Nunca te dejaré ir

Capítulo 3: Belle

Intento parecer profesional y no demostrar que la presencia de Sven me altera un poco porque no quiero quedar como una ex virgen despechada que sigue deseando al hombre con quien perdió la virginidad. 

Sven es muy guapo, demasiado, y eso no es bueno cuando a mí me toca ocuparme de las sesiones de fotografía y revisar las fotos al saber más que Blue. De solo pensar en trabajar con él, tenerlo cerca después de lo que paso entre nosotros hace que todos mis nervios se activen, sin embargo, no puedo darme el lujo de rechazarlo como fotógrafo porque es bueno. A pesar de no saber nada de moda, sabe lo que hace y se muestra muy profesional con las modelos. No cobra una locura por su trabajo y eso es otro punto a favor que debo tener en cuenta.  

No puedo no contratarlo por causa de que me acosté con él y mi cuerpo reacciona ante su cercanía. Tengo que ser profesional y ver lo mejor para mi trabajo, tengo que ser imparcial y dejar mi vida personal fuera de la laboral.  

Si decido contratarlo, puedo ser profesional y suprimir mi deseo. Afortunadamente, tengo mucho trabajo y prometí cuidar de mi sobrina un rato para que Blue y mi hermano salieran a tomar algo sin su hija. Milka dijo que me ayudaría a malcriarla y eso haremos.  

—Muy bien, creo que por hoy es suficiente—la voz de Sven me saca de mis pensamientos—. Descansen.  

Baja la cámara y las modelos se dispersan para desvestirse e irse.  

Sven se mostró profesional durante toda la sesión, fue preciso en sus indicaciones y aceptó mis observaciones sin replicar, demostrando que puede trabajar en equipo y no es un egocéntrico, que no acepta opiniones, aunque sería un tonto si no lo hiciera dado que está a prueba y dejó claro que no es un experto en moda.  

Una de las modelos se acerca a Sven, no hace falta ser una genio para ver que lo hace con interés en él, aunque usa la excusa de ver las fotos. Sven se las muestra de manera superficial sin prestarle atención a ella y cuando esta apoya la mano sobre su hombro. Me quedo expectante al ver como va a reaccionar cuando la voz de mi hermano irrumpe el lugar y me obliga a voltear en su dirección, solo porque viene con mi sobrina en sus brazos.

Me olvido de Sven, de la sesión de fotos y de lo que sea. Siempre me pasa cuando mi pequeña Ayla entra en la habitación. Adoro a mi sobrina aunque no tenga mi sangre.

Mi hermano Liam se casó con Blue, una de mis mejores amigas, cuando estaba embarazada de otro que no se quiso hacer cargo. Mi hermano estaba completamente enamorado de ella y no le importó que la niña que esperaba no fuera de él, tomó la responsabilidad y estuvo al lado de ella todo el tiempo, incluso cuando nació y hoy es su hija. Ayla le dice papá, lo reconoce como tal y mis padres la consideran su nieta. Es una Carter y nadie dice lo contrario. Y si alguien lo intenta, se encontrará con la furia de mi hermano.

Tomo a Ayla en brazos y la lleno de besos que la hacen reír. Es risueña e inquieta. Todo quiere ver, explorar y saber. No dice muchas palabras, pero se hace entender y aunque no lleva la sangre Carter, tiene el carácter de los Carter porque crece bajo nuestra influencia. Dominará el mundo y, para desgracia de Liam, tendrá muchos hombres a sus pies.

Lo bueno es que no se parece en nada al padre biológico, es idéntica a Blue, una mini copia perfecta. A Liam le encanta que sea así.

—¿Cómo está mi mariposa hoy?

—Ohh. —dice levantando las manos.

Liam ríe y me da un abrazo. Desde que está con Blue se muestra más relajado y demostrativo que antes. Me gusta esta versión de Liam.

—Te saludo yo porque me ignoras con tu hija presente. 

Reímos.

—Papá… —dice señalando detrás de mí.

Me giro para encontrarme cara a cara con la sonrisa perfecta de Sven. ¿Qué tiene ese hombre que me produce deseos incontrolables? Yo no suelo ser así. Milka es así. Él tiene algo o no me habría entregado a él tan rápido y sin casi conocerlo.

Escondo el deseo porque él no parece ser de los hombres que se casan, sino de los mujeriegos peligrosos que te rompen el corazón.

Si vamos a trabajar juntos, es mejor dejar el deseo encerrado en un baúl y darle paso a la decencia.

—A este punto voy a poner en duda si me dice papá a mí o así llama a todos porque no conoce muchas palabras. —declara mi hermano con un tinte de celos en su voz.

Sven ensancha la sonrisa y toma la mano de mi sobrina, quien la aparta y esconde su cara en mi cuello.  

—Pregúntale quién es su padre. —sugiere Sven.

Yo lo hago y Ayla señala a mi hermano, quien se relaja y la toma en brazos para darle besos que le encantan.

—Te amo mi mariposa.

—Ya, tú debes irte a tu cita con Blue—agarro a Ayla—. Tu papá se irá y te irás conmigo a casa. La tía Milka nos espera allá y te mimaremos a más no poder.

—No la malcríen demasiado. Blue y yo tratamos de no hacerlo.

—Ustedes son sus padres, nosotras las tías; estamos para malcriarlas. ¿Verdad? —le hago cosquillas y ella ríe escondiendo la cabeza en mi cuello.

—¿Me vas a presentar al hombre presente? ¿Es tu nuevo novio?




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