Nunca pensé volver a tu lado

Capítulo I

Años después:

Allyson.

Busco un lugar para aparcar el auto, no entiendo por qué a esta hora siempre tiene que haber demasiado tráfico. Las hora de entrada a los colegios se junta con la mayoría de los empleos y siempre me estrés demasiado. La mayoría de las personas dejan a sus hijos en el colegio y después se van a sus trabajos, como yo ahora.

Después de dejar a mi pequeño Jake en el colegio tuve que conducir lo mas rápido que pude a mi trabajo, hubo un problema con uno de los clientes y tengo que resolverlo antes de que Jaime, mi jefa me despida.

Gracias a la divina gracia del señor encuentro un lugar no muy lejos del edificio, no tendré que caminar mucho.

Estacionó y bajo, después de revisar que este bien cerrado y activar la alarma del auto camino hacia la entrada donde Joice, la recepcionista me informa que me están esperando en la sala de juntas. Le agradezco y subo al elevador donde Eric me sonríe a modo de saludo.

—Escuche que hay un problema con los nuevos clientes—comenta—, espero y puedas resolverlo o si no Jamie te despedirá.

—Lo se, tu tranquilo que mi puesto jamás será tuyo—respondí.

Las puertas del elevador vuelven a abrirse y antes de que pueda responder salgo directa a la sala de juntas, donde mi jefa me esta esperando junto con los demás personas del CEO.

—Buenos días—saludo antes de tomar asiento.

—Un minuto más Allyson, y te despido—me reprende.

Quisiera decirle que llegue antes a la hora acordada pero eso sería firmar mi renuncia definitiva, a lo qie solo asiento.

—Comenzamos.

La junta básicamente se trata sobre mejorar las propuestas hacia los clientes, que tengan una mejor experiencia al usar nuestra app y mejores ganancias por parte y parte.

Media hora de escuchar que debemos trabajar a mejor para que las apps rivales no nos ganen en numeros ni clientes. Todos aportan ideas para mejorar a lo que Jamie queda encantada, incluso con las mías.

Cuando la junta termina todos se levantan a estrechar se las manos antes de salir. Jamie se queda a la cabeza de la larga mesa y cuando estoy a punto de salir me detiene por el brazo.

—Resuelve el problema antes de que termine el día, has que no se vayan con la competencia y si no logras que se queden, despide te de tu puesto.

Me muerdo la lengua para no responderle mal, lo unió que hago es asentir y salir de ahí.

Me voy a mi oficina donde comienzo a trabajar, primero que nada le pido a Lisa, la secretaria que me informe de problema, resulta que hubo una falla la cual afecto en su negocio y ahora quieren romper el contrato que se firmó hace unos días.

Hago la llamada correspondiente, me disculpo por las molestias que pudo causar las fallas y después de una extensa conversación por videollmada entre ellos y yo casi logro convencerlos de que desistan de romper contrato, casi...

Sabía que no podía cantar victoria tan rápido, pues han puesto una condición para que el contrato siga. Ahora tengo que informale a Jamie y lograr convencerla de que acceda para no perder los clientes, a los que solo les dije: les informaré cuando tenga noticias al respecto, muchas gracias.

Si esa videollamada fue complicada, hablar con mi jefa será como hablar con Godzilla.

Y hablando de Godzilla...

Entra a mi oficina cerrando de un portazo.

—¿Lograste convencerlos o tendré que despedirte?—llega hasta mi escritorio.

—Casi los convenzo—admito.

—¿Como que «Casi»?—me reclama—¡Un «Casi» no me sirve Allyson!—me grita—¡Necesito soluciones!

—Quieren una indemnización por los daños y pérdidas en su negocio—le hago saber.

—¡¿Indemnización?!—asiento—Haz lo que tengas que hacer para que no vayan y no tenga que dar de mi dinero, o si no te despido ¿entendiste?—me advierte una vez más.

—Por supuesto.

Hago hasta lo imposible tratando de cumplír la orden de mi jefa. Es estresante estar todo el día detrás del computador, mi espalda duele mucho y mis pies ya no aguantan los zapatos de tacon.

«Mal día para usar tacones tan incomodos»

Sigo tratando de lograr que los clientes se queden, ellos se mantienen firmes es pedir una indemnización y no me queda más que aceptar y soltar ese dinero de mi bolsa.

Fijo la hora en el reloj del móvil.

¡MADRE SANTÍSIMA DE CALCUTA!

Me apresuro a ponerme los zapatos que dejé botados, ya casi es hora de pasar por Jake al colegio. Debo apresurarme o llegare tarde.

Estoy a punto de salir cuando Jamie vuelve a aparecer con un montón de archivos en la mano.

—¿A dónde crees que vas?—los deja en mi

—Se me hace tarde para pasar por mi hijo al colegio—imformo encaminando a la puerta.

—No me interesa, tienes trabajo que hacer—golpea las hojas.

—Señorita Jamie, tengo que ir por mi hijo...

—Encargaselo a alguien mas, yo que se a tu mamá. Pero de aquí no te vas hasta que termines—camina hacia la puerta pero se detiene antes de salir—. Ah, y está noche tienes una reunión con los arquitectos que van a remodelar el edificio así que apresura te. Y espero que ya este resuelto el problema con los clientes.

Se va dejandome con un dolor de migraña espantoso. Empiezo a creer que me odia, no veo que sea con alguien más como lo es conmigo.

Llamo a mi padre para que me haga el favor de recoger a Jake al colegio pero no responde, insistí cuatro veces mas pero me sigue saltando a buzón.

Cambio de estrategia llamando a la profesora de mi hijo, no consigo nada ya que al igual que papá me salta directamente a buzón.

Bueno ¿es que hoy todo el mundo se ha puesto de acuerdo para joderme o que?

Suspiro con pezadez.

Avanzó lo más que puedo en mi trabajo, sin dejar de insistir a mi padre y la profesora.

Vuelven a abrir la puerta de mi oficina, pero esta ves es Katy, viene con dos bolsas y las alza felizmente cuando las miro.




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