14 de Noviembre.
El día está soleado, hay pocas nubes y la probabilidad de lluvia es mínima. En un día tan especial no debería llover, porque pa unos la lluvia significa tristeza.
Es un día de felicidad absoluta para algunos.
Para otros no lo es. Oficialmente se ha declarado la sentencia de prisión a algunas personas que cometieron crímenes atroces. Para otras personas, la noticia de lo que esta a punto de suceder ha sido como una patada al hígado. Y por más que hagan no podrán impedirlo.
Las luces decoran el jardín del patio trasero, una mesa yace frente a dos sillas cubiertas por una tela color blanco, y un lazo color azul cielo. Tras de ellas se encuentran algunas sillas decoradas de la misma manera. El arco floral reluce en todo el lugar, el pasillo esta lleno de pétalos de rosas blancas, y los invitados están cada uno en su lugar.
El pequeño Jake sostiene con ambas manos un larguero con dos argollas de compromiso en ella, tiene una gran sonrisa en el rostro. Pero no más grande que la de su padre, qué espera en una de las sillas frente a la mesa. Tras ella, se encuentra una persona de traje. Entre los invitados están solo personas que han sido testigos de esta historia, y otras que no, sin embargo son cercanos a la familia.
—¿Dónde está Gwenn?—susurra Charlie en el oído de Doug.
—Debe estar embriagandose por ahi—responde el pelirrojo.
—¿Por qué no está aquí?
—No está invitada, es obvio, Charl.
—¿Por qué no la invitarían?
—Amigo, es la hater número uno de Allyson—esta vez quien respondió la pregunta fue Vinnie—. Te apuesto lo que quieras a que, si estuviera aquí en este momento sería quien gritara "yo me opongo, señor juez"
—¿Es posible hacer eso en una boda civil?—Charlie arrugó el entrecejo.
—Da igual, es mejor que no esté aquí—habló Doug.
—¿Y Stella?
—¿Hace falta explicar?—Doug miró a Charlie con rostro de "¿es en serio?" el comprendió de inmediato qué debía cerrar la boca.
En la celebración también se encontraban algunos empleados de la empresa de la cual ahora Allyson era vicepresidenta, por ordenes de Ryan. Entre ellos estaban, Ferna acompañado de Danna y su recién nacido, Alice con su pareja, Joice es acompañante de Vinn, y Charlie y Doug han asistido en solitario.
Por otro lado se encuentran Katy y Eric como una pareja oficial. Jamie asistió con su marido, Ramona se encuentra con sus hijas Chiara y Anna, y el más reciente integrante de la familia, el ahora esposo de Anna. Cameron y Elizabeth también se encuentran, han discutido antes de llegar por qué ella no quería usar el vestido que Allyson propuso para ella. Según sus palabras era ridículo, incomodo y muy, muy, pero muy escotado. Al final su novio la convenció de usarlo, pero se arrepintió en el momento en el que vio que Kay, Alice y Danna llevaban exactamente exactamente el mismo vestido.
Clint esta ubicado hasta adelante, a un lado del pequeño Jake, quien lleva un traje de tres piezas con un corbatín color azul en el cuello. Harrison en alguna esquina, mira hacia el cielo pensando en su difunta esposa e hija. Pensado en que ambas deberían estar viviendo estos momentos de felicidad junto a él, su yerno, y su nieta.
Gabriel se encuentra en la habitación de Allyson, como alguna vez Josephine lo estuvo.
—¿Estas segura que quieres usar ese vestido?—pregunta Gabriel.
—Sip—responde Allyson tras un gran suspiro—. No es el mismo, pero es lo más parecido qué encontré.
—¿Entonces por qué compraste un vestido de novia?
—Ese será para después papá.
—Vale.
El primer impulso de Gabriel úes limpiar el sudor de sus manos en su pantalón, el está mucho más nervioso qué Allyson.
—Hija...
—¿Mhmm?
—Esta vez no hay contrato de por medio.
—Lo sé, papá.
—Esta vez será para siempre.
—También lo tengo presente—responde tranquilamente.
—Aunque también existe el divorcio, y en cualquier momento Cameron puede ayudarte como lo hizo hace años y...
—Papá, el divorcio no será necesario esta vez.
—Dios mio—él deja salir el aire contenido—entregaré a mi hija en el altar otra vez.
—La última vez no fue así—ríe Allyson tratando de aligerar el ambiente.
—Por supuesto que no, la última vez solo eran tres años. Ahora... ahora será para siempre.
—Y voluntariamente.
—Esta vez es diferente, hace tres años sólo eras tú. Ahora serán mis dos tesoros más preciados... mi nieto y mi hija.
—Estaremos bien, no tienes de que preocuparte.
—Bien, es hora de empezar.
Allyson baja de brazo de Gabriel, lleva un vestido casi idéntico al qué uso en su primer casamiento con Ryan.
Ambos quisieron que fuese todo igual que hace diez años, con la diferencia que esta vez si tienen algunos invitados. Invitados qué se ponen de pie en cuanto llega al lugar donde ambos firmarán por segunda vez un acta de matrimonio. Solo que esta vez sin un contrato de por medio.
La boda civil se realiza con exito, Allyson y Ryan se dan un pequeño beso cuando el juez los declara marido y mujer ante la ley. Todos aplauden mientas Greg, otro de los invitados realiza algunas fotografías de recuerdo.
Un momento pequeño de celebración, antes de gran momento. La boda civil ya ha sido realizada, sin embargo esta vez, se unirán ante el sagrado sacramento de Dios.
Allyson sube a su habitación acompañada de Kay, ahora si esta nerviosa. Nunca pensó en unir su vida a la de Ryan bajo el juramento y la bendición de Dios.
Su vestido brilla al igual que la ilusión en su rostro. Creía que jamás se vería vestida de blanco y ahora está a solo unos segundos de casarse por la iglesia. Un sueño que tenía desde mucho tiempo atrás y veía imposible cumplirlo.
—No llores, arruinaras el maquillaje—la reprende su mejor amiga.
Editado: 10.05.2024