Allyson.
¿Será que él de verdad esta salieron con alguien más o solo son ideas mías?
Puede ser que este equivocada, o que este pensando cosas que no son. Pero, es que ese mensaje...
¡Aggh!
A veces me odio por quererlo tanto.
La cena de navidad fue... medio agradable. Ni siquiera sé si le gustó mi obsequio. No era nada costoso como él y su familia acostumbran, pero era algo que me nació darle.
Mamá me ha enseñado qué el valor de las cosas no se mide por cuanto cuesta, si no con la intención de ellas.
Espero que Ryan lo entienda.
La cena de año nuevo fue monótona. Parece ser que Ryan no acostumbra a festejar este tipo de cosas. Toda la tarde estuvo en el jardín trasero, sentado frente a la piscina. Mamá intento convencerlo qué entrará y estuviera con nosotros, pero no accedió. Contrario a navidad, sus padres no estuvieron aquí; tal vez se debió a eso su actitud.
En cuanto dio la media noche del primero de enero, fui a darle un pequeño abrazo. No me lo devolvió, y me pidió que lo dejara solo. No insistí, e hice lo que me pidió. Más tarde, pude sentir como entro en mi habitación y durmió a mi lado.
No me queje. Si quería hacerlo, estaba bien. En esos días estuvo muy callado, y serio. Ni siquiera me hacia problemas por nada, ni cuando por accidente rompí una de las macetas de su madre. Solo se fue y regreso con una idéntica para reemplazarla.
Yo había regresado a clases hace unos días, y el me acompañaba hasta la puerta del colegio sin decir palabras.
Estaba muy calmado. Nunca lo había visto así.
—Nana, ¿sabes que le sucede a Ryan?—le pregunté entrando a la cocina.
—No, querida. ¿Por qué lo preguntas?
—Ha estado demasiado serio.
—Sí, también lo he notado—dijo terminado de bordar un bolso que le pedí.
Ramona tejia, y bordaba muy lindo. Cuando vi su bolso del supermercado me fascinó, y le pedí que hiciera lo mismo con mi bolso del colegio.
—¿Habrá pasado algo con sus padres?
—No sabría decirte, siempre para estas fechas se pone de este humor. Pero ahora ha durado mucho tiempo. Solo suelen ser la semana de navidad y año nuevo.
—Algo le sucede.
—Te preocupa ¿cierto?
—Por supuesto que me preocupa, a pesar de nuestra situación yo lo quiero mucho. No se si aun sea igual lo que el siente por mi, pero yo si lo siento aún.
—Estoy segura de que el también te quiere—toma mi mano—, solo que Ryan no sabe manejar muy bien sus emociones aún.
—¿Así ha sido siempre?
—Sí. No lo justifico, pero yo he estado con el desde pequeño. Crecer con la familia que le tocó, no fue fácil.
—¿Tan mala era Sophie con él?
—No fue una buena madre, a Ryan no le daba todo lo que Clint, y no me refiero solo a lo material.
—Es decir que ¿no lo querían?
—No como a Clint.
No me lo imagino. Mi madre siempre ha sido linda y amorosa conmigo, y ni hablar de mi padre. Ellos me han dado todo el amor y cariño de sobra. Nunca me tratarin mal y siempre han estado para mi, y para lo que necesito. No comprendo como una madre no puede querer a su propio hijo. Es inhumano.
—No puedo siquiera imaginar que es lo que siente.
—Fue difícil para el, creo que sigue siendo difícil.
—Por eso es así—murmuré.
—He tratado de darle todo el amor y cariño que su madre no, pero no importa cuanto intenté serlo, jamás podré reemplazar el lugar de su madre—suelta un suspiro largo, como si estuviera recordado algo que la pone triste—Cambiemos el tema, ¿que tal el regreso a clases?
—Normal, todos mis compañeros siguen siendo unos engreídos, a excepción de Katy, claro—hago una pausa recordando lo que iba a pedirle en cuanto llegue—Nana, hay un chico nuevo en mi clase.
—¿No es engreído como los demás de tus compañeros?
—No, él es diferente—sonreí ante el recuerdo—. De hecho, los demás se burlaron de él porqué logró obtener una beca completa por parte del instituto.
—Adivino, no es del nivel social que tu y tus compañeros.
—No, no lo es. Kat y yo le defendimos de unos chicos en el almuerzo que lo estaban molestando. Es un poco tímido. Lo invitamos a que almorzara todos los días con nosotros.
—Eso es un gesto muy lindo.
—Si..., uno de los profesores nos dejo un trabajo en parejas, tenemos que trabajar juntos todo el bimestre hasta los exámenes.
—Y te toco con él.
—No precisamente, éramos Katy y yo. Pero el se quedo sin compañero y decidimos incluirlo con nosotras, el profesor estuvo de acuerdo que seamos tres. Pero..., tendremos que juntarnos varios días fuera de clase.
—Oh, entiendo a donde quieres llegar. Quieres que hable con Ryan, para que te permita salir.
—Si, vez que se ha vuelto muy controlador y no quiere que salga de aquí excepto para el colegio.
—Hablaré con el, no te preocupes.
—Gracias, nana—le doy un abrazo seguido de un beso en la mejilla.
Manu esta preparando la comida del día de hoy, huele demasiado bien. Me acerco hasta a ella, a una distancia prudente para poder observar sus movimientos, y evitar cualquier accidente.
La madre de Ryan ha dicho que debo ser yo quien prepare la comida del día a día, y una vez lo intente y casi incendió la cocina. No niego que me gustaría aprender a cocinar, pero no me parece correcto que Sophie me exiga este tipo de cosas cuando ella ocupa una persona especial para cada cosa, hasta para que le sirvan un vaso de agua. Las pocas veces que ha venido se ha quejado del escaso personal que hay en esta casa, usa a Ramona como su sirvienta personal, lo cual me molesta, y al parecer a Ryan también.
Observo los movimientos de Manu, esta preparando algo que se ve delicioso.
Le he dicho que no tiene que prepararme platillos exóticos como lo hacía anteriormente con la madre de Ryan, los primeros días que estuve aquí entre en conflicto con los platillos qué preparaba, platillos raros como uno que catalogó el jugo de ojo de oveja, literalmente entre en pánico cuando dejó frente a mi un plato con líquido rojo qué parecía sangre, y un ojo flotando en el. Ryan noto mi incomodidad y rápido le pidió que preparará algo más "normal", o como la vez que me preparo Langosta al horno, no tenía ni la más mínima idea de como comerla. Afortunadamente ese día preparo algo más "comestible" para mi en caso de que no me gustara.
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Editado: 24.10.2024