Riley está trenzándome el cabello mientras ayudo a Ayla a cambiar a su nuevo bebé. Si fuera por mí le estaría enseñando otra cosa más interesante que cambiarle el pañal a un bebé de juguete, sin embargo, Ayla ama los bebés.
Termino de colocarle el pañal.
—Listo, Ayla, bebé listo. —se lo enseño.
Ella lo agarra y lo observa, luego lo abraza con ternura y me brinda una sonrisa.
—Bebé listo, tía Mil.
Me muero de amor cada vez que me dice tía Mil. La pequeña tiene dos años y medio y es tan inteligente como sus padres.
—¿Quieres cambiar otro bebé o quieres que Riley te trence el cabello?
Ella mira a Riley.
—Puedo trenzarte el cabello, Ayla, como estoy haciendo con la tía Milka.
Ayla mira mi cabello y asiente.
—Yo quero. —se sienta a mi lado esperando su turno. Su carita de emoción me mata de amor. Es demasiado tierna y me alegra que no tenga ningún parecido a su padre biológico. Si bien, también es algo malcriada por su padre, sus abuelos y sus tías.
Cuando Riley termina conmigo, comienza a hacerle trenzas a Ayla, quien se queda quieta sin decir nada. Miro mi cabello en el espejo y sonrío.
Vaya, la niña acaba de cumplir seis años y tiene talento para los peinados. Ni yo sé hacer estas trenzas.
—Me encanta. Gracias, Riley.
—De nada. Mamá me enseñó.
Belle aparece con una bandeja de sándwiches y bebidas, la cual deja en la mesita de la sala. Ella no cocina, su esposo se encarga de la comida y cuando él no está, Belle hace unos sándwiches para matar el hambre.
—La hija de tu esposo tiene talento. —le comento a mi amiga tomando un vaso de jugo y pasándoselo a Ayla, ella bebe un trago y yo le doy a otro trago.
—Sí, Riley sí. Su madre le enseñó bien. Hablando de madres—gira hacia Riley—. Cielo, tu madre preguntó si quieres quedarte a dormir aquí con nosotros o quieres que Jordan venga por ti.
—Me quiero quedar aquí, Belle. Papá dijo que podía.
—Claro que puedes. La llamaré y le informaré.
Tomo asiento y agarro un sándwich porque muero de hambre. Siempre tengo hambre. Y observo a Belle hablar por teléfono con Rhonda, la madre de Riley. Es increíble ver a mi mejor amiga felizmente casada, cuidando de la hija que su esposo tuvo con otra mujer y siendo amiga de esa mujer. Todavía es raro saber que la madre de Riley está casada con otro hombre y tiene un hijo con ese hombre mientras que el padre de Riley está casado con mi amiga y ella está embarazada de él. Riley va y viene entre la casa de su madre y su padre sin problemas. En la última navidad, todos estuvieron juntos celebrando. Aunque es bueno que haya buena relación entre todos y sean una gran familia.
Belle finaliza la llamada, le dice a Riley que mañana a la mañana Jordan vendrá por ella después del desayuno y le pide que termine con las trenzas de Ayla porque Blue está de camino a recoger a su hija.
Mi amiga toma asiento y agarra un mini sándwich.
—Bueno, ahora que las niñas están ocupadas y antes de que lleve Sven, dime que pasó con Kenny. Blue me dijo que los encontró en una situación intima en el armario y tú en ropa interior.
Y yo queriendo borrar ese momento y aquí está mi mejor amiga para recordármelo.
Con mis dos mejores amigas puedo hablar de lo que sea sin secretos, sin embargo, Kenny es una cuestión delicada porque es el mejor amigo de Blue y el primo favorito de Belle. Yo sé que ambas me quieren ver con él y si les digo que él me gusta más de lo que otro me gustó, ambas querrán hacer de cupido y yo quedaré en vergüenza otra vez.
—Nada. Yo estaba histérica por causa de mi claustrofobia, tenía hambre, así que no podía pensar en nada, él me decía que respirara y pensará en otra cosa, no podía y entonces me besó. No fue la gran cosa. Era besarme o darme con algo en la cabeza para desmayarme y dejar la histeria porque Blue no respondía.
Mi amiga arquea una ceja.
—¿Vas a seguir negando que Kenny te gusta?
Suspiro.
—¿Sigues con eso? Blue igual. Kenny parece guapo, admito que me gustó, pero yo a él no y lo superé. Prefiero no tocar el tema porque ya pasé vergüenza con él cuando fue a rescatarme por pedido tuyo y ayer volví a avergonzarme con mi claustrofobia.
—Tal vez el beso despertó algo. Estoy casi segura que le gustas a Kenny y si no hizo nada fue porque creía que estabas interesado en Josh. No lo estás y…
—No, Belle, ya deja de hacerte la fantasía. A Kenny no le importo. Si me ayudó fue porque él es así. Confórmate con que Blue se haya casado con tu hermano.
Belle suspira y la conozco para darme cuenta de que quiere seguir pinchándome con el tema, pero yo no quiero. Ya tuve suficiente de Kenny en estos días.
El beso que me dio Kenny fue porque ya no sabía que hacer para calmarme, si se hubiera significado algo, no me habría dejado huir o me hubiera escrito un mensaje, sin embargo, brilló por su ausencia.