Nunca fue mi culpa

Aprender

mayor se enteró de lo que había pasado por mi boca, ya que ninguno de mis compañeros era capaz de decírselo. No era por miedo, sino porque no eran capaces de ver la decepción y tristeza de alguien a quien respetaban y amaban. Ya no éramos solo compañeros, éramos una familia. Nos teníamos unos a otros y estábamos dispuestos a hacer lo que el mayor quisiera. Pero cuando le conté a mi jefe, él solo pensó en hacer justicia por sus propias manos.

Fue su mejor amigo quien le hizo eso a su novia y le mostré la evidencia. Sus ojos, su cara, todo se enrojeció y pensé que iba a ser algo malo. Pero solo rompió en llanto y me abrazó. Quería decir algo, saber qué decir, pero supongo que a veces solo quieres un abrazo y dejar quebrarte sin necesidad de que te digan lo que ya sabes.

Él paró de llorar y le dije que iba a traer agua con azúcar y unos tranquilizantes. Fui a la cocina y cuando regresé, ya no estaba.

El mayor no actuó como un mayor general, sino como un hombre que estaba destrozado y cegado por la venganza. Fue a donde su amigo, entró a su oficina.

Su amigo le iba a dar un abrazo cuando llegó y le realizó una llave. En el suelo, lo golpeó una y otra vez. Llegaron los guardias y también los golpeó. Tres hombres trataron de detenerlo, pero él se soltaba y volvía a golpear a su amigo, que ya estaba noqueado. Tuvieron que detenerlo entre 8 hombres y eso fue porque un guardia lo electrocutó. Dejó a su amigo con parálisis cerebral por tantos golpes en la cabeza. Él se enfrentó a un juicio y, como tenía tantas influencias, pudo salir impune. Pero luego volvió al hospital y los guardias lo detuvieron, así que los amigos del mayor de alto rango lo encerraron en un manicomio, al menos mientras tratara de no matar a su ex amigo.

Quedó Felipe mandando el equipo y, mientras decidían qué hacer con nosotros, mis compañeros decidieron tomar toda su energía entrenándome.

El mejor amigo secuestró chicas al azar para que no sospecharan, y las chicas que él tenía no eran las mismas que tomas había encontrado en su laptop siendo torturadas. Así que quitaron al mayor del caso, y a mí también, debido a que solo sería un estorbo, ya que mi presentación a la sociedad terminó en mí en el suelo. Así que nos mandaron al campo y eso fue lo que ocupó mi vida durante muchos meses. Ya no había vuelto a ver a las chicas. Me hice más cercana a los chicos, tal vez era buena peleando, en eso era lo único. Así que uno de los intentos de los chicos me llevó donde unos delincuentes, bueno, así les decían por qué hackeaban, pero no de una forma legal. Mis compañeros, a pesar de ser militares, no seguían las reglas. Ellos solo se dedicaban a rescatar chicas, los otros problemas en el mundo no les interesaban, así que eran amigos de las peores personas.

Los hackers eran buscados por todo el mundo, incluso por el propio tomas. Ellos eran sus enemigos número uno, y mis compañeros me llevaban para que me enseñaran y los superara, incluso a ellos mismos. Me dejaban medio día, todos los días.

Eran tres chicos y parecía que tenían su propia organización. Eran ricos y a mí me parecían tiernos. Algo que sí tenían era que eran muy inteligentes y mis compañeros querían que fuera mejor que ellos. Todos me cuidaban y al mismo tiempo me trataban como uno más, a pesar de las humillaciones y el tiempo que pasaba arriesgando mi vida, me sentía muy conforme con ella. Por fin era alguien y tenía un propósito. Dejé de procrastinar, era la chica que siempre quise ser y obtuve un carácter más fuerte.

Ellos me enseñaron cómo manipular a los que me rodean y utilizaba sus trucos incluso en su contra.

El tiempo que pasaba con los hackers era muy interesante; ellos se daban sus lujos y me trataban como a una niña, enseñándome a disparar y a hackear. Gané tanta confianza con ellos que me enseñaron cómo robar dinero y entrar a cualquier dispositivo. Incluso me mostraron las conversaciones que Tomás tuvo en el momento en que fui a ese evento con él. La conversación fue la siguiente:

Un chico que no conozco le dijo: ""¿Qué haces con esa estúpida?" Tomás, te aseguro que coge bien."

Los hackers ricos eran unos revolucionarios; en ese momento estaban tratando de encontrar información sobre los amigos de Tomás y, curiosamente, escucharon la conversación. No quiero decir que hackeaban a los amigos de Tomás cada dos segundos, pero la verdad era algo así. Así que medio día lo pasaba con ellos y el otro mediodía estudiando, ya que mis compañeros decidieron pagarme la universidad para ser psicóloga. Ellos decían que era para saber cómo tratar al mayor cuando regresara, pero era una excusa para no aceptar que se habían encariñado tanto conmigo hasta el punto de pagarme los estudios.

Todo iba bien en mi vida hasta que decidieron revisar lo que estaba haciendo mi grupo y los mejores militares del servicio secreto se enteraron de que no estaba en operativo solo por cuidarme.

Luego llegó otro mayor, un gordito enojón y gritón, hasta que Rodríguez dejó de tener su incapacidad. Yo los estaba dirigiendo y, si se han dedicado todo este tiempo a entrenar a Oviedo, y como sale registrada como una suboficial, vamos a darle su primer operativo, ¿no? Oviedo, empaca tus cosas, me gritaba ese mayor.

Así que empaqué mis maletas asustada y Felipe y Alejandro empacaban algunas cosas que me habían comprado.

Alejo me dio un llavero de peluche y me dijo: "Ese peluche tiene una cámara, así que no lo pongas cuando estés en el baño. Recuerda que no todos los hombres no son como nosotros, así que procura no usar prendas cortas. Suena cruel, pero en el mundo existe mucha maldad y tú eres fuerte pero inocente. No estaré vigilándote siempre, así que si te sientes en peligro, solo aprieta el peluche y se activará una alarma y eso significará que tendremos que ir por ti."

Y yo, ¿qué tengo que hacer?

Felipe me dijo: "Vas a cuidar a un chico que se dio cuenta de que su amigo tenía videos comprometedores con niñas y lo acusó. Puede que lo veas como un héroe, pero para nosotros es considerado como un traidor. Entraron a su casa y lo instaron a asesinar. Él sospecha que fue alguien de su propia familia, y el militar que le mandaron no sirvió de nada. Él está en Italia, y te preguntarás qué harás en otro país. Pues su amigo era colombiano y lo delató a las autoridades de este país, así que es nuestra responsabilidad. Él dirá que te adoptó."




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