Nurbanu La sultana que no podía amar

Capítulo 49

Palacio de Cristal (1550

Narra Nurbanu 

 

-Así es, yo fui Olivia. La hija de Violante Baffo y Nicolo Venier-Dije con firmeza al embajador- Ahora soy una sultana.

 

-Te he buscado por años-Confesó- Pero jamás he dado con tu paradero. 

 

-Gracias a Allah mi camino ha sido afortunado. Como podrá ver, soy una mujer muy poderosa. Tengo mucho dinero y algún día todo mi poder y todo mi dinero serán aún mayores. 

 

-Eres la favorita del sultán otomano-Dijo Tomas en un tono de voz despectivo.

 

La manera en que lo dijo no me agradó. 

 

-No sólo su favorita, soy su esposa legítima.  

 

Tomas Baffo guardó silencio durante unos segundos. Miró detrás de mí, hacía la puerta.

 

-¿Has venido sola Olivia?

 

-Nurbanu-Corregí- Mi nombre es Nurbanu.

 

Tomas asintió. 

 

Yo respondí:

 

-Claro que no, no estoy sola. 

 

-Si lo quieres puedes volver a Venecia. Te llevaré junto a los tuyos. Sabes que perteneces a una importante familia de nobles. 

 

Negué.

 

-No es mi deseo señor Baffo. Mi deseo era conocerlo a usted, mi deseo era verlo y ya lo he hecho. No pretendo volver a Venecia. 

 

-Pero no tienes que permanecer aquí, no eres una esclava. Vienes de una buna familia, de una de las familias patricias más importantes de Venecia. No tienes que seguir siendo una esclava de los otomanos.

 

-No soy una esclava, ya no… He sido emancipada. Soy una mujer libre. 

 

Tomas frunció el ceño.

 

-¿Entonces por qué no marchar? Olivia tienes una familia, me tienes a mí. Te protegeré siempre.

 

Esbocé una sonrisa.

 

-Ya le he dicho que no deseo irme. Estoy bien aquí.

 

El hombre parecía apenado y también confundido.

 

-¿Por qué has pedido verme?

 

-Ya le dije, quería conocerlo. Sé que la situación entre nuestro imperio y los venecianos no es buena. Sé que hay una guerra de por medio.

 

-Tu sultán pretende tomar Venecia, convertirla en parte de su imperio.

 

-Lo sé-Dije- Pero esto acabará, quiero decir, el conflicto entre los venecianos y  los otomanos.

 

-¿Cómo podría acabar Olivia?-Lo miré con mala cara-Discúlpame, me es difícil no llamarte Olivia. 

 

Hice una mueca. 

 

-Yo me ocuparé de ello. No olvide que soy la madre del príncipe, ahora mismo mi interferencia con la sublime puerta no es tan fuerte. No tengo el peso suficiente. Pero eso cambiará cuando mi hijo ascienda al trono, mientras tanto intentaré que la relación  mejore, tiene mi palabra de ello. Trazaremos relaciones comerciales.  Eso sí, debe ser mutuo. Es usted el embajador de Venecia, su representante, sé que podemos llegar  a un acuerdo. 

 

-Con quien debo llegar a un acuerdo es con el sultán, él debe recibirme en su  diván. No puedo tratar estos asuntos con su esposa…

 

Esbocé una sonrisa llena de cinismo.

 

-No subestime el poder de una sultana, señor Baffo-Dije- Las mujeres del imperio otomano somos tan influyentes en la corte como los mismo visires. 

 

Tomas Baffo estaba perplejo.

 

-Creí que había dicho que sólo deseaba verme. 

 

-Así es, deseaba verlo, conocerlo. Es verdad. Pero mis padres eran de Venecia. Mis origenes están allí, eso no lo olvido. Mantendré correspondencia con usted Señor Baffo. Crearemos un acuerdo, sólo debe ser paciente. 

 

***

 

Salí del palacio de cristal, en cuanto Ender me vio abrió la puerta del carruaje.

 

-Sultana-Dijo haciendo una reverencia y tomando mi mano para ayudarme a subir.

 

Detrás de mí subió Melek. Se sentó en frente. El carruaje se puso en marcha y partimos.

 

-Sultana… ¿Está todo bien?-Me preguntó Melek.

 

Asentí.

 

-He visto al señor Baffo, es mi tío, me ha reconocido. He hablado con él y hemos llegado a una especie de acuerdo. Haré que el sultán acepte verlo. La relación de Venecia con nuestro imperio mejorará.

 

-Pero sultana ¿Cómo lo hará? Los venecianos son enemigos.

 

-Ya no, no lo serán, no conmigo siendo la Valide.

 

Melek frunció el ceño, vi que atinó a decir algo pero terminó callando.

 

La miré de reojo, yo mantenía mi vista en la ventana.

 

-Puedes decirme lo que sea que estés pensando-Le dije- No me enfadaré, tu opinión es muy valiosa para mí.

 

-Sultana, no pretendo cuestionarla, pero creo que se está apresurando. No creo que sea tan sencillo convencer al sultán de tal cosa, además ese tipo de decisiones no las toma solo; los miembros del consejo influyen, la sultana Hürrem es la Valide. Su voz se tiene en cuenta en muchos casos. Además…-Bajó la mirada, dudaba-Además…

 

La miré esperando, sabía que era lo que rondaba su cabeza. Lo sabía, me pesaría oírla, pero no me enfadaría por oír la verdad.

 

-Habla de una vez Melek.

 

-Usted es la favorita principal del sultán, su esposa, pero no es la Valide. 

 

-Pero lo seré. En un futuro, seré yo la persona que ocupe el cargo de la sultana Hürrem. 

 

-Allah mediante, sultana, pero se está apresurando. Debe ir con más cuidado.

 

Fruncí los labios, sopesaba las palabras de Melek. Tal vez tenía razón, tal vez estaba aspirando demasiado alto, si llegaba a equivocarme mi caída sería terrible.

 

-Tendré cuidado-Dije- Tomaré tus consejos Melek. Haré las cosas de manera lenta, no me apresuraré, aún la sultana Hürrem vive y goza de una buena salud.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.