Nunca pensé enamorarme de ti

Capítulo XV

Allyson.

—¿Lo perdonaste?

—Supongo.

—¿Si o no?

—Le dije que lo perdonaba ¿Vale?

—Pero no lo has perdonado

Mire a Kate, sin saber que decir

Ver a Ryan de esa manera..., me sorprendió tanto que Ryan me pidiera perdón, y de rodillas. Sinceramente, lo creía capaz de todo menos de eso. Que entrara a mi habitación, con una bandeja de comida, y que me imsistiera pra qué comiera... Tampoco era algo que creía que hiciera.

Kate, al igual que yo se había sorprendido tanto por las acciones de Ryan.

—Entonces... ¿Vas a volver con él?

—¿A que te refieres con volver con él?

—Que sean una pareja de nuevo.

—No se si te has enterado, pero legalmente y ante el estado somos "pareja"—susurre lo más discreto posible.

No me apetrcia que mis compañeros del colegio se enteraran de mi forzado matrimonio. No porque me avergonzara, simplemente quería evitar chismes.

—Pero no lo son—dijo dando un paso hacia la derecha en línea horizontal.

Justo ahora estábamos teniendo un ensayo para la ceremonia de graduación del colegio. La institución se estaba preparando para el fin del curso, y para despedirnos a los de último semestre.

—No se ni que somos.

—Esta yendo a terapia ¿no?—pregunto por lo bajo, siguiendo las indicaciones de la profesora.

—Solo porque Ramona lo obligó.

—Pero ya es un avance.

—¡Russo y Winner! ¡Dejen de charlar y pongan atención!—nos reprendieron a ambas.

Pusimos pausa a nuestra conversación, ya era la segunda vez que recibimos un regaño. Así que, lo pospusimos a la hora del descanso.

Lo único que estábamos haciendo, era ensayar la entrada de la ceremonia de fin de curso, debíamos entrar formados, mientras un profesor hablaba en el atril antes de sentarnos.

Y debíamos ensayarlo.

No era mucho lo que debíamos hacer. Así que después de que terminó, comenzó nuestra hora libre. El examen final ya había sido, las calificaciones las entregarán días antes de la graduación y ahora lo que hacíamos la mayoría del tiempo en clase era escuchar platicas sobre la universidad, planificar la ceremonia, ver algunas cosas pendientes sobre las clases y ya.

Esperaba sacar una buena calificación final. Me había esforzado mucho, había estudiado bastante. Le había puesto mucho empeño ya que mis notas no habían sido muy buenas, y con la partida de mamá, no había logrado recuperar mi predio. Apenas y había aprobado el último examen.

—Nos quedamos es que Ryan esta asistiendo a terapia—dijo Kate una vez nos sentamos en la cafetería.

—Creí que lo odiabas.

—No lo odio, me caía mal que es diferente. Cuando empezaste a salir con él, no me agradaba porque era de los chicos del grupito ese de engreídos—toma una papa de su bandeja, llevandosela a la boca.

Por mi parte, solo bebía de mi batido. Últimamente la comida me sentaba muy mal. Parecía que ahora era yo la que estaba enferma en vez de Ryan.

—Después me dijiste que él no era así, y mi opinión cambió sobre él. Aunque lo que paso con Ray fue algo casi traumatico, la verdad es que el se lo buscó. Y Ray tampoco era un santo.

A Ray lo habían expulsado del colegio poco después de que salió del hospital. El día que volvió, estaba irreconocible. Parecía otro. Quise disculparme con el por lo que Ryan le había hecho pero se negó antes de que siquiera pudiera pronunciar palabra, me insulto y después no volvió a dirigirnos la palabra. La razón de su expulsión fue, que había golpeado a un compañero en una clase de deportes. La familia del chico presentó una denuncia, y el colegio se vio en necesidad de darle baja definitiva.

Desde entonces no sabíamos nada de él. Me di cuenta que no era realmente quien nos había mostrado en un principio. Kate me contó que le habían amenazado para que diera información de Ryan, como si dirección, y el nbres sus padres para presentar la denuncia en contra de Ryan.

—¿Cuál es tu punto?

—Que si el lo quiere, puede cambiar. Si, ha sido un idiota contigo todo este tiempo, pero ya mostró arrepentimiento. Y si esta tomando terapia, aunque sea obligado, hay una esperanza.

—Tu tienes más esperanzas que yo—murmure.

Termino su comida, mientras yo deje mi bandeja intacta. No me arriesgaría a comer para después sentirme mal.

Qué Ryan me pidiera perdón era un avance, sí. Pero seguíamos sin hablar. Apenas le dirigía la palabra, y apenas me miraba. Íbamos juntos a las terapias, pero nada más. Seguíamos en el mismo lugar donde estábamos antes de que mi madre muriera, no habíamos avanzado nada.

—No creo que seas la única que no lo ve—dijo obviando algo, más no supe que.

—¿No veo que?

—Por favor, Ryan es demasiado manipulable.

—¿Cómo que manipulable?

No comprendía que quería decir.

—Es fácil convencerlo de hacer algo—explicó—Tiene una mente muy manipulable, ¿No has notado que siempre qué ambos están bien, aparece su madre hablando mal de ti, y después te trata como te trata?

—Sí lo había notado pero, nunca había creído que fuera por eso.

—Deberías intentarlo.

—¿Intentar que?

—Usar eso a tu favor. Convencerlo de que su madre o su padre no vuelvan a pisar tu casa.

—Vale, Kate. No puedo hacer eso, primero porque esa casa no es mía. Y segundo, es su familia, no voy a intentar siquiera que se aleje de ellos.

—Es que no lo vas hacer tu, solo vas a convencerlo de que lo haga—hizo a un lado mi bandeja y me tomo por las manos —Mira, hoy es su cumpleaños ¿no? Preparale algo lindo y después poco a poco le vas metiendo la idea de que sus padres no vuelva a aparecerse por ahí en lo que resta del acuerdo.

Negué.

—No voy hacer eso, ¿Vale?

—Ally, es para que ya no tengas que lidiar con esa señora, o con su marido.

—No puedo apartarlo de su familia.

Suspiro cansada, sabía que no me convenceria de hacerlo. Si, a lo mejor Ryan si lo había hecho, pero yo no era igual a él. No iba a hacerle lo mismo que él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.