Capítulo 6
Había pasado una semana desde que Ángela y Mina se encontraron con Leo.
A las seis y media de la tarde, empezó la competición de patinaje artístico. El césped donde estaba el campo del colegio había sido cambiado por una pista de patinaje de hielo. Todos los alumnos estaban en las gradas; los de Locatux por un lado y los de Colatux por otro. Los que se animaron a participar fueron Ángela, Emma y Leo; estos dos últimos ya habían participado antes.
–Bienvenidos a la primera competición de patinaje artístico de este año. Yo soy Darien Solansky junto a mi compañera Sowy Polansky quien estará conmigo para transmitirles el juego de hoy –dijo el chico. La voz de él resonaba en los megáfonos que estaban colocados alrededor de la pista de patinaje.
–Esto es muy emocionante. ¡Siento cosquillas en el estómago! No puedo esperar –expresó Mina con entusiasmo.
–No sé por qué también siento ansiedad y nervios. No debería ser así, no me emociono tan fácil –dijo Lance, sobándose la panza, pues parecía sentir un cosquilleo.
–Ángela estuvo practicando mucho. Y eso que le encanta andar en patines –expresó una Mina tranquila, pero a la vez ansiosa.
El primero en competir era Leo. Se centró en la pista de patinaje con un traje sencillo y cómodo para la presentación. La música empezó y él también empezó a danzar y dar saltos. De pronto, Mina vio algo diferente en ese baile. Las manos de Leo destellaron luces de colores formando un fénix multicolor que danzaba a su lado. Todos aplaudieron. Mina miró a su derecha que estaba Lance.
–Olvidé mencionarlo, ¿verdad? –se rio al ver la cara asombrada de su amiga. Ella asintió.
Leo terminó su rutina, entonces llegó el turno de Emma. Ella vestía un vestido de dos piezas de color violeta con brillos. Se centró en la pista y la música instrumental empezó a sonar. Ella empezó a bailar y en un momento determinado, hizo mover sus manos y de su espalda salieron alas blancas. Se elevó en el aire por encima de las gradas y tiraba destellos plateados.
Luego siguió Ángela. Ella estaba nerviosa pero decidida a dar lo mejor de sí misma. Empezó a bailar y al comienzo hizo varios loops. Al final, cuando giraba, destellaba luces de colores de sus patines. Luego al finalizar, movió sus manos y de entre sus brazos, muchos pétalos de flores salieron.
Al finalizar la competencia, anunciaron la ganadora que había sido Emma.
–¡Fue genial! –dijo una emocionada Mina–. Nunca había visto algo así. Creo que la próxima vez, me meteré a competir.
–Sería genial ver tus técnicas, Mina –le sonrió su prima.
–Será mejor ir a asearnos para la fiesta –le dijo Emma a Ángela.
–¿Qué fiesta? –preguntó Ángela.
–La que se organiza siempre luego de las competiciones. Y esta fiesta es para ustedes –dijo Michelle–. Espérame –se dirigió a Leo y se fueron.
–Se organiza en el salón general del colegio a las nueve. Yo también me voy –dijo Alex.
Todos caminaron al colegio menos Ángel y Ángela que se quedaron un rato fuera. Empezaba a llover, pero aun así los dos se quedaron bajo la lluvia.
–Oye, Ángela. No tuve la oportunidad de felicitarte… Así que…, felicidades. Me impresionaste.
–Gracias, aunque no gané.
–Eso es lo de menos. Tú lo hiciste increíblemente bien –dijo mientras caminaban por el campo hasta la puerta principal del colegio.
Ya en la fiesta organizada, unos estaban bailando, otros estaban sentados conversando y otros aún no llegaban. Ángela bailaba con Lance y Emma con Alex. Ángel y Mina los miraban mientras ellos conversaban en uno de los sofás que se había puesto en lugar de las mesas largas.
–¿Te pasa algo, Ángel? Estás muy callado.
–No… nada. Solo que… –se detuvo.
–Es sobre Ángela –dijo viendo que el chico miraba a Ángela con un color rojo en sus mejillas.
–¿Cómo sabías?