Nunca te dejaré ir

Capítulo 2: Sven

Tener frente a mí a la hermosa desconocida que me ha provocado fantasías los últimos meses, me parece irreal.

No pensé que tendría oportunidad de verla. Se me pasó por la cabeza que nos encontraríamos de nuevo luego de haberla dejado sin explicación tras haber arrebatado su virginidad. La busqué en cuanto supe que no podía olvidarla y fue fácil sin saber su apellido o donde vivía. Lo único que sabía es que se llama Belle y es diseñadora de moda, así que la busqué en Google y ahí apareció su marca de ropa y el detalle que es hija de uno de los empresarios hoteleros más prestigioso e importantes de Australia. Me intimidó un poco saber que es hija de un millonario, mientras que yo soy hijo de padres de clase media que trabajaron muy duro para darme todas las oportunidades que fueran posibles. Por esa diferencia es que dudé mucho en buscarla en persona. Aun así, ella no parecía ser una snob ni estirada haciendo alarde de su dinero, todo lo contrario. 

Ahora aquí está, tan hermosa como la recordaba, como la primera vez que la vi antes de aquella noche en el bar. Creía que fue un espejismo que desapareció muy rápido y luego de encontrarla en el bar y besarla, me dejé llevar sin pensar en nada más que tenerla.  

Todavía no comprendo como una mujer de su edad seguía siendo virgen y que fue lo que la motivó a dejar de serlo con un desconocido como yo. Quiero pensar que ella sintió el mismo deseo que yo, la química inexplicable que nació después del beso compartido, y decidió rendirse ante los placeres primitivos que puede haber entre un hombre y una mujer cuando hay atracción y lujuria.

—Sí, así parece. —dice con frialdad mientras camina con elegancia y se acomoda detrás del escritorio de vidrio.

Está siendo profesional o está enojada por haberme ido sin decirle nada. Asumo que es la segunda opción. Dudo que recuerde que nos cruzamos una vez hace un poco más de seis meses porque fue un momento, un breve momento que quedó olvidado cuando un chico joven se la llevó a bailar rodeando su cintura.

¿Tendría que explicarle el motivo por el que me tuve que ir? Probablemente, si es que vuelvo a tener una oportunidad con ella.

No debería estar pensando en acostarme de nuevo con ella, ni con nadie. Tengo que enfocarme en mi trabajo y conseguir una vida más estable para poder pasar más tiempo con mi hija y que no se olvide de mí. Ahora que está creciendo, es cuando más presente debo estar y evitar que el novio de la madre de mi hija ocupe el lugar que me pertenece a mí.

—Eres una de las dueñas del lugar. La señora Tyson Carter me dijo que tú eres quien daba el visto bueno a mi contratación.

—Así es. Me dijo que tu especialidad es la fotografía de paisajes. —inquiere con aire profesional, mirando mi portafolio abierto sobre su escritorio.

—Sí, en su mayoría.

—¿Por qué quieres trabajar con nosotros? Nos dedicamos a la moda.

¿Qué puedo decirle? ¿Qué la moda no me interesa mucho, pero quería verla a ella y creí que esta era una forma de acercarme? No creo que me tome en serio si le digo eso, al contrario, me tomará como acosador, llamará a seguridad para que me saque de aquí pidiéndome que no vuelva a acercarme a ella.

—Me gusta innovar y cambiar un poco. Busco un trabajo más estable para establecerme en Sidney y este me pareció un buen lugar para comenzar. Amo los desafíos.

Apoya las manos sobre el escritorio con delicadeza y relame sus labios, enviando una descarga eléctrica a mi ingle.

—Me alegra que te gusten, sin embargo, no necesitamos un fotógrafo que ame los desafíos, sino que sepa sacar buenas fotos de los atuendos, de las modelos y del desfile en general para nuestro sitio web y la publicidad. Este desfile es muy importante para Blue y para mí. Es el ascenso de nuestra marca a otro nivel y todo debe ser perfecto.

Me gusta que hable con seguridad y energía. Puedo ver que es pasional en su trabajo, tanto como lo fue en las sabanas, entre mis brazos, y eso me gusta. Admiro a las mujeres independientes, seguras y que saben alzar su voz.

—Lo sé y te puedo asegurar que puedo con el trabajo. Puedes hacerme una prueba. Si las fotografías no te gustan, puedes quedártelas sin costo alguno.

—Debería decir que no hay tiempo para pruebas, no obstante, no puedo darme el lujo de rechazar esa propuesta porque no estamos quedando sin opciones. Blue me mata si echo a otro fotógrafo.

—¿Ya has echado a otro?

—Sí, el último estaba más enfocado en seducir a las modelos o mi socia casada que en hacer su trabajo.

Sonrío.

No me interesa acosar modelos. No son de mi interés. Tampoco su socia, pero en el caso de Belle es diferente. Si bien puedo hacer mi trabajo de forma impecable y profesional y luego enmendar las cosas con ella y retomar en donde lo dejamos.

Dije que no haría nada si la volvía a ver, pero tenerla en frente cambia todo y lo de buscarla para disculparme y calmar mi conciencia, ya no está vigente en mi mente.

—Soy profesional, te lo aseguro. No puedo darme el lujo de recibir una demanda por acoso y no ando por ahí seduciendo mujeres al azar, menos si trabajo con ellas.

—Yo diría que te encanta seducir mujeres al azar, pero tal vez me equivoque.




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