Nunca pensé volver a tu lado

Capítulo XVIII

Ryan.

Hace mucho tiempo soñé con poder volver a dormir con Allyson a mi lado, aunque fuese solo una noche, sin embargo no creía que volviera ser posible. Y hoy por fin es posible. Añoraba este momento, este preciso instante en que ella duerme recargada en mi pecho con uno de sus brazos al rededor de mi torso, se ve tan linfmda incluso dormida y con el maquillaje corrido.

Murmura algo entre sueños, pero no comprendo que. En contra de mi voluntad me levanto de la cama, antes de salir de casa le pido a mi nana que me avise si Allyson se va antes de que regrese, o si Sophie llega antes de la hora acordada.

Ahora si voy a aclarar este asunto de una vez por todas con ella.

Llego a mi destino antes de tiempo, cuando entro Emily me recibe con un gran abrazo. Hace unos días le pedí un favor y hoy lo ha concretado.

—¿Cómo estás, cariño?—pellizca mis mejillas con ambas manos.

—Genial, maravillosamente.

—¿Se puede preguntar a que se debe?

—Luego te contaré.

—Vale, estoy preparando el almuerzo—me guía hasta la cocina.

Eso explica las manchas de harina qué lleva en la cara.

—Sam se ha tenido que irse temprano, esta buscando empleo para establecerse en la ciudad. Ya no tardará en llegar.

—¿Ya tan pronto vuelve?—me siento en el taburete qué está junto al mesón.

—Sí, ya termino la carrera y de principio pensaba quedarse haya, pero luego se entero que Cami también se regresó y se quedo en la ciudad y decidió también quedarse.

—Me parece bien, ya lo vas a ver más seguido.

—Lo sé, aunque no importaba la distancia siempre venía a visitarme o yo iba a visitarlo.

Sam es su hijo, el único que tiene. Casi no he convivido con el como tampoco con Liz, pero ambos me agradan y fueron un gran apoyo en su momento. 

—El otro día vi a Liz—le comento cuando viene a mi mente.

—¿Si?—asiento.

—Sí, la vi en la estación de policía.

—¿Le paso algo?—pregunta preocupada.

—No, ella está bien. Lo que pasa es que... es una larga historia que prometo contarte luego.

—¿Pero ella está bien?

—Sí, esta bien—suspira aliviada—, Oye ¿tienes lo que te pedí?

—Por supuesto—sale de la cocina y me lleva a la sala—con Freddy me puse a recolectar todas las fotografías que pudimos. Fuimos a casa de mamá y te traje todas las cosas que encontré—saca una caja pequeña de un mueble—, bueno, no todas tuve que dejarle algunas. Ella muere de ganas por conocerte.

—Aun tengo pendientes unos asuntos.

—¡Mamá, llegamos! 

La puerta se abre dándole paso a tres personas, vaya que a las tres las reconozco. Desde el punto donde estamos se ven perfectamente pero no viceversa.

—Ryan, que milagro.—me saluda Sam cuando se acerca. 

—Milagro verte por acá, siempre que vengo nunca estas—le digo antes de reír darnos un abrazo seguido de una palmada.

Liz saluda a Emily de beso, igual que su novio Cameron.

—Maravilloso, tengo casa llena—comenta Emily sonriente.

Sam abraza a su madre mientras que Liz solo asiente a modo de saludo. Cameron me da la mano y después vuelve a lado de su novia.

—¿Allyson como esa?—«Dormida en mi cama» quise responder—Me contó que saldría con unos compañeros del trabajo.

—Incluyéndote—termina Liz.

—Bien, supongo, cada quien se fue a su casa anoche—miento.

Ah, pero que ganas tengo de decirle que durmió a mi lado.

—Ella nos invitó pero teníamos cosas más importantes que hacer.

—Ah.

—Yo iré a ver lo que tengo en el horno—Emily me entrega la caja que tenia en las manos.

La pongo sobre la mesa y abro la pare superior solo un poco, en el fondo puedo apreciar lo que hay dentro.

Un sentimiento de tristeza se instala en mi al ver una fotografía de ella. La tomo en mis manos para poder apreciarla mucho mejor de cerca.

Se que Emily y su hermano lucharon para que me quedara con ellos pero fue imposible ganarle a Sophie, Black también hizo uso de sus influencias y casi los destruye a ellos solo por mi. Pero eso no me impidió buscarlos cuando pude, si bien Ramona es lo más cercano a mi madre biologica que tengo, Emily es idéntica a ella y siempre que vengo a visitarla veo en ella la viva imagen de Lucy, mi madre, su hermana.

Sam se acerca por detrás junto a Liz, mostrando el apoyo que me han brindado todo este tiempo, mi relación con ellos es simple. Biológica mente son mis primos, Liz es la hija De Fred, hermano de mi madre y de Emily, el tiene dos hijos más, eso convierte a Emily y Frederick en mis tíos.

—Ella te adoraba—susurra Emily.

—Era muy hermosa.

—Estamos para lo que necesites, primo—dice Sam.—Y si necesitas una abogada maravillosa, Liz puede ayudarte. 

Desde que la conozco se que no es muy alentadora, pero si demuestra apoyo cuando una persona la necesita. Liz es demasiado reservada en cuanto a palabras se trata. 

—No lo dudes ni un segundo—dice ella. 

Sam y Liz se retiran dejándonos solo a Emily y a mi, no aparto la vista de la fotografía para nada.

—Siempre me pregunté porque Sophie era tan indiferente conmigo, y la razón era evidente.—guardo de nuevo la foto—ellos no eran mi familia.

—Nos tienes a nosotros, cariño.

—Lo sé.

—Cuando estés listo para conocer a mamá, solo avisame para llevarte con ella. 

—Será pronto, lo prometo.

—Vale.—me sonríe dulcemente—¿Te quedas a almorzar?

—Me encantaría pero debo irme—cierro la caja y vuelvo a tomarla en brazos—me esperan en casa.

—Dale, conduce con cuidado.

—Por supuesto—de un beso en la mejilla me despido.

Subo al auto y al regresar a casa me encuentro con la sorpresa de que Ally ya despertó, se ha quitado el vestido y lleva una camiseta mía color gris junto a unos chándal negros. Esta de espaldas admirando el lugar que tengo como casa.




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