Nunca pensé volver a tu lado

Capítulo XVI

Allyson.

No creía que Sophie fuera capaz de tanto. Hace años juro hacer lo imposible por deshacerse de mi pero no hizo más que sonsacar a su hijo, pero ahora si que ha ido más allá de sonsacar a Ryan. Y uso a Stella para salir ilesa de esto, estoy segura que Ryan no lo dejara así. Cuando hable con Doug por mensaje me contó que la despidió, se que cometió una falta pero yo no quería que la despidiera.

Las cosas no se solucionan de esa manera, siempre hay una solución para todo sin tomar medidas extremas.

Camino hacia el ascensor, pero no llego hasta el cuando me encuentro a la señorita Gween de frente.

—Allyson, que bueno que te veo—sonríe —. En nombre de toda la empresa te pido una disculpa por lo que pasó, dejame decirte que no teníamos ni idea que Stella te inculparia a ti.

—No se preocupe.

—La manera de actuar de ella no fue la correcta, me avergüenza que mi amiga te haya hecho pasar por un momento tan incómodo—toma mis manos—y por eso quiero recompensarte.

Me lleva hasta su oficina.

—No es necesario que lo haga—replique. 

—Se que iniciamos con el pie izquierdo, y que los primeros días de tu estancia aquí te trate muy mal y por eso también me disculpo. Se que nada justifica mi actitud y debí separar lo personal de lo laboral como alguna vez te dije—busca algo en su escritorio hasta que saca dos tarjetas rosas—. Tengo dos reservas en un spa de lujo para las dos—suelta emocionada—, creo que pasar un tiempo juntas nos vendrá bien para conocernos mejor, y así de paso relajarnos un poco de este ambiente donde la mayoría son hombres.

—Con las disculpas es suficiente, no tiene que hacer esto señorita—intento alegar.

—Puedes hablarme de tú, ¿vale? Y no aceptaré un no como repuesta.

—Es que...—trato de inventarme una excusa.

—Nada, Allyson, eres muy hermosa—dice—, y deberías sacarle aun más provecho a tu belleza.

Se posa tras de mi, comienza a soltar el cabello qué llevo atado en un moño.

—Tu cabello es muy lindo, pero deberías cuidarlo más, esta un poco maltratado.

—¿Gracias?

—Escucha, al terminar tu turno buscame para irnos directamente al salón de belleza, y después iremos al spa, tenemos tiempo así que-

—Terminando mi turno tengo cosas que hacer—la corto.

—Si es por tu hijo, no tienes de que preocuparte, puede venir con nosotros y que se divierta también.

—Vale, esta bien.

Dudosa acepto, no me vendría mal despejarme un poco. Estos días he estado muy estresada y con lo que ocurrió aun más.

Me despido de ella excusándome qué debo ir a trabajar, y no es excusa es la realidad. Cuando llego no hay nadie aun, veo la hora en el reloj de mi muñeca, hoy llegue temprano o ellos vienen tarde.

—Rubia hermosa a la vista—llega Doug plasmando un beso en mi mejilla como si lo hubiese invocando—¿Cómo te fue en el reclusorio, amiga mia?

—Ja, ja, ja, no eres para nada chistoso—le doy una sonrisa mal finjida.

—Por supuesto que lo soy—se sienta en su lugar—que tu no quieras verlo es otra cosa.

—Hola, hola, me entere que Allyson salio ayer y pase por un Smoothie de fresa para ti.—Charlie me entrega el Smoothie y se queda uno.

—Gracias—bebo del popote—. Tengo la sensación de que todo mundo se entero sobre lo que sucedio.

—Pues...

—¡Allyson, que bueno que regresaste!—me abraza Vinnie por detras— Creí que había perdido a mi única amiga en este lugar, ¿después con quien iba a chismear sobre los demás los chismes de oasillo?

—¿Y nosotros que somos?—se queja Charlie.

—Al parecer solo estamos pintados—sigue Doug.

—No se lo tomen personal, chicos.—me suelta para ponerse a mi lado— Es que Allyson es como mi alma gemela en amistad, somos ella y yo, contra los chisme de la empresa.

—Que heroico ha sonado eso—Vinnie se queda paralizado al reconocer la voz—¿Y si mejor se ponen a trabajar en vez de estar platicando como si estuvieran en un bar?

—Ryan, no seas tan amargado—Doug se pone de pie—Oigan, y ¿Si esta noche vamos al bar qué le había comentado el otro día?

—Sirve a ver si Ryan se encuentra a una chica que lo dome de una vez por todas—secunda Charlie.—, Sería genial, nunca le hemos conocido alguna novia—ambos ríen.

Una punzada en mi pecho se hace presente de solo imaginarlo, el sabor amargo en mi boca tampoco pasa desapercibido.

—Ni siquiera a su ex esposa. Esa chica si que era una víbora y de las venenosas, me cae tan mal y ni siquiera llegue a conocerla —Doug finge estremecerse.

Alzo una ceja viendo a Ryan aguantándome las ganas de cruzar los brazos, eso sería muy evidente.

—¿Entonces...?

—Yo me apunto—dice Charlie.

Vinnie carraspea antes de hablar.

—Yo también.

—Bueno, ya somos tres—Doug da una palmada—¿Allyson? ¿Ryan? ¿Ustedes que dicen?

—Yo no puedo, debo cuidar a Jake—me apresuro a excusarme sin dejar de verlo.

No me apetece ver a Ryan ligar con otra chica. Y si, admitir que siento un poco de celos me cuesta un poco. Un poco no, bastante que me cuesta. Además de admitir que lo que han dicho me ha molestado también me cuesta.

—Yo debo hacer unas cosas—informa él.

—Chicos...

—Deberíamos ponernos a trabajar, no vaya a ser que el señor Ryan se moleste por no estar haciendo nada—espeto antes de sentarme.

Ryan solo me mira con la mirada fría. Una qué no le había visto en todo este tiempo desde que lo volví a ver.

—Ella tiene razón—concuerda.

Nadie dice nada, solo toman asiento mientras Vinnie se va a su área de trabajo. Doug y Charlie se miran confusos cuando Ryan y yo nos vemos fijamente durante unos segundos. No quiero ser la primera en ceder, pero lo hago para que se vaya de una vez por todas y me deje trabajar.

Pero, hace todo lo contrario acercándose hasta mi.

—Ven a mi oficina, necesito hablar contigo de algo importante—me mira serio.

Yo también, no se me olvida que debo decirle toda la verdad antes de que pase otra cosa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.