Nunca pensé volver a tu lado

Capítulo XXIV

Allyson.

—¿Me estas diciendo que Jamie asesino a mi madre?

Por accidente había escuchado su conversación con ese tipo cuando me devolví por mi blazer qué había olvidado.

No podía creer lo que me estaba diciendo, ahora entendia parte de todos sus humillaciones. Me odiaba porque Josephine era mi madre.

Toda la vida me habían dicho que yo era como su clon, que mamá y yo éramos idénticas en todo, el rostro, los ojos, el cabello, todo. Lo único diferente era que en la forma de ser me parecía más a papá.

—No es un hecho verídico, pero te prometo que lo descubriré—Ryan me mira.

—Sí mi mamá y ella eran amigas... ¿Por qué...?

—No hay que hacer suposiciones—me interrumpe—hay un segundo sospechoso y, ya contrate a un detective para saber toda la verdad. Siendo sincero a mi se me hace extraño qué si eran tan amigas ella hiciera eso.

La cabeza me empieza a doler, no se si por todo lo que acabo de revelarme o por que no he dejado de llorar.

—Aun no entiendo que tiene qué ver Sophie con ellas.

—Es lo que quiero saber yo también.

No me imagino lo que ha de ver sentido al enterrarse que Sophie lo adoptó solo por el dinero. Debe ser horrible pensar que la persona que creías tu madre no lo es y además de eso solo te uso.

—Mi cabeza va a estallar—susurre con el dolor latente. 

—Te llevaré a casa—toma mi mano y me pone de pie.

No estoy de acuerdo en irme porque aun tengo cosas que hacer, pero tampoco me opongo.

Ha sido un día muy extraño, con lo que ha pasado hace apenas unos momentos, y saber que en realidad el accidente donde mi madre murió fue provocado ha sido un golpe fuerte.

Lo que creía era una mentira, y una persona en especial me había quitado a la persona que más me ha apoyado en mi vida. Y con eso no solo me quito a mi mamá, también se llevo a mi padre con ella, porque desde que ella murió mi padre se aisló del mundo. Ahora ya es diferente pero en es tiempo me dolía ver a papá de esa manera. 

Cuándo quería visitarlo no me permitía estar, se encerraba en su alcoba a beber, y me daba rabia ver a mi padre así y no poder hacer nada.

El día que regrese a casa lo confronte sobre eso.

«—¡No puedes seguir así!—le grite pateando las botellas vacías qué había en el suelo—desde que estoy aquí no has dejado de tomar.

Esto es lo que soy ahora—dijo arrastrando las palabras, intentó ponerse de pie pero no pudo.

—Eres más que eso, papá.

Habían pasado casi dos años de la muerte de mi madre. 

—Tu madre era todo para mi, ella se fue y ahora no tengo ningún motivo para seguir viviendo.

Sus palabras me hicieron llorar más. ¿Yo no era motivo suficiente?

—Por favor, papi, te necesito ahora más que nunca.

Estaba sola en esto, se que cuento con mi mejor amiga Katy pero ella también tiene su vida, y mi otro amigo es mi abogado, quien más me ha apoyado estos días lejos de Ryan, después del divorcio.

—Yo necesito a tu mamá—murmuró derramando más lagrimas.

—Y yo necesito a mi papá—me acerque hasta quedar de rodillas frente a el—, yo también extraño a mamá, pero ahora necesito enfocarme en alguien más. Papá, estoy sola, Ryan no estára más conmigo y no podré hacerlo sola, por eso regrese, porque te necesito.

Pude buscarme un un departamento yo sola, o aceptar la propuesta de mi mejor amiga e irme a vivir con ella ahora que ya se independizó.

—Perdoname hija, pero si no tengo algún otro motivo para vivir, no...

—Estoy embarazada—le solté de golpe—si yo no soy motivo suficiente al menos hazlo por el, ya perdió a su abuela sin siquiera conocerla, no quiero que también pierda a su abuelo.

Supongo que eso lo hizo sentir aun más mal, porque de pronto colocó su manos de manera que ocultaba su rostro y comenzó a llorar como un niño pequeño.

—Claro que si eres motivo suficiente, mi Allyson, perdoname por ser un idiota.—sollozo

No tengo nada que perdonarte.

—Te prometo que dejare el alcohol, solo dame tiempo.

—El tiempo que necesites, papá.»

Después de eso papá dejo de beber como me lo prometió, y llevamos una relación muy linda padre-hija. Pero hay veces en las que el recuerdo de mi madre aun lo afecta, y a mi también.

A veces encuentro a papá en su habitación, sentado en la cama viendo el lado donde mamá dormía siempre, y aunque ya no toma alcohol, se que llora por ella al igual que yo.

Lo único que quedaba era vivir con su recuerdo.

Llegamos a casa, aun es un poco temprano así qeu no hay nadie en ella, incluso Celia tampoco se encuentra.

Dejo mis cosas en el sofa, y me giro hacia Ryan.

—Te prometo que muy pronto sabremos la verdad—reitera antes de que yo pueda decir algo—. Y yo pasaré por Jake al colegio y lo traeré a casa ¿vale? Para que tu descanses un poco.

—Gracias—lo único que hago es abrazarlo, recargando mi cabeza en su hombro.

Me corresponde dejando leves caricias en la parte superior de mi espalda.

La pregunta que me había hecho en su oficina volvió a mi cabeza ¿Quiero estar con él? ¿De verdad quería estar a su lado otra vez?

No lo sabía.

Era como si parte emocional me pidiera a gritos que estuviéramos juntos, pero mi parte racional se negara totalmente, es decir ¿qué me aseguraba qué no volviera a lastimarme? ¿Que no volviera a hacer lo mismo de hace años?

Así mismo me pregunte también, ¿Cúando olvidaría aquello? No lo sabía tampoco.

Mi lado racional tenía razón en algo, si aun no podía perdonarlo no debía seguir con esto. No debí iniciarlo en primer lugar. Pero me deje llevar por la ilusión de darle a mi hijo la familia que se merece.




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