Camila Lansford.
«Viendo borrosas las líneas estás intoxicándome»
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De pequeña, lo recuerdo todo demasiado bien, solía decirle a mi mamá que me casaría con un príncipe encantador, que sería tan guapo como el mismísimo Henry Cavill.
Lo sé, bastante infantil de mi parte.
Y ahora, para la edad que tengo, viendo todo aquello y como ha avanzado mi vida desde que cumplí 17 años me doy cuenta de que yo padecía de algún trastorno mental o algo parecido, ya que mi novio no era un príncipe encantador.
Y mucho menos guapo.
Le quería mucho a Víctor y le tengo muchísimo aprecio, pero aquella flama había sido apaciguada, ya no quedaban rastros del amor que sentía por él hasta hace un año. Todo cambió desde que William apareció en mi campo visual.
(No entendía si para bien o para mal)
Y ahora me encontraba en un dilema; no saber que hacer con todo lo que estoy sintiendo. William… William me interesaba de una manera abrasadora, era aquella flama ardiente que llegó a iluminar mi noche oscura, comenzaba a gustarme más de lo aceptado.
—Camila, ¿estás lista?
Valencia ingresa a mi habitación con su bolsa de playa en su antebrazo y con su novio detrás de ella.
—Ya casi. —. Termino de pasar por mis labios un bálsamo de coco, para la hidratación de ellos.
—¿Qué tanto te arreglas, Lansford? Vamos a la playa… —. Argumenta, Simón.
—Ya déjala amor quiere ponerse guapa. ¿A qué no, Camila? —. Voltea a verme mi amiga.
Yo asiento tomando mi bolsa y comenzar a seguir sus pasos fuera de la alcoba.
—Simón no conoce nada. —. Murmuro confidencial con mi amiga, ella se carcajea.
Al bajar a la planta nos encontramos con los hermanos Beckinsale tomando el desayuno y entre ellos, se encontraba mi perdición.
William se veía tan atractivo con aquella playera blanca, y con su cabello castaño desordenado. A su costado estaba otro chico guapo, con los mismos rasgos de Wil.
—Ah Camila, hasta que te encuentro mi amor. —. Mi cuerpo entero se revuelve al segundo en que Víctor rodea mi cadera con su brazo.— Ven que quiero que conozcas a mi primo.
¿Primo? Según él su papá no tiene hermanos.
El chico guaporras que estaba junto a William se pone de pie en dirección a dónde estamos nosotros. Su aspecto era uno mucho más formal, camisa formal celeste y bermudas negras. Y su cabello, ordenado e impecablemente peinado a un lado.
—Camila Lansford él es Ben Beckinsale, primo de William y Fanny pero también mío de corazón —. El chico cortésmente extiende su mano.
—Ben. Es un gusto conocerte finalmente, este soquete no para de hablar de ti. —. Y ladeó su cabeza apuntando a la derecha; dónde estaba William viéndonos.
Maldición.
—Espero sean cosas buenas. —. Y yo igual, le devuelvo la mirada a William.
“Luces hermosa”
Leí en sus labios seguido de eso, me regaló la sonrisa más hermosa que nunca antes había visto.
—Bueno ya que conoces a mi primo podemos irnos a la playa. —. Víctor se atraviesa delante de mi cubriendo a William y así llamar mi atención.
»—¿Lista guapa?
¿Por qué ya no podía ruborizarme con sus apodos o halagos?
Fanny, Simón, Valencia, Víctor, William y yo salimos a eso de las nueve fuera de la casa al auto que aguarda por nosotros. Todos entre ellos iban hablando, comentando y hasta riendo, mientras que yo iba más atrás solitaria como siempre.
—¿Te sientes bien? —. Él aparece a mi lado con sus pertenencias en mano.
—Si, solo me mantengo al margen. —. Los problemas no son lo mío. Y Fanny desde que me vio compartiendo miradas con su hermano mayor no para de asesinarme con sus esferas azules.
—Camila… Con respecto a lo que pasó con Melissa en el aeropuerto quiero disculparme contigo. Se que ella no te agrada en lo absoluto y el tener que obligarte a viajar con ella lo arruinó todo entre nosotros. —. Él se detiene delante de mí, me miraba arrepentido.
—Ella será tu pareja y debo acostumbrarme a eso; a tener que verla a diario durante estos viajes. —. Mi pulso tiembla, odiaba a Melissa por el hecho de poder estar soltera y disponible.
—Entre nosotros también puede surgir algo, solo es cuestión de que termines con ese mañoso. —. Y señala al imbécil de Víctor.— Tienes el poder a solo una palabra, no es tan larga realmente. Con decirle en su cara un: “terminamos” y venirte conmigo a Estocolmo tienes, tenemos.
—No me iré contigo a Estocolmo, William. —. Dije firme, recordándole el motivo de nuestras peleas.
—¿Ves a lo que me refiero Camila? Quieres estar con él. —. La vena en su frente palpita a mil, estaba enojado.
—Esto no tiene que ver con él, William. —. Dije lo suficientemente alto como para que solo él pueda escucharme.
Detuvo su andar para girarse de nuevo a mi y verme con decepción.
—Yo siempre estaré esperando por ti, aunque eso implique quedarme solo toda la maldita vida. —. Y vuelve junto a Fanny y Ben para subir al coche.
Vuelvo a dónde Valencia y Simón aguardan por mi para subir al otro coche en dónde solo íbamos nosotros tres, ya que Víctor y Melissa fueron con los demás en el primer auto.
—Camila, quiero decirte que…—. William no necesita de intermediarios que vayan a salvarlo cada vez que tengamos una discusión.
—Solo déjame pensar, Ocasia. —. Ella me comprende y vuelve a hablar con su novio.
Él quiere que deje toda mi vida en Lisboa para huir a su lado a Estocolmo, él lo ve tan fácil porque lo ha hecho antes y tiene experiencia pero yo no y quiero que él lo comprenda.
Tengo unos cuantos años menos que William y aún me encuentro estudiando en la universidad, no pienso tirar mi futuro a la basura por un hombre que no se si me amará toda la vida como tanto promete. El amor muere con el paso de los años y los amantes se olvidan al alejarse, se que aquello lo que siente William es pasión por estar escondidos del resto.
Y no quiero anclarme a él para luego salir herida.
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Editado: 03.11.2024