Las ambulancias que van a toda velocidad, las sirenas sonaban por todos lados, los gritos por ayuda iban cesando, algunos ayudaban y otros simplementes ignoraban la situación del caos.
El tráfico era un caos, los policías de tránsito hacían todo lo posible por controlar la situación del momento, los especialistas ya habían empezado a realizar su trabajo, para que lo antes posible se llegue a descubrir la persona que se había atrevido a realizar esta gran hazaña.
A veces la vida puede dar un giro y cambiar muchas cosas, momentos donde somos felices y otros donde simplemente no, la realidad de la vida es que tenemos un ciclo; nacemos, crecemos, nos desarrollamos, nos reproducimos y... morimos.
Un día a muerte le preguntó a la vida:
¿Porque a mí me odia todo el mundo y a ti todos te quieren?
La vida le respondió:
Porque yo soy una dulce mentira y tú eres una triste realidad.
Y desde ese momento muchas cosas incomprensibles se lograron comprender, hay veces donde la muerte llega sin avisar y sin ser su momento, se lleva a más personas buenas que malas.
La vida es pasajera, corta, no perdura y hasta puede terminar en un pestañeo. Nunca nadie sabe si nace con algún propósito, o si hay que encontrarle algún sentido, simplemente...¿Porque no vivimos y ya? Sí, vivir la vida, por muy absurdo que suene. Solo olvidar la tonta idea del porqué y para qué naciste.
Ignorar y botar todo lo que nos reste y tener en cuenta que la muerte se puede llevar a personas que queremos y nos importan, personas cercanas a nosotras o nosotros.
La muerte se llevó a la mujer que amo, pero el destino fue el primero en separarnos para darme a entender que Nunca Hubo Un Nosotras.
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Editado: 07.03.2025