Sonrío por el mensaje de Milka. Me siento idiota por ver que me puso un corazón.
No estoy seguro que fingir ser su novio frente a sus compañeros de trabajo sea buena idea, pero es una forma de estar cerca de ella porque soy muy cobarde para confesarle mis sentimientos por temor a ser rechazado. No es una mujer que no podré ver más, no cuando es amiga de mis primos.
Milka me desea, lo sé por la forma en la que mira mis labios y cuando corresponde a mis besos y su cuerpo está dispuesto a entregarse, pero deseo no es lo único que quiero de su parte. Ya mis sentimientos empiezan a aclararse un poco más y puedo ver que no solo es atracción lo que siento por ella, lo supe cuando la llevé a su casa la otra noche y hablamos, confirmando que es una mujer divertida, leal e inteligente. Me gusta su sentido del humor y es entendible por qué logró entablar una amistad con Josh y Triana, ambos son máquinas de bromear.
Quiero una oportunidad con ella e invitarla a salir es correr el riesgo de que no acepte y acostarme con ella es hacerle creer que es lo único que busco, así que, me agarraré del noviazgo falso para tenerla cerca, para conocernos sin impedimentos y luego, cuando esté por completo seguro de mis sentimientos y tenga esperanza de que ella desee renunciar a la soltería, le diré lo que siento.
Josh ya me dejó el camino libre, así que no debo preocuparme por generar problemas con él. Belle y Blue están ansiosas por verme con Milka. La segunda disimula un poco mejor que la primera.
Solo queda esperar que el tiempo haga lo suyo. Mientras eso sucede, podré disfrutar de sus labios. Claro que tendré que evitarlo con mi familia porque a ellos no podría mentirles y no quisiera que se ilusionaran y terminar fracasando. No descarto el fracaso en mi plan, nunca se sabe que pueda pasar.
Fuera de mi familia, Milka es mi novia y eso es una ventaja para impedir que otros hombres quieran acercarse a ella.
Aunque dentro de una semana Liam y Drago estarán de regreso para seguir ocupándose del hotel de Sidney y a mí me tocara viajar a algún otro hotel, podré irme con algo más concreto con Milka, esperando que ella espere a mi regreso y no piense que la distancia sería un problema… No había pensado en eso.
Bueno, no me voy a adelantar al tiempo. Tengo que ir un paso a la vez.
La recepcionista del hotel me avisa que la nueva asistente acaba de llegar. Se supone que será la asistente de Liam, y mía cuando yo esté a cargo de este hotel. Mi primo nunca quiso asistente como tenía el tío Drago, pero desde que Blue se embarazó por segunda vez, él quiere apoyo para pasar más tiempo con su familia y nadie puede culparlo.
Por suerte no tengo que entrevistar a nadie, la de recursos humanos hizo el trabajo, yo solo debo asegurarme que sea la persona correcta para el puesto y guiarla en su trabajo hasta que Liam regrese.
Le digo a la recepcionista que la haga pasar a la oficina y atiendo la llamada de mi hermana Oriana.
—Hola, Ori. ¿Todo en orden?
—Hola. Sí. Quería saber como estás.
Me quito la corbata y estiro las piernas.
—Bien, trabajando, ¿y tú?
Mi hermana Oriana y yo solíamos ser muy unidos, ella es un año mayor que yo y crecimos prácticamente juntos. En la adolescencia ella comenzó a tener amigos mientras yo me quedaba con mis primos. Luego me fui a estudiar a la universidad, me integré a los hoteles y la conexión que teníamos se rompió.
Siempre me pareció raro que Liam y Belle, teniendo seis años de diferencia y con carreras diferentes, pudieran ser tan unidos. Ellos son amigos además de hermanos y el lazo se hizo más fuerte después de que Liam se enamoró de una de las mejores amigas de su hermana. Sin embargo, mi lazo con Oriana se debilitó y se quebrantó cuando ella tuvo una relación pasajera con un tóxico que solo quería sacarle dinero, y a ella le costó ver esa realidad, peleándose con casi toda la familia para defenderlo a él. Al final, abrió los ojos gracias a papá y lo dejó. Me pidió perdón por no confiar en mí y arregló las cosas con nuestros padres luego de tratarlos mal, en especial a papá que solo quería su bien. Claro que la perdoné porque es mi hermana y todos cometemos errores, aun así, no volvimos a ser los hermanos de antes. Hablo más con mis primas Belle y Triana que con mis propias hermanas, aunque mi hermana menor Bonnie es muy independiente y anda en su mundo.
—Igual. Una de las señoras nuevas del club comenzó con su rehabilitación de rodilla y es muy testaruda—ríe—. Cuestiona todo y debo tenerle paciencia porque es una mujer que está acostumbrada a hacer todo por su cuenta y odia estar limitada.
Sonrío.
—Tú elegiste ser fisioterapeuta. Es lo que te toca.
—Es cierto… Vendrás al cumpleaños de Triana. ¿Verdad?
—Sí, iré el sábado. ¿Por qué?
—Pensé que el sábado, cuando llegaras, podíamos hacer algo nosotros con Bonnie y nuestros padres. Solo los cinco.
—¿Ah sí? ¿Cómo qué?
—Almorzar por ahí e ir al cine, o almorzar en casa de nuestros padres y hacer una tarde de juegos como las de antes.
Sonrío con nostalgia.
—Sí, podríamos. Me sorprende que quieras que hagamos algo. Ya hace tiempo que no lo hacemos. Cuando he ido tú estás ocupada y Bonnie en sus cosas.