Nunca Me Olvides

Capitulo siete: Mar Adentro

Aldana abrazó a su primo con una fuerza descomunal. Se excluyeron a unos centímetros, ella con una sonrisa brillante y radiante lo admiro. Solamente paso un año y ella lo noto más fornido y de gran altura. Sus ojos marrones relucían, acompañando con la luz del sol, de un hermoso día caluroso en Mar Adentro. La gente pasaba a su lado, los chocaba y ellos no se decían palabras, solo quedaron frente a frente. Aldana no se contuvo, desde hacía mucho que no sentía esa felicidad abrumadora y lo abrazo con ternura nuevamente. Ángel, sabía por lo que estaba transitando y la abrazo con más rigor. Ella, se separó despacio y se llenaron sus ojos de lágrimas.

-Lo lamento- dijo Aldana, arrebatando pequeñas lágrimas de su rostro- estoy muy sensible- declaró un poco avergonzada- Las semanas anteriores no me resultaron fáciles de sobrellevar con mis emociones. Es como que están a flor de piel, no puedo controlarlas.

-No te preocupes Aldi, yo entiendo.

-Andrés ¿te contó?- le expuso aún más avergonzada y desvió su rostro-

-Hey- el atrajo su rostro- no te avergüences. Vos no hiciste nada, estas cosas pasan. Que suceda es una mierda, perdón, si sueno ordinario. En las relaciones, no todo es color de rosa y menos en la adolescencia. Pero, no te avergüences, él se lo pierde. Y contestando a tu pregunta, sí. Me relato lo que paso entre vos y Leonel. No muy detallado-le confesó- Sé que…

Aldana soplo, inquieta respecto al tema.

-No importa que me contó, acá te despejaras. Puedo asegurarte. Si querès hablar del asunto, estoy para escucharte. Sino querès hablar, no lo hagas. Se hará lo que dispongas, sos la invitada. Sabes que sos como mi hermana y estoy para lo que necesites.

Sonó su celular, con el dedo le indico que espere un momento y se alejó unos pasos de Aldana. Ella, a medio sonreír, asentó con la cabeza.

Ángel, echo un vistazo al celular, Andrés llamaba. Pensó, que seguramente querría saber si su hermana llegó sana y salva. Su familia cuidaba mucho de ella y sin miramientos atendió...

-Primo, dime que deseas- contestó, bromeando en tono halagador-

-Ángel- afirmó Andrés severo- necesito que hagas algo por mí.

-¿Qué sucede Andrés?- se asustó al escuchar la seriedad en la voz de su primo-

-Necesito que te deshagas del celular de Aldana- replicó ordenándolo-

-¿Qué?- preguntó desconcertado- ¿de qué hablas?- respondió en un tono más tranquilo. Calculando que bromeaba ante semejante pedido- ¿Es una broma?

-¡No estoy bromeando! Necesito que ella no tenga su celular. Mi mamá y yo nos comunicamos con vos, o le decís que ella se comunique desde tu teléfono. ¡Como sea, necesito que te deshagas de ese celular!

-Pero, ¿cómo querès que se lo saque? - luego de unos minutos pensativo hablo-¿es una broma Andrés? por qué no la interpreto - recalcando la última palabra-

-No, no es una broma - luego de un suspiro intenso. Andrés, trato de simplificar, resumir el panorama. Mientras, Ángel le sonreía a Aldana, al escuchar lo que estaba sucediendo, trataba de disimular. Al finalizar, comprendió todo el embrollo que aconteció – y lo peor de toda la situación… Fernanda está embarazada.

-¡Jòdeme! –Aldana le echo una mirada y el carcajeo, apretando una de sus orejas- ¿es de Leonel?- carcajeo exageradamente. Los nervios le jugaron en contra, producidos por la noticia-

-¡Que malo que sos para encubrir una noticia Àngel! ¡Deja de reírte!

-Cuando me pongo nervioso me río, y semejante noticia no es fácil de digerir. No sabes lo que soy en los funerales. Paso una vergüenza…

-Àngel, enfócate. ¡Por dios!

- ¿Es mi hermano?- le interrumpió Aldana, con su rostro iluminado-

Àngel, trató de articular palabra y luego de varias morisquetas, que desfiguraban su rostro.

-Àngel, ¿estás bien? – Aldana, preocupada por sus gestos desconcertados-

-Sí, sí. Espera un segundo Aldi-él, le dio la espalda y se distancio- ¿es de Leonel?- pregunto en voz baja-

-Ella dice que sí. Y él no tiene ni idea de nada, está perdido con la noticia, ni sé que hará y es lo que menos me importa. Me preocupada Aldana. Fernanda es una víbora. Sé que la llamara para decírselo. Tenes que sacarle el celular.

-¡Que estúpido! ¿Cómo pudo hacerle eso a Aldana?- luego de unos segundos, con voz seria le respondió- no te preocupes. Veré como haré para arrebatárselo.

- Bueno, confió en vos. Quiero que disfrute, que no sufra. Cuando regrese, tengo fe de que se olvidara de Leonel y no le caerá tan mal la noticia.

-No creo que se lo tome bien, Andrés. Por más que lo olvide, estamos hablando de un bebé.

-Lo sé, Àngel. No soy idiota. Pero, apartada de aquí… será más fácil.

-Estamos mintiendo. Ellos dos le mintieron y ella no lo tomo bien.

-¡No podes comparar! Es por su bien.

-No deja de ser una mentira. No es mejor ¿que se lo diga?

-¿Y arruinarle las vacaciones? No, no. Espera un poco, después se lo revelas.

-No estoy de acuerdo. Pero… Vos sos su hermano. Si crees que es lo mejor para ella, lo aceptó.

-Gracias Àngel, por favor, cuídala - exhalo atosigado Andrés-

- Veré que puedo idear para deshacerme del celular.

-Ok- Andrés, al escucharlo, se tranquilizó un poco- ella, ¿está bien? ¿Llego bien?

Ángel, la observo a Aldana radiante y llena de luz. No quería que su estadía sea desdichada, ni angustiosa.

-Sí, está bien. Creo que contenta, serena - alegó con una media sonrisa en sus labios-

-Gracias por todo Ángel. Después te llamo. Tengo que solucionar un asunto.

-Sí, me imagino... Leonel.

-Sí, Leonel- dijo Andrés enfurecido- iré a su casa para saber que no le contara por ahora a Aldi. Hablamos luego y gracias.

-Ok, dime como sigue la historia , no me dejes en ascuas. Saludos a la tía y no cometas alguna estupidez, primito. No le pegues, controla la furia. Hablando, por más escoria que sea, la gente se entiende. Si vas por las malas, se empecinará y como sea se acercará a Aldi.




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