Nunca Serás Mío.

01| El nuevo.

Este libro esta hecho con mucho esfuerzo y amor. 
Dedicado al angel que me cuida desde el cielo ~ Mi Abuela ~

Capitulo 1: Donde la historia comienza.

Desperté un día lunes, era irritador asi que imaginen el mal humor y las pocas ganas de levantar que tenía de mi hermosa camita, y aún peor si esa misma mañana tenia dos exámenes. Yo me preguntaba, ¿a qué clase de profesor loco se le ocurre darnos un examen un lunes?, encima en la segunda semana de inicio de clases. Nos hacian estudiar obligadamente los fines de semanas mientras ellos descansaban, que injusticia.

Me levanté perezosamente de el amor de mi vida, la cama por supuesto. Me dirigí hacia el baño a darme una ducha mientras ponía alguna que otra música por la pantalla, Intentions de mi poderosisimo Diostin sonaba a todo volumen, mis padres no me regañaban por ello ya que es mi hábito desde que era pequeña, además me ayudaba a despertarme mejor y ha no estar con mala cara toda la maldita mañana.

Salí de bañarme y me puse unos pants de color vino y un croptop blanco, a mi cabello lo dejé suelto ya que aún seguía algo húmedo. Estaba entre desayunar en casa o en la cafetería del instituto junto a mis dos mejores amigos, Susan y Nick.

Susan era una chica alta y delgada, el centro de atención por su cabello Colorado natural. Era el diablo mismo cuando la provocaban, cosas que no querias oír nunca salían de su boca cuando eso pasaba. En cambio Nick era completamente diferente, cuando le decias algo ofensivo o que sea duro, lloraba. Excepto para personas que no ocupaban espacio en su gran corazón, para ellos era imposible provocar esa reacción en el.

Después de haber pensado en esos dos bobos, había decidído optar por la segunda opción, iba a desayunar en el instituto, además no los había visto en todo ese fin de semana, seguro habriamos podido hablar allá. Moría por escuchar todas las historias que inventaba Susan solo por que quería lograr poner celoso a Nick. Larga historia.

Bajaba rápidamente hacía la cocina que era en donde seguro se encontraban mis padres tomando su café de todas las mañanas.

Y como suponía, allí estaban —¿Pa, me llevas? —decía mientras le regalaba una de mis hermosas sonrisas solo para el.

Mi padre me miraba extrañado y levantó una ceja — ¿Ya es hora? — Notaba su molestia.

Mi madre mientras tomaba un sorbo de su café miró hacía el reloj que estaba en la pared —Chiara hija, vas a llegar tarde —deciá ella algo furiosa.

Ambos voltearon a verme con intriga — ¿No vas a desayunar? —decian ambos al unisono.

Me encogí de hombros y sonreía forzadamente —No, lo hare en el instituto —dudando dije, ya que pensaba que a ellos no les agradaria esa idea.

Mi padre se acercaba a mi y me sobo el brazo —Esta bien Chiara, no te preocupes —decia seguido de alcanzar sus llaves del auto.

Caminamos hasta donde se encontraba el bebé de papá —Hija, debemos hablar de algo super importante contigo —dijo este mientras se sentaba en el copiloto, ya que mi mamá estaria conduciendo ese día.

— ¿No sera sorpresa?

— ¿Sorpresa?, nunca acordamos de que seria sorpresa, ¿O si?

—Enton-

— ¡Basta!, ¿hablar de que?, ¿sorpresa? —Tenía esa maldita costumbre de que interrumpia a cualquier persona. —Vamos, estoy esperando una respuesta.

Ellos solo me miraban con nerviosismo, sabía perfectamente cuando mis padres me ocultaban algo —Calma hija —decia mi padre mientras daba un profundo suspiro —Hablaremos de eso, pero a su debido tiempo —Miro a mi madre asintiendo —Solo debes de esperar, nuestros planes deben salir a la perfección.

¿Planes?, ¿De que hablaban? Seguro debió haber sido algo bastante importante para ellos — ¿Entonces debo esperar? —dije algo desilusiónada —¿Es algo malo?

Como me esperaba de ambos, me ignoraban por completo —Estamos llegando Chiara —decia mi madre aclarando su garganta.

Me cruce de brazos enfadada —Gracias por cambiar de tema, son los mejores.

—De nada.

¿Es en serio?

Habiamos llegado a mi destino, el instituto. Tuve el descaro de ni siquiera despedirme de ellos.

¿Sorpresa?

Cuando entre, no habia absolutamente nadie en los pasillos. Genial Chiara, habias llegado tarde de nuevo, en la segunda semana de clases. Seguro y hasta perdi mi lugar en el salon.

Corria hacía el, lo mas rapido que podía. Y si, cuando logre llegar, todos estaban en clases.

—Señorita Harrison, llega tarde otra vez —dijo la profesora mientras yo aparecía por aquella puerta.

—Lo siento, no volverá a pasar —agachaba mi cabeza por la vergüenza que me causaba.

—Tome asiento —decia con voz fria.

Asentí y me paré en medio de la clase para buscar un asiento libre pero no había ninguno —Disculpe profesora, pero no hay ningún lugar disponible.

Esta fruncio el ceño y busco entre todos los alumnos —Sientese junto a Morgan, el nuevo integrante de la clase.

¿Nuevo integrante?

Me dirigía hacia el, quien me miraba atento con una sonrisa en el rostro, sus ojos profundos de color celestes me penetraban tanto que lograba ponerme incómoda, ¿Quien era?, ¿y como se atrevia a mirarme de esa forma?

—Thomás Morgan.

Pero como diablos sabia que.... —Hola —dije seca por la incomodad que este me causaba.

El chico de ojos color cielo ni siquiera me respondio, asi que me sente a su lado sin más que decir....

Incomodidad.

Incomodidad.

¿No les pasaba que aveces sentian que alguien en especifico no les quitaba la mirada de encima?, exactamente eso me estaba ocurriendo.

Solte un suspiro y hable — ¿Tengo algo en el rostro?

El se acercaba a mi y decia —Tu nariz...

¿Mi nariz?

Arrugue mi frente como lo hacia siempre que no entendia algo — ¿Que tiene mi nariz? —Le decia aun con tono seco.

El solo sonreia libremente —Es pequeña.

—Morgan y Harrison, no es horario para hablar —decia la profesora mientras escribia en el pizarrón sin sacar su vision de allí.




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