Nunca te olvide (#3 Secuestrada)

Cap{itulo 17

– ¿Te he dicho que eres la mujer más hermosa del mundo? –Ruedo los ojos ante el comentario del tonto de Steven –Creo que hoy no –Contesto y el ríe –Bonita eres la mujer más hermosa del mundo –Estábamos en un centro comercial –LA MAS HERMOSA –Grita y hace que varias personas volteen a vernos

–Silencio Guapo, no sacaran por ruidosos –Él me toma de las mejillas y me da un beso –La más hermosa –Vuelve a decir

Abro los ojos de golpe y miro a Héctor con Ann, ambos dormidos, miro a los chicos y siguen igual ¿Qué hora será? –Ey, ya despertaste –Volteo a ver a Elizabeth y le doy una sonrisa triste – ¿Quieres que te ayude a poner a los chicos en una posición un poco cómoda para que salgas de ahí? –Asiente y los comienza a mover sin despertarlos

–Gracias ¿Qué hora es? –Le pregunto y mira su reloj de mano –Las cuatro de la mañana –Responde y asiento –Gracias ¿Quieres café? –Asiente y voy a la cocina

–A las 8 le darán el cuerpo a Héctor, sabes que se tiene que preparar poniéndole algo que el siempre usaba –Asiento

–Cuando mi papá murió mi madre lo hizo, realmente no sé cómo obtuvo fuerzas para hacerlo, ¿Quiere hacerlo usted? –Asiente pero a la mima vez niega –Es algo que te toca a ti cariño, me encantaría volver a cambiar a mi hijo por última vez pero no es mi turno

–Puedes hacerlo si gustas, no creo que tenga el valor suficiente como para hacerlo –Ella toma mis manos –Lo podrás hacer mi niña, estoy muy segura que así será, lo necesitas hacer –La abrazo y me pongo hacer el café

–Me quede dormido –Dice Héctor entrando a la cocina – ¿Me darían café por favor? –Agarro una taza y le sirvo, se lo doy y el me agradece –En media hora iré por el cuerpo ¿Querrás que te lo ponga en la habitación? –Asiento

–Bien, entonces pasare a mi departamento a ducharme

–No es necesario, digo lo puedes hacer aquí –El asiente y sale de la cocina

De rato Héctor se va y los chicos despiertan y los hago desayunar a la fuerza ya que no querían, Siento que la puerta se abre y miro a Héctor con el cuerpo de su hermano, camina directamente a mi habitación y agradezco que los chicos se hayan ido a su departamento

– ¿Podrás hacerlo? –Asiento –Bien, nos vemos al rato –Sale y estoy por debatirme si soy lo suficientemente fuerte o no, al final entro a mi habitación y lo miro acostado en la cama, con sus ojos cerrados –Estas dormido amor –Digo para mí, me acerco y toco su mejilla –Yo también te amo –Digo y comienzo a llorar

– ¿Puedo pasar? –Pregunta Elizabeth desde la puerta y asiento –Ella entra y se pone a mi lado –Recuerdo muy bien la primera vez que lo mire con los ojos cerrados, era la primera vez que lo miraba acostado en su habitación, cuando recién había llegado a mi casa ¿Quién diría que me encariñaría mucho con él?

–Yo lamento no haberlo salvado –Digo mirando el cuerpo de Steven, las fracturas que tenía, los chicos lo acomodaron, Nath y Adrien hicieron un gran trabajo –Lamento no haber podido haber hecho más –Sigo diciendo y Elizabeth me abraza

–No querida, no tienes nada que lamentar, no era algo que podías evitar, así lo tenía escrito dios para él, No te culpes corazón –Lloro con Elizabeth en mi habitación, frente al cuerpo sin vida de mi Steven

Y aquí estoy frente al féretro color blanco donde se encuentra el cuerpo sin vida de mi Esposo, desde que comenzó su funeral he estado parada aun lado de él, no he llorado y no es porque no me quiera ver débil, si no es porque realmente no puedo, he llorado mucho, hay algo que no me deja llorar, mis hijos están sentados llorando, junto con Ann y Adam, Las gemelas no han dejado de llorar, ni Elizabeth, Héctor ha estado todo el tiempo a mi lado, no ha dejado que nadie se me acerque

–Mi más grande pésame, en verdad Héctor, es una lástima la perdida de tu hermano –Un hombre se acerca y le da el pésame a Héctor –Gracias Pablo –No me giro a verlo, creo que ya sé quién es, de reojo alcanzo a ver cómo quiere pasar por su lado para darme el pésame a mí pero él no lo deja

–No puedes pasar, en verdad no lo hagas, en un momento más podrán ver a mi hermano pero ahora que ella está ahí no –Vuelvo a poner mi vista a la cara de Steven ignorando lo que pasa a mi alrededor por no sé cuánto tiempo mas

–Andrea vamos, siéntate, no será bueno que estés tanto tiempo de pie, deja que las personas se despidan de el –Lo miro y asiento –Me ayuda a moverme y me sienta en una de las bancas que están más alejadas de las personas, una vez ahí, mis hijos se sientan conmigo

[…]

–Vas a ir quieras o no –Miro a Héctor desafiándolo –Ni me mires de esa forma sabes que no podrás contra mí –Ruedo los ojos y alzo mis manos rindiéndome –Esta bien, pero en donde trabajo no –Digo levantándome de mi asiento




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