Camilo había logrado conquistar a Stella y allí estaba, en su departamento, tal como la deseaba. Sus manos recorrían su cuerpo automáticamente en un acto instintivo sin sentimiento, solo una simple necesidad biológica. Para el, el amor no era posible. El hecho de ser fiel, monogamico, dependiente de una única mujer no entraba en sus cálculos. Mucho menos el concebir hijos, pasar toda una vida junto a la misma persona, tener un corazón dependiente de otro al punto de no creer en la vida sin esa mujer… ¡NOOO! Eso nunca.
Hombres así eran débiles, frágiles, unos simples botarates. Jamás había sentido celos porque su frialdad no se lo permitía. Lo suyo era disfrutar de su vida de soltero y de su dinero, al máximo. Con cada conquista crecía su orgullo y con él, su fama. Stella era un premio que había anhelado largamente y ahora estaba en su cama, tal como había planeado. Recorriendo su cuello recordó el sensual escote de Rocío y se preguntó cómo había llegado ese monstruo femenino a su mente. No, algo estaba mal en él. Aquel ser humano no era digno de uno solo de sus pensamientos y, sin embargo, lo evocaba una y otra vez. Algo defectuoso definitivamente se había apoderado de él, no estaba bien, no, esa mujer no podía bajo ningún concepto alterar su vida social.
Fue rápido, monótono y automático y luego de eso, un adiós. “Ni sueñes con un nuevo encuentro” pensó al despedirla.
Rápidamente inicio una conferencia entre los cuatro en su notebook. Necesitaba descargarse con alguien y que mejor que aquellos tres idiotas que tenía por amigos.
_Creo que estas mal, definitivamente peor de lo que pensaba_dijo Ramiro riéndose_Es solo una fiesta, no puede alterar tu vida de semejante forma.
_Yo creo que es esa tal Rocío, hermano. No lo niegues_ agrego Lucas con cierta malicia.
_No seas imbécil, Lucas. Nadie se me resiste y menos ese monstruo femenino de generosas curvas_ murmuro el sin concebir lo que sus labios dejaban escapar.
_ ¡Entonces no es tan fea, después de todooooo!!_conjeturo Maximiliano sorprendido_ Te movió el piso, es eso definitivamente.
_NUNCA_afirmo rotundamente Camilo_Nadie me afecta. Todas caen a mis pies, todas. No soy como ustedes, que mueren por sus parejas. El amor no es lo mío: Yo lo sé y ustedes también.
_ ¡A que esta no! _ sostuvo Ramiro totalmente convencido.
_¿Me estas desafiando?_ quiso saber Camilo sin lograr concebir la desfachatez de su amigo.
_Si, exactamente. Te estoy retando_ afirmo convencido.
Se hizo un largo silencio durante el cual los cuatro permanecieron esperando que alguien rompiera esa tensa atmosfera que los asfixiaba.
_Una apuesta!!_ exigió Ramiro.
_Estamos grandes, boludo. Ya no somos chicos_ musito Lucas.
_NOO, me gusta la idea. Una apuesta…pero por plata, sino no tiene emoción_Dijo Maximiliano_Yo creo que esta mina te puede. Por eso estas asi, hecho una piltrafa.
_Pero no la viste, es lo menos femenino del mundo. Con un carácter de los mil demonios, se viste como hombre, nunca se le conoció pareja, vive para el laburo. _ reconoció Camilo _No es mi tipo.
_ ¿Te estas echando para atrás? _pregunto Ramiro.
_JAMAS_afirmo Camilo.
_Entonces te doy un mes para ganártela.
_Eso implica…
_Todo_ lo interrumpió Ramiro.
_Ok, en menos de treinta días la voy a tener acá, en mi casa comiendo de mi mano. ¿De cuánto estaríamos hablando?
_Diez mil_ propuso Maximiliano.
_Quince_ sostuvo Lucas.
_Veinte mil_ afirmo Camilo totalmente convencido_ Veinte K verdes. Se van a comer sus palabras. Puedo asegurarles que la voy a seducir hasta enloquecerla. Ninguna mina se me resiste, eso ya lo saben los tres.
_Mira, alguna vez en la vida uno se come las palabras que dijo y yo pienso que esta vez te llego tu San Martin. Yo la conozco bien a Rocío y no es un hueso fácil de roer. Viene de una historia complicada, amigos. _ aseguro Ramiro.
_Mejor, me encantan los desafíos.
_Esperemos que no seas tú el que caiga en sus redes porque hasta el momento eres tú el alterado. A ella no se le debe mover un pelo. Seguro que está en su casa disfrutando de una película pensando en lo imbécil que puedes llegar a ser cuando te lo propones. A todos nosotros nos llega el momento de sentar cabeza. Solo faltas tú. Eso de que no crees en el amor es una excusa. _ dijo Lucas.
_Les prometo que voy a ganar.
_ ¿Y compraras un anillo de diamantes? _ quiso saber Maximiliano en un vano intento por molestarlo.
_Eso Nunca va a pasar.