos con trajes eran chicos que jamás tendrían las manos tan descuidadas como las mías, aunque los que teníamos uniforme de militar estaban peor yo, parecían que acabarán de salir de la guerra.

Un coronel me dijo,
- Hola, soy el coronel Gutiérrez, te vi entrenando y realmente es evidente que no eres muy buena.

Otra vez llegaron los pensamientos intrusivos, van a despedirme y seré la burla de mi familia, tendrán la razón en que no sirvo para esto y para nada en lo que me esforzará, aunque la vergüenza me ganó y me hizo pensar cómo ese coronel es capaz de decir eso delante de tantas personas.

El coronel Gutiérrez me invito a sentarme, todos estaban en una mesa redonda, en silencio, me acomodé al lado de esas personas, luego me mostró imágenes y videos por medio de su laptop, de mujeres torturada, les hacían cosas que son difíciles de describir, tanto dolor me hizo llorar, la verdad me puso a plantear si realmente sufrí en mi infancia, lo que me pasó con ese profesor que me agarro fuerte restregó su miembro detrás de mi falda mientras trataba de huir, pero su fuerza no me lo permitía, ese momento, fue poco y solo fui una exagerada.

La verdad es que ningún dolor es poco, cada persona pasas por batallas diferentes, tal vez si las contamos en voz alta parece insignificante, pero solo nosotros sabemos lo difícil que es continuar y aprender con el dolor y tratar de vencer al miedo, y si te pones a pensar realmente siempre existe algo peor, hoy no comí nada en todo el día, y llega otra persona que te cuenta, sí, pero en África los niños mueren de hambre, siempre existirá algo que nos supera, el punto es que pase lo que pase, no importa si crees que tu batalla es muy pequeña, recuerda que la que está muriendo y sufriendo en esa guerra interna eres tú, no minimices tus sentimientos, no me refiero a que vivan lamentándose, solo quiero que sepas que si lograste pasar por eso que tú sabes que te causó dolor, puedes con todo.

El coronel me miró y me dijo:
- nosotros te queremos ofrecer que trabajes en el servicio secreto, como pareja de un hacker, él es un empresario que un día vio esa información de aquellas chicas mientras buscaba quien estaba entrando a su servidor, la verdad tú no estabas elegida en este trabajo, pero un compañero tuyo, no revelaremos quien es, en lugar de enviar la foto de la persona que si estaba acta para ese trabajo, envió tu foto por equivocación, él en medio de una situación delicada dijo que tú eras su pareja, para ser sincero no cumples con los requisitos, su trabajo era fingir que él tenía una pareja que sería una niña, pero tú no te ves como una niña, lo eres, ya que no tienes nada de entrenamiento y no sabes nada, nuestro objetivo era hacer parecer que eras lo más importante en su vida, eso solo significa una cosa y es que está en riesgo tu vida, la de tu familia, son personas muy peligrosas y es mejor capturarlos, por eso nos gustaría entrenarte personalmente, diciendo esto estás entre la espada y la pared, aquí están las hijas, hermanas de personas muy importantes, así que no creo que tengas que pensarlo.

Alguien dijo que no era la forma de hablarme.

El coronel me miró y respondió.

-No tienes opciones

Lo miré e hice lo que cualquier persona haría, salí de la habitación caminado muy rápido, empecé a correr y a llorar, entre a mi habitación a empacar mis maletas mientras lloraba, cuando el coronel me estaba diciendo esas cosas solo me quedé estática y no tuve tiempo de llorar, así que aproveche para hacerlo, no soy una persona fuerte, cuando se me enfrenta un problema, detengo mis lágrimas, busco un lugar donde no me puedan ver para llorar.

Mientras estaba empacando las maletas, llegó un militar, me pasó un sobre: eran fotos de mi familia, mi casa, todo lo que hacían en el día.

Él dijo.

-el coronel pudo ser rudo, pero en algo si tenía razón, tu familia está en peligro, el estado no les brindará seguridad si renuncias, las cosas ya están hechas, esa persona creen que eres lo más importante de alguien muy importante, no puedes hacer nada para que dejen de pensar que eres importante para ese chico y te empiecen a amenazar por él, lo único que puedes hacer es seguir con esto.




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