Capítulo 11
Llegó el treinta y uno de octubre. Aquella mañana estaba nublada. Mina iba junto con Ángel y Lance hacia sus clases de Hechizos. Pasaron por el comedor donde las puertas estaban abiertas. Los tres entraron al comedor viendo impactantes todo lo que había allí. Toda la decoración era brillante con colores anaranjados y negros. Había calderos puestos en esquinas, guirnaldas, antorchas, esqueletos humanos colgados en las paredes, jaulas de murciélagos colgados del techo y muchas cosas más.
–Que tenebroso, ¿verdad? –dijo una voz atrás de los chicos. Se dieron vuelta y vieron a Leyta sola con un gato negro, con un ojo gris y el otro rojo, entre sus brazos.
Enseguida Lance puso su habitual cara de valentía, pero a la vez estaba nervioso.
–Hola Leyta. ¿Qué clase tienes ahora? –dijo Ángel.
–Tengo Adivinación. No soy buena en la materia, pero lo intento. Nunca creí que fuera tan difícil –Leyta se volteó y mientras estuvo así, siguió–. Bueno, me voy. Que les vaya bien en esta noche de Halloween. Tendrán una gran sorpresa y especialmente tú, Mina-. Mina y Lance se sorprendieron.
En la hora del almuerzo, Mina, Lance y Ángel fueron de nuevo al comedor. Se sentaron en su mesa y esperaron al resto de sus amigos. Mientras los esperaban, los tres conversaban sobre de que se iban a disfrazar esa noche.
–Yo me voy a disfrazar de un caballero con armadura –dijo Ángel.
–Yo me disfrazare de pirata. No voy a disfrazarme de un lobo como en el sueño –dijo Lance.
–¿Y tú Mina? –preguntó Ángel.
–No estoy segura. Tengo tres disfraces: una de pato, otra de princesa y otra de gitana. Tampoco pienso ser caperucita roja. Aparte de que Lance y yo coincidimos en el sueño… –dijo la chica con expresión de vergüenza.
–Cualquiera que te pongas se te verá fabulosa –dijo Lance un poco sonrojado.
Mina le sonrió y Lance se sonrojó más, bajó la cabeza para que no lo vieran y luego volvió a alzarla. Ángel miró a su amigo y Lance también; el primero le guiñó el ojo, Lance se sonrojó otra vez y luego miró hacia otro lado.
Emma, Ángela, Michelle y Leo habían entrado al salón junto con Yuri y se acercaron a la mesa donde estaban sus amigos, se sentaron todos y siguieron conversando sobre los disfraces.
–¿Ya saben de qué se van a disfrazar para esta noche? –preguntó Leo agarrando los cubiertos.
–Yo no sé de qué me voy a disfrazar –dijo Ángel agarrando su vaso.
–Pero si dijiste… –dijo Lance, pero Ángel le dijo murmurando que se callara.
–Lance se disfrazará de pirata y Mina no sabe –dijo Ángel dejando de beber de su vaso–. ¿Y ustedes ya saben?
–Leo se disfrazará de motociclista, Ángela de un ángel, Yuri de vaquero y yo de hada –dijo Emma quien sostenía su tenedor para empezar a comer.
–Y yo de astronauta –dijo Alex llegando a la mesa. El chico se sentó entre Leo y Ángel y empezó a comer.
–Alex, ¿los chicos de Kralix ya llegaron al colegio? –preguntó Mina algo ansiosa.
–Sí, ya están en la habitación de huéspedes –dijo Alex llevándose a la boca un trozo de pastel, ya que a él le gustaba primero comer el postre y luego el plato principal.
–¿En qué habitación están? –preguntó emocionada Ángela.