Tres años después.
Ryan.
Ya pasado tanto tiempo desde que perdí lo mas importante y valiosa que tenía en mi vida. Mi esposa. Allyson.
Lo admito, la cague. Ni siquiera me importó cuando Demian preguntó como fue que se entero. Lo único que pensaba era en que había perdido al amor de mi vida para siempre. Mi mayor miedo en la vida se había hecho realidad, ella ahora me odiaba. Los ojos que alguna vez me miraron con tanto amor e ilusión, ahora solo me veían con odio y rencor. Lo sé porque intenté buscarla.
Meses después de que firmamos el divorcio, Lydia estuvo de visita en la ciudad. Le conté lo que había sucedido entre nosotros.
Al igual que Ramona, se decepcionó de mi. Aun así, estuvo conmigo cuando me desmorone por haber perdido a mi esposa.
Mi padre menciono un asunto en Londres, a lo que mi madre insinuó que fuese a Londres para ayudar a papá en su asunto. Lydia apoyó la idea argumentando qué me haría bien un cambio de aires, así que compré un departamento y accedí.
Un año. Pasé un año tratando de olvidarme de Allyson, entre juntas, reuniones de negocios, y noches donde la soledad me atacaba y los recuerdos de su voz y sus besos no me dejaban dormir, no lo logré. Recordaba una y otra vez esa conversación que había tenido con mi nana el día que todo terminó.
-¡No puede terminar así!-paté la silla de mi oficina. Ramona me observaba. Podía sentir la furia en su mirada, me miraba con tanto rencor y decepción qué, me hizo enojar más.
-¿Qué querías que pasara, Ryan?
-¡Quería que me escuchara, joder!
-¡No me alces la voz, eh!- me amenazó con un dedo-No soy cualquiera de tus disque amigos, ni tu padre para que me hables así.
Tenía razón. Estos últimos meses había estado más irritante que nunca, toda la frustración que llevaba dentro lo descargaba con ella.
-Lo siento.
Pero ningún lo siento cambiaría la mirada que tenía, la decepción que sentía por mi. Nada haría que dejara de verme de esa manera tan enfadada.
-Solo quería que me escuchara-dije ante su silencio, tome asiento en el pequeño sofá todo insípido-, quería explicarle las cosas.
-¿Y que le ibas a explicar? ¿Qué te estabas acostando con otra?-suelta con desdén en su voz.
Era evidente que Ramona también estaba molesta por eso. Creí que Allyson le había dicho lo que pasó la mañana que se fue, no fue así. Tuve que contarle todo lo que sucedió de mi propia boca. Fye por eso que estaba molesta.
-No me estaba acostado con otra, nana-dije rápidamente.
-¿Entonces que hacías? ¿Jugar damas chinas con una cualquiera en un motel?
-No. Las cosas no fueron así, ya te explique...
-Ninguna explicación justifica lo que hiciste, ahora atente a las consecuencias de tus acciones, Ryan.
Desde que tuve esa conversación con mi nana, he pensado mucho en como sucedieron las cosas. Si bien, nunca debí confiar en el estúpido de Demian, Ramona tuvo razón al decirme;
-Fuera cual fuera la situación, fuiste tú quien le falló a Allyson.
Cuanta razón tenía. No quería admitirlo en voz alta. Ramona siempre tenía razón en todo. El asunto comenzó a pesarme aun más cuando mencionó él, ahora nulo matrimonio con Allyson.
En un intento por defenderme, ella atajo mis palabras con nada más que la verdad.
-Fuiste testigo de cómo se comportaba indiferente conmigo los últimos meses.
-También fui testigo de como la trataste cuando todo esto del matrimonio arreglado empezó.
-Eso no tiene nada que ver.
-Cállate y escucha-exigió-. Cuando tú fuiste indiferente con ella, cuando la lastimabas con tus palabras, ¿qué? Ella estuvo ahí para ti, incluso se preocupó por ti, Ryan.
-Eso no explica el porqué de su actitud.
-Deberías intentar comprender lo que siente por haber perdido a su madre, tú mismo la viste llorando por ella, Ryan.
-Fue...
-Calla. Pensé que al saber que tu madre biológica murió hace años te haría tener un poco de empatía por ella.
-No es lo mismo.
-Ambos comparten ese sentimiento en común.
-No es lo mismo-repetí.
Hacia un tiempo atrás le había revelado qué sabía la verdad por completo. Me sorprendió que ella confesara qué lo sabía. No me molesto cuando me explicó como es que había llegado a trabajar para mis padres.
El asunto fue, que ella me abrió los ojos. Me hizo entender que nada justificaría mi falta hacia ella. Y hoy estoy pagando con creces mis acciones erróneas.
Después de volver de Londres, llegué decidido a buscarla, a intentar arreglar mi error. Lo único que recibí fue su odio, sus ojos ya no me miraban con amor, ahora ella me aborrecía.
Hace dos años desde eso. Me he quedado solo. La única compañía que tengo es la de mi nana. No quiero tener nada que ver con Sophie ni Black Williams. He trabajado lo suficiente-o incluso de más- para poder comprar las acciones totales de la empresa. Mi padre no se opuso. Una de las más importantes cedes de Wiblacks ahora me pertenecía. Lo primero que hice fue liquidar a Demian. Su puesto pasó a ser de Gwenn Gates por decisión unánime del conjunto directivo de la empresa, no me opuse a esta decisión ya que, la chica, aunque es fastidiosa ha sabido hacer su trabajo. Ha escalado poco a poco durante estos tres años, sumando a que recientemente se ha graduado de la universidad con honores en la carrera de administración de empresas. La chica sabe lo que hace, ha seguido los pasos de su padre a la perfección. Por lo tanto, no tengo argumentos para objetar en su contra.
Por otro lado, mi tiempo en Londres me hizo reflexionar mucho sobre mi familia real. Aunque Ramona me confesó que ella conoció a mi madre, no quise saber más sobre el tema para no lastimarme. Ahora le he pedido su ayuda para buscar a su familia, saber que fue lo que pasó. Fue difícil encontrarlos. Al relacionarme con ellos comprendí muchísimas cosas sobre mí. Ellos me han aceptado en su familia. Me han abierto las puertas de sus casas. Descubrí qué su nombre era Lucy, qué sus dos hermanos mayores son idénticos a ella. Que tengo más familia de la que pensé. Tal vez, biológicamente no tenga hermanos, pero sí primos. Los he conocido y hasta ahora, me llevo bien con tres de ellos.
#16142 en Novela romántica
#3078 en Chick lit
matrimonio por contrato, amor sufrimiento dolor, peleascelos
Editado: 22.07.2025