Nurbanu La sultana que no podía amar

Capítulo 15

Palacio Topkapi (1545

Narra Nurbanu

 

Sus brazos me envolvieron, abrazándome por la espalda. Su reflejo y él mío frente al espejo. 

 

-¿Qué clase de hechizos has usado Nurbanu? Estoy cada día más enamorado-Me dijo el sultán. 

 

-No hay ningún hechizo, mi señor-Respondí yo. 

 

Me di vuelta, y quedé de frente. Él acercó sus labios a los míos y me besó. Era noche de jueves, la Valide Sultán me había preparado especialmente para ese día. Decía que era el día en que quedaría embarazada. Lo presentía. 

 

Habían pasado 9 meses ya. Y aún no había señales de embarazo, la madre sultana estaba nerviosa. Temía que yo no pudiera tener hijos. Me obligaba a comer, porque decía que tal vez mi delgadez era motivo por el cual no quedaba embarazada. Yo no deseaba tener hijos, pero la insistencia de la madre sultana me frustraba tanto que no veía el momento de quedar embarazada, sólo para que dejara de presionarme. 

 

Sé qué el sultán también deseaba hijos, no me lo decía, tampoco me presionaba: pero podía darme cuenta en su mirada, cada noche que me llamaba tenía un propósito. Buscar un primogénito. 

 

-¿Y si no puedo quedar embarazada?-Le pregunté. 

 

Vi que mi pregunta lo incomodo, me hallaba a su lado recostada en la cama. 

 

-No pienses en eso ¿Por qué no podrías? Eres una mujer hermosa y fuerte. Tienes todos los cuidados, y estás sana. 

 

Mi pregunta le molestó, pero más le molestó la idea de saber que eso podía suceder. Yo sabía que eso podía suceder. 

 

-Tal vez debería traer a otra joven a sus aposentos. Quizá consiga un hijo más pronto. 

 

Mis palabras, le sentaron peor que la pregunta. Suspiró y se refregó los ojos. 

 

-Mejor duerme Nurbanu-Me dijo.

 

Me quedé callada, pero no pude dormirme tan fácilmente. No dejaba de pensar. Si no quedaba embarazada sería la sultana olvidada, sería menos que todas las sultanas. Nadie, nunca, me respetaría. Me hallaba tan confundida, nunca quise ser una sultana, pero ya que lo era, no quería ser una decepción. No quería tener que oír los reproches de la Valide Sultán por ser una mujer ineficiente, no quería ver en el rostro del sultán la decepción hacía mi persona. Al fin y al cabo, él era mi esposo. 

 

La Valide Sultán estaba de buen humor, me hallaba en el salón principal junto a ella , conversando, porque ella misma había mandado a llamarme. Las puerta del salón se abrieron y Gul Aga entró. Tenía una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. 

 

-Sultanas-Dijo haciendo una reverencia, se puso firme y anunció- Tengo novedades sultana-Dijo. 

 

La sultana me miró y esbozó una sonrisa. 

 

-¿Qué novedades son esas Gul Aga? Habla de una vez. 

 

-Es sobre el príncipe Bayezid, está en camino. Regresará al palacio. 

 

Mi corazón se detuvo por segundos, luego volvió a latir más deprisa. El príncipe… Finalmente regresaría. Me llevé una mano al pecho, mi corazón brincaba de felicidad. No podía detenerlo. 

 

-¡Allah ha escuchado nuestras plegarias!-Se puso de pie y se acercó a Gul Aga-El sultán lo sabe ¿No es así? 

 

Gul Aga asintió. 

 

-Así es madre-Respondió. 

 

-Debemos informárselo a la sultana Mihrimah-Dijo-Gülsa, vamos. Nurbanu… 

 

-Sultana, yo me quedaré aquí, si no le molesta. 

 

-Está bien, como desees. 

 

La Valide Sultán, Gul Aga y las criadas salieron del salón, dejándome allí. Me hallaba impactada, feliz, pero temía. Temía verlo otra vez… porque sentía que no podría evitar que mis sentimientos me delataran. El príncipe volvería al palacio. No podía dejar de pensar en ello. 

 

Salí del salón principal, Aurora y Melissa se hallaba detrás de mí, siguiendo mis pasos. 

 

Estaba doblando en uno de los pasillos que conectaba con los aposentos del sultán cuando veo a Elif hablando con Nadir Pasha. Se hallaban una frente al otro. No hacían nada malo, sólo platicaban. En cuanto me acerqué a ellos, ambos se sobresaltaron  e hicieron una reverencia ante mí. 

 

-Mi sultana-Dijo Elif. 

 

Nadir Pasha mantenía la cabeza agacha. 

 

-¿Qué estaban haciendo?-Pregunté.

 

-Le preguntaba al Pasha si la había visto mi sultana, la estaba buscando. 

 

Nadir Pasha tomó la palabra. 

 

-Si me lo permite sultana, debo retirarme. 

 

Yo asentí, el Pasha volvió a realizar una reverencia hacía a mí y se marchó. 

 

Centré mi atención en Elif, y sonriendo le anuncié la noticia. 

 

-Elif, el príncipe Bayezid está en camino. Regresará al palacio-Informé. 

 

-Qué buenas noticias-Me dijo ella. 

 

-Finalmente, después de meses regresará-Suspiré- Quiero darme un baño, Aurora, Melissa ¿Pueden encargarse de preparar todo? 

 

Ambas asintieron con una inclinación de cabeza y se fueron a hacer lo que les había mandado. Elif y yo nos quedamos solas en el pasillo. Le hice una seña para que me siguiera y fuimos a mis aposentos. 

 

-Nadir Pasha es un joven apuesto e importante, se te veía a gusto hablando con él. 

 

-Nurbanu ¿Qué dices?-Replicó- Que nadie te oiga o me cortaran la cabeza. 

 

-Nada de eso, jamás dejaría que alguien te hiciera daño-Le sonreí- Podrías casarte si lo quisieras, si te casaras con un Pasha, tendrías una vida cómoda y tranquila, lejos de aquí.

 

-Nurbanu, no puedo casarme mientras sea parte del harem del sultán. Además para eso, nuestra Valide Sultán y el sultán deberían estar de acuerdo. No comprendo porque hablas de esto. 




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