Nunca pensé volver a tu lado

Capítulo IV

Allyson.

No debí mentirle a Ryan, como tampoco debí habérselo ocultado desde un principio, lo sé. No hay justificación para eso. Era inevitable que esto pasara y ahora no se como deshacer esto.

Jake nos saluda a lo lejos alzándose entre todos los niños, le devuelvo el saludo desde mi punto a lo que él me repondré con una sonrisa.

Sonrisa que me recuerda a cierta persona.

Debería de estar supervisando que Ryan y su equipo estén haciendo las cosas bien en este momento, sin embargo me encuentro en el colegio de mi hijo celebrando el festival de primavera que realizan cada año. Es el primero al que se presenta y yo por supuesto debía si o si estar aquí.

El y su grupo entero van vestidos de mariposas,  ranitas, orugas, flores y abejitas, Jake va vestido de una abeja, que él ha escogido el disfraz. Una de las maestras los acomoda alrededor del patio cívico de la escuela.

Una vez acomodados los niños, por los altavoces reproducen una melodía que empiezan a cantar y bailar una hermosa coreografía. Como la fanática loca que soy de mi hijo le pido a mi padre, quien también se encuentra aquí a mi lado que tome video centrándome en verlo con mis propios ojos y disfrutar el momento.

Termina la canción y todo el colegio estalla en aplausos incluyéndome, los guían ordenadamente hasta que están fuera del área donde otro grupo se acomoda.

Al terminar las presentaciones por los niños, mi abejita corre hacia y yo lo recibo con in gran abrazo.

—¿Te gustó mami?—pregunta cuando me agacho para estar a su altura.

—Me encanto, mi vida—deposito un beso es una de sus mejillas.

—Estuviste genial, mi kiero es el mejor—aluda mi padre.

Jake salta repetidamente de la alegría inmensa que detona, mi padre lo alza en brazos dándole una abrazo del cual me hace parte apenas me pongo de pie.

Uno de los fotógrafos qué hay en el lugar se acerca a capture el hermoso momento para las fotos de la página del colegió, de igual manera le pido que me haga unas cuantas con el móvil para después imprimirlas y enmarcarlas.

—¿Que dicen si más tarde los llevo a pasear?—sugiere mi padre.

—¡Si!—exclama Jake en sus brazos—¿Que dices mami?

—Por supuesto que si—sonríete celebra.

Cuando termina el festival, papá me informa que tiene que volver a su trabajo, yo por mi parte solo tengo que ir a recoger unos cuantos documentos a la oficina y ya, por lo tanto Jake ira conmigo.

Al llegar a la oficina aún hay personas, pero no muchas. El festival del colegio fue durante la tarde para no interrumpir las clases habituales, así que ha terminado al atardecer.

Ya en el piso correspondiente busco el área donde se encuentra Katy sin embargo no está. Pregunto por ella y me indican que está en la cafetería, cinco pisos más abajo. Tendré que bajar y subir de nuevo así que le escribo para que vaya a mi oficina lo más pronto posible. Me dirijo a esta y mi sorpresa llega cuando ingreso a mi lugar de trabajo.

Ryan está sentado frente a mi escritorio jugando con un lápiz en la mano. Al parecer aún no se da cuenta que estoy aquí así que me apresuro a decir algo.

—¿Que está haciendo aquí?—gira en la silla dedicándome una sonrisa que se aumenta cuando ve a mi hijo.

—Buenas noches Allyson, buenas noches Jake—dice antes de ponerse de pie y avanzar hasta nosotros—La señorita Jamie dijo que vendrías por la noche a recoger unos papeles y decidí espérate.

—¿Para que me necesita?—llega hasta nosotros y me entrega una hoja.

—Tienes que firmarla y posteriormente hacer una supervisión de lo que se realizó el día de hoy—se inclina hacia la personita que está a mi lado—. Hola pequeño, ¿Como has estado?

—Bien ¿Y usted cómo está?—responde Jake.

Podría decir que Jake es la persona más educada del mundo, y no solo porque sea mi hijo.

—Yo estoy bien, gracias. Y no me hables de usted me haces sentir viejo—no pierde la sonrisa—. Lindo disfraz de abejita.

—Gracias, mi mami me lo hizo ¿Verdad que le quedó muy bonito?

—Claro que si—me hecha una mirada discreta—, tu mami es una mujer muy talentosa y trabajadora.

Fuck, ¿Que mierda está mal conmigo como para que esas palabras causen un efecto en mi? Y quisiera que fuese uno efecto malo.

Ignoro todo sentimiento provocado por este hombre y me dirijo al escritorio. Vuelvo a llamar a Katy pero me salta al buzón esta vez. Dejo un mensaje diciéndole que ya estoy en mi oficina esperándola y reviso la hoja que me entrego Ryan.

Quien por cierto esta charlando con mi hijo.

—Tienes unos ojos muy bonitos, se parecen a los míos.—dice de repente, congelándome en mi puesto—Mami mira, los ojos de Rydan son del mismo color que los míos.

Cierro los ojos, el corazón me empieza a palpitar demasiado rápido.

Mierda, olvidaba ese pequeño detalle.

Con las piernas temblorosas me doy vuelta para observarlo. El me mira con la boca entreabierta, y creo que va decir algo cuando Jake vuelve a hablar.

—También son del mismo color que los ojos de mi papi chino.

Suspiró de alivio.

Ante la mención de mi padre Ryan arruga las cejas, confundido. Carraspea poniéndose de pie.

—¿Por qué no mejor nos sentamos?—sugiere—adivino a que tu mami tiene muchas cosas que hace y...

—Así es.—interrumpo—Jake, siéntate. Tu tía Kat no tardará en llegar.

—Si mami.—obedece.

Ryan también toma asiento frente a mi.

Me pregunto por que Katy tardará mucho, intento llamarla una vez más y obtengo el mismo resultado. Vuelvo a dejar un mensaje peor no responde. Intento más veces y nada.

—¿Qué es lo que te preocupa tanto?—indaga Ryan.

—Katy, tiene que que entregarme unos papeles de un trabajo que estamos haciendo y no llega.

—Puedo preguntar ¿Qué trabajo?—curiosea.

—Uno que estuve realizando para la empresa, una estrategia de marketing que tengo que desarrollar en beneficio de MicroServ y si no lo entrego hoy...




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