Palacio Topkapi (1546)
Narra Nurbanu
Volvía de el harem y pase por los aposentos de la sultana Mihrimah, escuché voces que parecían discutir. En ese instante, la puerta se abrió y la sultana Mihrimah salió de allí, se veía muy alterada
Hice una reverencia, ella sólo me lanzó una mirada feroz y siguió su camino sin detenerse
Le hice una señal a Elif para que se arrimara unos pasos más a mí, ya que se hallaba detrás con Lena y Melissa
-¿Qué sabes de la sultana Mihrimah?
Elif me miró con una mueca, dudó unos segundos como si estuviera tratando de recordar.
-No mucho, de hecho no se más de lo que sabes tú-Me dijo- Está casada con Rüstem Pasha, se ha casado muy joven y viven ambos en el palacio; aún no han tenido hijos.
-Pero debe tener secretos, seguramente esconde algo…-Dije pensativa.
-¿Y para que quieres saberlo?-Me preguntó Elif.
-¿Para qué quiere ella saber mis secretos?-Repliqué.
Elif se quedó callada y agachó la mirada.
Rodé los ojos.
-La sultana Mihrimah está buscando la manera de perjudicarme y yo debo hacer algo para prevenirme ¿Comprendes Elif?
Asintió
-Quiero que hagas algo por mí-Miré a Elif que me miró con el ceño fruncido.
-Lo que quieras Nurbanu-Me dijo.
Bajé mi voz.
-Quiero me traigas información de la sultana Mihrimah, ya sea del pasado o del presente.
-Nurbanu… ¿Cómo se supone que haré…?
La interrumpí.
-Sé que puedes hacerlo, eres astuta. Además tú te llevas bien con sus criadas personales. Ellas podrán darte información.
-Sí, pero todo mundo sabe que tú y ella no se aprecian mucho. Además yo estoy a tu servicio. Las personas sospecharan si empiezo a preguntar, nadie querrá decirme nada.
-¿Entonces no lo harás?-Dije haciendo pucheros para ver si lograba convencerla.
Elif suspiró, se me quedó mirando de costado durante unos segundos y finalmente se rindió.
-Está bien, a partir de ahora seré tu espía.
Esbocé una sonrisa.
-Gracias. En serio Elif- Le invité a que siguiéramos caminando- Ahora por eso te daré de regalo un cofre con joyas. Apuesto que te gustaran.
Elif se río, la idea de recibir un cofre con joyas le había gustado ¿Y a quién no?
Narra Bayezid
-¡Listo, lo hice!
Nurbanu se dio vuelta y me miró sonriente. Su sonrisa era esplendida y perfecta. Cuando sonreía de esa manera el brillo que la caracterizaba se hacía aún más intenso.
Esta vez cuando llegamos le estuve enseñando como debía ensillar un caballo, quería aprendiera a hacerlo ella misma, era importante que supiera hacerlo. Después de varios intentos, finalmente había logrado ensillar su caballo.
-Excelente-Dije acercándome a su lado.
-Gracias-Me dijo mirándome fijamente.
-De nada, sultana.
Carraspeé y dije.
-¿Qué tal si cabalgamos?
Asintió.
-Esta vez quisiera intentar subir sola, sin ningún tipo de ayuda. Creo que soy capaz de hacerlo.
-Adelante entonces.
Me dirigí a mi caballo, la sultana se dirigió al suyo y ambos subimos a nuestros corceles casi al mismo tiempo.
Comenzamos a andar a paso lento como siempre. Esos momentos en los cuales comenzaba el paseo eran los momentos más felices.
-¿Cómo se encuentra el príncipe Murad? –Pregunté.
-Está muy bien, gracias a Allah es un niño muy sano-Dijo
Seguimos en silencio unos segundos.
-Me gustan estos momentos- Su voz fue cálida, una sonrisa tímida asomó en sus labios- Me siento tranquila.
-Lo mismo me sucede a mí-Confesé.
¿Qué nos pasaba? ¿Qué era lo que buscábamos? Deberíamos alejarnos, yo debería alejarme de ella ¿Por qué estaba allí a su lado? ¿Por qué me arriesgaba a una condena tan terrible?
Narra Nurbanu
Melissa y yo estábamos en mis aposentos con el príncipe Murad. Ella permanecía de pie a mi lado por si necesitaba algo, y yo jugaba con mi hijo.
-¿Quién es el niño más lindo de todo Topkapi? Vaya ese eres tú-Decía riendo mientras él me miraba con sus ojitos bien abiertos.
Elif ingresó en los aposentos. Centré mi atención en ella, hizo una reverencia y me señaló con la cabeza a Melissa.
Comprendí su indirecta.
-Melissa, lleva al príncipe Murad con la nodriza-Le dije.
La joven asintió, tomó al niño e hizo una reverencia para luego marcharse.
En cuanto se fue Elif se sentó junto a mí en el diván.
-¿Recuerdas lo que me has pedido que hiciera?-Asentí expectante- Bueno, he estado averiguando y me he enterado de algunas cosas. No sé si sean de importancia, pero algo es algo.
-Quiero saberlo. Yo determinaré si es importante o no.
-Me enteré con quien discutía Mihrimah sultán el día de ayer cuando nos la cruzamos saliendo de sus aposentos. La sultana discutía con su marido, al parecer las cosas entre ellos no van bien. Bien sabe que ella se casó muy joven y que dicho matrimonio se trató de un arreglo político.
-Eso no lo sabía-Dije.
-Bueno, dicen que la sultana Mihrimah no quería casarse. La Valide Sultán fue quien la persuadió para que lo hiciera, dicen que la sultana se hallaba enamorada de otro hombre, un Bey.
#10976 en Otros
#931 en Novela histórica
#17751 en Novela romántica
amor matrimonio arreglado esposa virgen, historia de reinos, imperio otomano
Editado: 16.01.2024