Nunca permaneceremos juntos

Ariadna alejándose de Teseo

Solo quería oír las olas

y tu respiración.

No sé en qué momento

la música me taponó los oídos

y dejé de escucharme.

Sentí

tu tacto

áspero

que acariciaba mi piel

fina.

Nuestras manos se encontraron

en la oscuridad

con la facilidad que otorga la luz

y el hilo de Ariadna.

Este laberinto

sin muros,

con salida,

no tiene escapatoria.

Es tu vida,

dices,

es tuya y tienes que vivirla tú.

Me aprietas sin darte cuenta

contra ti:

nuestros cuerpos se despiden.

No quiero que te acabes,

no soporto el olvido de estos sentimientos,

de este verano,

de este error.

Olvídate de mí,

pero ya eres pasado,

ya eres el recuerdo de un recuerdo,

ya eres lo que una vez fuimos.

Olvidarte es caminar por la playa

en línea recta

hacia el horizonte.

 

Tienes los ojos del color del mar

iluminado por las luces del hotel.

Tienes la vida que todavía no has vivido,

tienes el tiempo,

el mío,

el que te regalo,

y tienes espacio

para volar

lejos de mí.

Tienes los ojos de todos los azules

que no he visto,

ni veré,

porque tú lo harás por mí.

 

Si no he sido fiel en el amor

solo ha sido

por fidelidad a los fantasmas.



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En el texto hay: poesia, poesia y relatos, poesia de amor

Editado: 09.06.2020

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