Nunca pensé enamorarme de ti

Capítulo IX

Ryan.

—Ray, Ray, Ray. Kathleen no para de hablar de ese tipo Ray. Me cae un la punta... Y lo peor de todo es que a Allyson le agrada. ¡Ni siquiera se por qué! El tipo no tiene nada de carisma, nunca se calla la boca, y siempre me lleva la contraria. Lo peor de todo es que ambas siempre se ponen de su lado. Bueno, Allyson casi nunca dice nada, pero estoy completamente seguro de que eso es ponerse de su lado. Me dejan como el loco en esta historia.

—Vale...

—Y sabes qué, el otro día cuando fui a recogerla me dijo que no era necesario, porque tenían planeado hacer una pijamada los tres ¿puedes creerlo? ¡Los tres juntos toda la noche!

—No comprendo que tiene que ver eso con lo que te pregunte.

—Lo peor de todo es que me hicieron quedar como un controlador, insensible, y psicópata. No soy un psicópata. Y lo peor, esto si es lo peor, lo peor es que Allyson no dice nada, simplemente me pidió que no me involucrara en sus planes, y se molesto conmigo ¡¿Que tiene de malo que me quiera involucrar en los planes de Allyson?! Somos uno, los planes de uno son los planes del otro—me paseo de un lado a otro mientras Lidya me observa desde el sofá—Dime, ¡¿A ti te molestaría que tu pareja se involucre en tus planes?!

—Si se pone de encimoso, celoso y controlador así como tú, por supuesto que sí.

—¡Gracias, supuesta amiga!

—Oye, solo te voy a decir dos cosas—se pone de pie—Uno; Tienes que respetar el espacio de ella, si tiene planes para salir con sus amigas no te comportes como un tóxico y dejala que respire un momento de ti—hace una pequeña pausa antes de continuar—Dos: puedes, por favor ponerme atención a lo que te estoy diciendo. Es importante, y si no resolvemos esto, tu padre se va a molestar.

—Esto es importante—alegue.

—Y esto también, ¿por un segundo puedes dejar de lado tus problemas maritales y centrarte en esto?

Con fastidio hago lo que me pide. Mi padre nos ha dejado claro que si este proyecto que nos ha asignado sale mal, habrá severas consecuencias hacia nosotros. Se que hace esto a propósito, puesto que apenas voy comenzado mi carrera, me ha dejado muy en claro que debo cumplir con ciertas obligaciones, que más que obligaciones son las pautas que puso Gabriel en el contrato. Algunas son; Yo, como el hombre de la casa soy el responsable de cada gasto que se requiere, así como también de cada cosa que Allyson necesite, incluyendo sus estudios. No me molesta eso, claro que no. Lo que me molesta es que Black Williams me presione en el trabajo.

Lydia es la única persona que sabe sobre mi matrimonio con Allyson, Ramona me dijo que Allyson creía que yo salía con ella, rápidamente le aclare que las cosas no eran así. Lydia en su momento, me invito a salir en plan romántico pero yo le he dejado las cosas muy claras desde el principio, no comprendía por que y seguia insistiendo hasta que le dije que estaba legalmente casado.

Ella lo entendió y dejo eso a un lado, no le conté sobre el contrato ni la razón de mi matrimonio, y ella tampoco pregunto, así que somos buenos amigos. Además de compañeros de universidad, y de trabajo también.

Una hora más tarde, terminamos de organizar todo lo que mi padre nos pidió. Traté de no dejar ni un cabo suelto porque lo conozco y se que por cualquier mínima cosa que encuentre lo tomará de excusa para reprenderme.

—¿Sabes que es lo que más me molesta?

—Aquí vamos de nuevo.

—Qué Allyson no diga nada. ¡¿Por que rayos no dice nada?! Siempre tiene que callarse y estar de acuerdo en todo lo que ellos digan. Pero si yo digo algo que no le agrade trata de persuadirme para que cambie de opinión.

—¿Ya trataste de hablar con ella sobre eso?

—Por supuesto, y mira, me mando a la goma.

—... ¿Solos?

—No, ella..., estaban los otros dos ahí con ella.

No, cuando quise hablar de eso con ella me mando a la goma. No tan literal, pero solo me dijo que fuera a casa.

—Vez. Vives juntos, solo hablalo con con ella. Explicale las cosas, y escuchala, no solo te pongas de víctima tú.

—Eso intentaré.

—Bien—se pone de pie—, le enviare esto a tu padre. Ojalá que le guste.

—Me da igual lo que le guste.

Rueda los ojos antes de salir de mi oficina.

El tiempo en este lugar se pasa demasiado lento. Si por ni fuera estaría todo el tiempo en casa vigilando cada uno de los movimientos de mi esposa. Capaz y aproveche el tiempo que no estoy allí para hacer sabrá Dios que tantas cosas. Y hablando de ella...

Tomo mi móvil y marco el número de Ramona, Allyson no tiene teléfono y se negó a que le comprara uno.

—Nana.

—¿Cómo te va en la oficina, Ryan?

—Bien, ¿donde está Allyson? ¿Esta allí? Pasámela.

—Esta en casa de su compañero, su última clase se cancelo y le dieron la salida antes.

—¿En casa de quien?

—De Katy.

—Nana, dijiste compañero. ¡¿Esta en casa de ese tipo?!

—Ryan, tranquilizate.

—¡¿Cómo rayos quieres que me tranquilice si me acaba de decir que mi esposa está en casa de ese tipo insoportable?!

—Escucha, el trabajo que tienen que hacer...

—¿Donde vive?—le interrumpo.

—No falta mucho para que termine y vuelva a casa.

—¿Donde vive?—repito la pregunta con más fuerza.

Salgo de la oficina, mientras escucho a mi nana tratando de evadir la pregunta.

—En unos minutos iremos por ella. No hagas una tontería.

—Esta bien, no me digas donde vive. De igual manera daré con su dirección—estoy a punto de colgar cuando por fin me dice lo que quiero oír.

La dirección de ese pobretón.

—¿Que es lo que vas a hacer, Ryan?

—Solo iré por ella.

—Escuchame bien, niño. Te conozco muchísimo mejor de lo que tu piensas, si haces algo como lo que hiciste el otro día...

—Confía en mi—trato de escucharme sereno.

Pero ¿a quien engaño? La serenidad no es lo mio.

—Te lo estoy adviertiendo.

—Sí, sí, sí... Solo iré por ella para irnos a casa.




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