Nunca pensé volver a tu lado

Capítulo XV

Cameron.

Abro las puertas de la estación para entrar seguido de Elizabeth. Katy me llamo por teléfono para decirme que Allyson esta detenida y enseguida vine hacia acá, Ellie quiso acompañarme y yo no tuve problema en ello.

Llego hasta donde se encuentra el mostrador.

—Allyson Russo—exigo.

La chica detrás del computador me da una larga mirada antes de teclear.

—No se encuentra en el sistema, vaya a buscarla a otro lado.

La miro perplejo.

—¿Cómo no va estar?—reclama Elizabeth—Busque bien que para eso le pagan.

La chica rueda los ojos y vuelve a teclear el nombre de mi amiga en el computador.

—No aparece nadie con ese nombre—dice.

No es posible, esta es la estación principam y si no esta aquí, el único lugar donde puede estar es en...

—Escuche, soy su abogado—le digo con calma—es su derecho como ciudadana la visita de su abogado.

—Ya le dije que no se encuentra aquí.

—Debe ser un error—saco el móvil—me dijeron que ella se encontraba aquí, y aquí tiene que estar.

Katy me afirmó que estaba aquí. No dudo en que se haya equivocado.

—Veré que puedo hacer—se pone de pie —ahora regreso.

Se adentra a una habitación donde supongo están sus superiores. Elizabeth se encuentra a mi lado con los brazos cruzados, ninguno dice nada en el tiempo en el que la señorita no regresa, tarda al menos quince minutos cuando vuelve a salir acompañada de alguien.

—Sigame—nos pide el oficial que viene con ella—la ingresaron hace dos días, por la tarde—comenta.

Mi novia y yo lo seguimos por los pasillos de las celdas vacías. Nos guía hasta el fondo donde Allyson se encuentra con una chica que esta dormida. Las celdas son demasiado pequeñas para dos personas.

En cuanto me ve se pone de pie y se acerca a los barrotes qué la aíslan de nosotros, Ellie se queda a un lado, un poco apartada para darnos nuestro espacio después de con un gesto saludarla y que mi mejor amiga se lo devuelva.

—Cameron, qué bueno que estas aquí—saca las manos a travez de los tubos y no dudo en tomarlos.

La oscuridad en el lugar no me permite verla bien, solo se puede observar su silueta y la de la otra chica.

—¿Que fue lo que paso?—le pregunto, ya que Katy solo me dijo que estaba detenida.

—Me acusaron de robar dinero de la empresa, Stella afirma que yo tome ese dinero y en lo único que se basa es en que la tarjeta que se uso es la mía, pero yo perdí la tarjeta de acceso.

Ya me había contado sobre Stella, es una chica de su trabajo que desde que llego la trata mal, por suerte no trabajan en la misma área pero siempre le está molestando con comentarios que Allyson ni siquiera toma en cuenta.

—¿Le dijiste qué la perdiste?—indaga Elizabeth acercándose un poco.

Allyson duda en responder, pero al final niega con la cabeza.

—Todo fue demasiado rápido, comenzó a ventilar mis problemas personales, me moleste y cuando menos acorde ya tenia las esposas puestas.

—¿Problemas personales?—es mi turno de preguntar.

—Si, dijo que yo había tomado el dinero para pagar el colegio de Jake, y después insinuó qué también lo había usado para pagar el divorcio de mi matrimonio—nos informa.

—No tiene sentido, hace más de cinco años que eso paso.

—Lo sé, lo único que quería era humillarme, no se como se entero de eso, o de la enfermedad de mi abuela.—aprieta el agarre de mis manos—. Incluso te menciono a ti también.

Elizabeth me mira confundida, no la culpo yo también lo estoy, no entiendo que tengo que ver con su trabajo.

—¿Que fue lo que dijo?

—Cameron, no se como sabe que tenias un adeudo con el banco—me mira apenada—, que tu padre la heredó al morir, insinuó qué te había dado ese dinero para pagarla. Lo siento, yo no sabia que te involucraría.

—Fue planeado—murmura mi novia a mi lado.

—Lo mismo creo—concuerdo con ella.

—Es ilógico que te hayan querido inculpar con cosas que no vinen al caso, tu divorcio fue hace años, y la deuda fue pagada hace meses.

—Pienso lo mismo, Ally. La colegiatura de Jake la pago tu padre y tenemos como comprobarlo—le hago saber—con tu padre llevo todo la información de en que usa el dinero.

—No lo había pensado—me suelta para frotarse la cara—creo que la falta de comida me esta haciendo efecto, y acabo de descubrir que tengo claustrofobia. Te juro que no tengo ni idea de cuanto tiempo llevo aquí encerrada.

—Han sido solamente dos días—abre los ojos sorprendida—¿Por qué no me llamaste en cuanto te trajeron a aquí?

—No me han permitido hacer la llamada, ni siquiera me han traído un poco de agua, si no me he muerto de hambre es porque ella me ha conseguido un poco de comida.—señala a la chica que este a dormida.

—Eso va en contra de tus derechos—alega Ellie.

—Ni siquiera me recitaron mis derechos al arrestarme—espeta Allyson con amargura.

—Todo esto es demasiado extraño—murmura para si misma—ahora vuelvo—regresa por donde entramos.

—Ryan vino a verme—comenta—, no lo dejaron estar mucho tiempo.

—¿Ya sabe que Jake es su hijo?

—Es irónico que intente decírselo dos veces y las dos veces nos interrumpieron—recarga su cabeza en los tubos—tal vez el destino no quiere que lo sepa.

—Debes decirle.

—Lo sé, y lo haré. Se que nunca será el momento ideal y te prometo que en cuanto salga se lo diré—suspira—. Temo la reacción que vaya a tener cuando lo sepa.

—Esperemos que no sea mala, o que o te odie para siempre.

Rueda los ojos cuando suelto a reír.

—Gracias por los ánimos—ironiza—por eso eres mi mejor amigo, por tus grandes aires de apoyo que das.

—Solo estoy bromeando—me alejo cua do quiere golpearme.

—No lo hagas, lo que me dijiste el otro día en tu auto se cumplió—me reprocha—el muy idiota me beso y después olvide lo que tenia que decirle, para cuando se dio cuenta me dijo que me lo perdonaba si le daba otro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.