Palacio Topkapi (1545)
Narra Nurbanu
Abrí mis ojos con pereza, miré al sultán que dormía a mi lado. Habíamos tenido la noche de bodas. La primera noche junto al sultán, como su esposa legitima. Suspiré. Los aposentos del sultán tenían una vista magnifica. Se veía el inmenso mar, la capital entera y el cielo en su esplendor.
Me levanté de la cama y salí a la alcoba. Me acerqué al balcón y observé el cielo celeste. Corría una brisa suave que me calmaba. Me hacía sentir menos presa, más libre.
-Mi sultana-Me di vuelta, el sultán estaba detras de mí.
Hice una reverencia. Él se acercó a mí y me agarró de los hombros acariciándome.
-Soy el hombre más poderoso Nurbanu, contigo a mi lado iluminándome siento que puedo tenerlo todo y que mi poder es aún mayor.
Besó mi frente con delicadeza, luego se apartó y se quedó mirándome con ojos de amor. Podía ver el amor en sus ojos. Un amor distinto, pero era amor. Hubiese querido sentir amor también, tal vez todo hubiese sido más sencillo.
-¿Quieres que desayunemos aquí los dos juntos?-Me preguntó.
-Como usted lo prefiera, su majestad-Dije.
El asintió. Luego se fue a llamar a uno de los guardias.
-Les diré que preparen todo aquí en la alcoba ¿Qué te parece?-Me preguntó al regresar.
-Será perfecto-Respondí-La vista es magnífica, me encanta.
Luego de unos minutos, Gul Aga llegó. Venía con dos criadas que le ayudarían a prepararlo todo.
-Mi sultán y sultana-Dijo- Aquí tienen sus desayunos-Dijo con felicidad. Luego dirigiéndose a las criadas agregó-Vamos, dense prisa y preparen todo.
Yo miré a las odaliscas, preparando la mesa, acomodando los almohadones y dejando las bandejas con las frutas y demás. Sentí el deseo de ayudarlas. Pero sabía que eso no era lo correcto.
-Muy bien, pueden retirarse-Dijo el sultán una vez que todo estuvo listo.
Gul Aga y las criadas realizaron una reverencia y se marcharon cabizbajos, sin dar la espalda.
El sultán me hizo una seña para que me sentara.
Me senté en el suelo, sobre los mullidos almohadones.
-Quiero que cenemos todos juntos, en el salón principal. Quiero ver a la familia unida. Incluso llamaré a Cihangir para que esté presente-Me comentó.
-Como desee sultán.
-Quiero que pasemos más tiempo juntos como la familia que somos. He extrañado mucho durante la campaña. Quiero recompensar esos tiempos de ausencia. Sobre todo quiero pasar más tiempo contigo- Estiró su mano y acarició mi mejilla.
Sonreí. Era tan bueno cada vez que estaba a mí lado, me sentía mal por no poder corresponderle de la manera que debía ser.
Pero intentaría amarlo.
Estaba caminando sola por los pasillos, cuando doble en una esquina y me encontré a la Valide Sultán con dos criadas y Gülsa tras ella.
-Nurbanu-Dijo al verme- Allah bendiga tu belleza.
Hice una reverencia.
-Sultana.
-Precisamente estaba buscándote. Quería hablar contigo. Vayamos a mis aposentos.
La seguí hacía sus aposentos. Las criadas nos abrieron la puerta y entramos. Nos sentamos en el diván. Las criadas y Gülsa también estaban allí, pero permanecían de pie.
-Ahora que eres sultana Nurbanu, te corresponde tener criadas a tu servicio. Eso no debe hacerse esperar.
Yo la miré atónita. Sabía que eso pasaría. Jamás había tenido criadas especialmente a mi servicio.
-Debes de decirme si hay alguna criada en especial que quieras tener a tu servicio. Si es así Nurbanu, dime y la tendrás.
Yo asentí.
-Madre, no necesito criadas-Dije- Puedo ocuparme de mis asuntos sin ayuda.
-Nurbanu las reglas son las reglas. Eres una sultana y sabes que debes comportarte como tal. Para esta noche ya debes tener 4 criadas a tu servicio.
Tragué saliva y miré a la mujer que se hallaba junto a la sultana Hürrem, la señorita Gülsa.
-Está bien-Dije- La señorita Melissa, y la señorita Elif son las criadas en las cuales más confió. Me gustaría que sea quienes estén a mi servicio.
La sultana Hürrem miró a Gülsa.
-Ve a buscarlas y tráelas aquí. Y habla con Gul Aga para que te recomiende un par de muchachas y también tráelas.
Gülsa asintió, pero dijo:
-Sultana, lamento decirle que la señorita Elif no podrá servir a la sultana Nurbanu, porque está al servicio de la sultana Mihrimah.
Era cierto, lo había olvidado. Pero quería tener a Elif cerca, junto a mí.
-Elif es en quien más confío-Dije yo-Por favor madre ¿No existe la posibilidad de que me sirva a mí?
Ella dudó.
-Por el momento no, Nurbanu. Es mejor que elijas a otra. Trataré de hablar con Mihrimah. Y veré que se puede hacer-Volvió a dirigirse a Gülsa- Ahora ve y haz lo que te he dicho. Estaremos aquí esperando.
Gülsa asintió, hizo una reverencia y salió corriendo de los aposentos.
-Madre-Dije yo-Si voy a tener criadas que estén a mi disposición quiero poder confiar en ellas, es por eso que necesito a Elif conmigo.
-Lo sé Nurbanu, recuerdo que tú y la señorita Elif llegaron juntas al harem. Recuerdo también que eran muy unidas. Pero Elif está al servicio de Mihrimah, no puedo quitársela sin más.
La sultana Mihrimah no permitiría que le quitaran a una criada para ponerla a mi servicio.
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Editado: 16.01.2024