Capítulo 12
Sintió una mano en su frente, era cálida y suave como un pétalo. Esa sensación era agradable. No quería abrir sus ojos.
–¿Te encuentras bien, Mina? –escuchó decir ella. Abrió sus ojos y vio a Alex; era él quien le había puesto su mano en la frente… aún lo tenía allí. Más atrás del chico, Mina vio a su prima, callada y tranquila, apoyada contra uno de los muros de la pared. Trató de sentarse, pero mientras lo hacía, sentía que la cabeza le daba vueltas y se quejaba de dolor por una de las heridas que tenía en el hombro; vio que tenía puesta una blusa de tiras finitas y su hombro estaba vendado. Le dolía mucho.
Al terminarse de acomodar, Ángela se acercó a ella y se puso detrás de Alex.
–¿Cuánto tiempo dormí? –preguntó Mina, casi sin voz.
–Dos días –le dijo Ángela.
–¡¿Qué?! –se sobresaltó, pero al hacerlo se quejó de dolor por el hombro; era lo que más le dolía–. Pero… ¿qué le pasó a Lucífero? Me desmayé justamente antes de ver lo que sucedía con él.
–Él huyó…
–Es un cobarde –dijo la chica, entre dientes.
–Dejen que Mina descanse –dijo el Doctor Ligander llegando con un frasco con un líquido de color turquesa. Vestía una bata blanca de doctor; era joven y alto, de cabello castaño y ojos color miel. Los chicos se despidieron de ella–. Bien Mina, ¿cómo te sientes?
–Con ganas de vomitar… y algo débil.
–Toma esto –le entregó el frasco que traía en la mano–, es una poción para curar heridas. Tómatelo todo, así mejorarás.
En la sala Colatux, llegaban Alex y Ángela. Lance los esperaba, acostado en el sillón, leyendo una revista. De pronto se levantó al ver entrar a sus dos amigos.
–Ya despertó –dijo Alex viendo que Lance se acercaba a ellos con una cara de preocupado.
–Qué alivio –dijo Lance dando un suspiró–. ¿Ella recuerda todo?
–Si…
–¿Se imaginan si ella hubiera perdido la memoria al desmayarse, o cuando esos dos hechizos tocaron? –dijo Ángela, pensativa.
–Hubiera sido una terrible situación… –dijo Alex, tomando su mochila que estaba junto al sofá donde estaba Lance–. Mejor se apuran si quieren ir a la Estación Koo.
–Emma y Ángel no van. Dicen que irán a visitar a Mina a la enfermería –comentó Ángela.
En la enfermería, Mina leía el periódico en donde se veía un curioso artículo y una fotografía de ella luchando con Lucífero.
Mina Johnson, una chica de tercer año del Colegio Mardenton, de una manera muy valiente, se enfrentó a Lucífero, el mago más temible de la historia mágica. La batalla duró una media hora; después de atraer la atención de Lucífero, Mina sacó su verdadero yo. Nunca creímos que una chica de su edad, tendría tal poder… un poder que iguala al de Lucífero. El Director Dublee comentó que nunca había visto tal poder. Cualquiera puede suponer que, teniendo aquel poder, podría ser hija legítima de Lucífero. ¡Imagínense que de verdad fuera real aquella suposición! No solo ella se enfrentó a él; un misterioso Pegaso con alas doradas ayudó a Mina a no morir en este enfrentamiento. A la final, Lucífero terminó huyendo y Mina quedó herida… no gravemente, por suerte.