Capítulo XXII

Allyson.

—Es oficial—trato de contener las lagrimas.

El no dice nada. Solo me mira de una manera extraña, debe estar incómodo con la situación que acaba de presenciar.

Después de dos meses de trámites, hoy ya estoy divorciada oficialmente de Ryan. Creía que me lo negaría, pero no. Todo ha sido muy reciente y se que no será fácil olvidar lo que paso, pero se que puedo salir adelante yo sola. Por el bebé que llevo en el vientre.

Mi abogado camina a mi lado, el pobre no sabe que decir, desde que salimos del despacho de Benjamin se ha mantenido en silencio.

Cuando llegamos a su auto no puedo más y me sueltos llorar como lo he hecho todos estos últimos días. El duda un poco, pero después se acerca a abrazarme y tratar de consolarme, dándome palmadas en la espalda.

—Deberías comer algo—sugiere—no lo has hecho en todo el dia.

—No tengo hambre—le digo entre sollozos.

—No lo hagas por ti, hazlo por el niño que llevas en tu vientre. 

Accedo.

Después de calmarme un poco, subimos al auto y me lleva a un restaurante, ya en el lugar el solo pide un refresco, insisto en que no tengo hambre pero me ordena una hamburguesa de pollo con papas. Casi me obliga a comer, y repite qué lo haga por bebe.

De la nada quiero llorar de nuevo.

Esta vez no duda en pasar su brazo por mi hombros.

—Es mi culpa—murmure.

—¿Qué?

—Lo que paso, yo fui muy fría con el esas últimas semanas y por eso busco a otra.

—No entiendo que quieres decir.

Recargo mi cabeza en su hombro dejando que el llanto me tome de nuevo.

—Que fue mi culpa, si no le hubiera fallado como esposa quisa esto no habría sucedido.

Suspira.

—No es tu culpa, Allyson.

—Sí lo es, me enfoque tanto en mi, en ir a terapia, en convencerme de debia darle lo que quería, que no pensé en él, lo deje solo y por eso busco el amor de alguien más.

—Estás equivocada cariño, nada justifica que te haya faltado al respeto de esa manera, un hombre no es infiel por naturaleza, es infiel por decisión propia. Si el te amara de verdad no lo hubiera hecho... 

Mi memoria no para de recordar nuestros momentos juntos, desde aquel día que lo vi por primera vez en el instituto, cuando nos conocimos oficialmente en mi casa, la primera vez que salimos, el día que nos besamos por primera vez... todo.

Incluso cuando firmamos ese contrato, y la celebración privada que se hizo para la boda. Como las cosas cambiaron a partir de ese momento, y en el evento ninguno de los dos mostró interés en aquello.

Se volvió un completo idiota, incluso más de lo que ya lo era pero después de la muerte de mi madre hicimos las pases, ambos intentamos que ese matrimonio funcionará y lo logramos... hasta que pasó lo que pasó.

Inconscientemente acarició mi vientre. del cual ya se me nota el embarazo, tuve que usar una camisa dos tallas más grandes para que Ryan no lo notara. 

—Perdón por... esto—me disculpo—Solo debías acompañarme a firmar y hemos terminado aquí con una hamburguesa a medio comer y tu hombro lleno de mis lágrimas.

Mi disculpa lo hace reír.

—Sí necesitas un hombro en que llorar, aquí estoy, no te preocupes por eso.

No estoy muy segura de la decisión que tome, volver a intentar algo con Ryan sería exponerme a que vuelva lastimarme,y no solo a mi si no a mi hijo también, pero lo cierto es que la mayoría de veces tomo decisiones impulsivas sin pensar en que oarñsara después.

Como cuando decidí no contarle a Ryan sobre su hijo después de ese encuentro con su madre. Por un tiempo creí que en realidad él si había había formado otra familia, pero el día que volvió a buscarme supe que no, o eso crei. ¿Por qué si alguien es feliz buscaría a su ex pareja?

Solo significaba una cosa, que no lo era.

Pude en ese momento revelarle todo pero pudo más la rabia, la rabia de saber que aun lo quería. Eso mismo me llevo a terminar la relación Cameron, yo intente olvidarme de Ryan, pero parecía imposible.

Por una temporada también intente salir con otras personas, pero al enterarse que tenía un hijo dejaban de llamarme porque creía que yo solo buscaba un padre para él.

Pff, idiotas.

Después decidí no hacerlo más, porque tratar de olvidar a una persona la cual amaste hasta el alma nunca es fácil, y menos intentarlo con otra persona. Doy por hecho que el afamado dicho con un clavo sacas otro no es verdad. Afortunadamente nunca pasó nada más allá, todo siempre terminaba en la primera cita, cuando mencionaba a mi hijo, porque claro que no lo iba a negar. Algunos fingían ir al baño para después huir y dejarme botada con la cuenta, otros tenían la decencia de, al menos quedarse hasta finalizar y pagar, pero jamás volvian a contactarme.

La realidad es que nuca les tome importancia, porque seguía pensando en quien no debía. Katy quiso convencerne de hacerme un perfil en Tinder, pero después de todas esas citas fallidas no lo logro. Decidí enfocarme en mi, en mi hijo y en mi familia,

—¿Volvieron?—pregunta Katy al otro lado de la mesa.

Me he dado un tiempo para salir con mi mejor amiga, hace mucho que no lo haciamos y casi no nos hemos visto desde que cambie de empleo.

—Algo así—me encojo de hombros.

—No, no, no ¿Cómo que algo así, Allyson? Volvieron, están juntos de nuevo.—No se si el rostro de mi amiga es de felicidad o perplejidad.—Queda más que claro.

—Sí, dale.

—Lo supuse desde el momento en el que vi a Voldemort en la en la oficina. Pero no creí que fuese tan pronto.

—Pero es solo por Jake, ¿Vale? —aclaro—para que pueda tener una familia.