Capítulo 14
El día siguiente llegó rápido. A las cuatro y media, Mina y los demás salieron del bus para entrar en la Estación Koo. Se dirigieron a Dragones de Plata, donde los habían situado los chicos de Kralix para conocerse más y beber algo. Ellos ya estaban allí desde antes.
–Hola –dijo Zen, emocionado, levantándose a saludar a todos con un abrazo. Se sentaron y empezaron a charlar un rato. Después de media hora de quedarse allí, caminaron a una feria que se hacia ese mes en el lugar. El sol se estaba poniendo de un color rojo anaranjado intenso y ya aparecía alguna que otra estrella. El viento soplaba a toda velocidad y emanaba un frío suave. Era un día para disfrutar y no pensar en nada más que diversión.
Se subieron a la rueda de la fortuna, menos Ángela y Link. Hyde, Lance, Mina y Yuri estaban sentados en un compartimiento. Yuri filmaba todo lo que veía en su cámara de video, mientras Mina, Lance y Hyde conversaban.
–¿La magia en nuestras manos no funcionan bien debajo del agua? ¿Cómo lo sabes? –dijo Lance sorprendido por lo que Hyde le había contado.
–Yo mismo lo comprobé.
–¿Es eso posible? –preguntó Mina, también sorprendida.
–Sí, lo es. El punto es que tu energía no pasa por debajo del agua… no sé cómo aún, pero lo voy a descubrir y cuando lo haga les prometo que se los digo.
–Es extraño –dijo de pronto Yuri mientras filmaba la gente en el suelo.
–¿Qué sucede, Yuri? –preguntó Lance, mirando hacia abajo–. ¡No puede ser!
Por la expresión de la cara de los dos chicos, Mina se asustó y pensó en lo peor. Sacó un poco su cabeza para ver lo que veían sus dos amigos y se calmó luego al ver lo que había visto.
–¿La profesora Riganell es casada? –preguntó Lance. Todos veían que la profesora andaba con un hombre de su edad y una pequeña hija parecida a ella.
–No me digan que están enamorados de la profesora –dijo Mina un poco molesta, volteándose a seguir conversando con Hyde, pero este también estaba viendo aquella escena. Yuri y Lance se voltearon y afirmaron con la cabeza–. Hombres… –dijo moviendo la cabeza de un lado a otro con los ojos cerrados y los brazos cruzados–. Oye, ¿en que andan esos dos? –dijo de pronto la chica, viendo el compartimiento de al lado. Sowy, una chica que estaba en el último curso, y Alex, estaban abrazados conversando. Los tres chicos voltearon a ver y justo Sowy y Alex se daban un pequeño beso. Los cuatro se sobresaltaron al ver la escena.
–Creo que la feria anda cruzando corazones –comentó Lance, riéndose.
–No te rías, Lance. De seguro te pasará a ti también –dijo Yuri haciendo sonrojar al chico.
Bajaron todos de la rueda de la fortuna y fueron a un montón de juegos más. Al final, como a las nueve de la noche, fueron a un muelle que había detrás de la feria.
Hyde, Seiten, Ángela y Ángel se pararon frente a un árbol grande de manzanas donde Lance estaba subido, agarrando algunas. El resto estaba mojándose los pies en el agua del muelle. Todo el lugar estaba iluminado por luciérnagas.
Al regresar al colegio, Mina y Alex fueron a la habitación de los chicos de Kralix a hablar un rato.
–Nunca me había divertido tanto como hoy. Gracias a ustedes la pasamos muy bien… gracias por la invitación –les dijo Mina, sonriendo.
–No tienes por qué agradecernos –le dijo Hyde.
–Alex… cuando estábamos en la rueda de la fortuna, Lance, Hyde, Yuri y yo te vimos bien abrazado a Sowy y después nos tomaste por sorpresa besándola.
–¿¡QUE!? ¿Vieron eso? –le dijo Alex, sorprendido.
Mina se rio.
–Hablando de amores… –dijo Link–, dinos Mina, ¿qué hay de ti y Lance, son novios?
Mina se puso tan colorada que se sobresaltó del asiento y fue a ver hacia la ventana.
–Que ocurrencias son esas, Link. Nada que ver; somos solo amigos y nada más –le contestó la chica.
–Es que… ya sabes cómo somos los chicos de curiosos…
–Sí, lo sé. Conozco a uno que siempre anda preguntando sobre todo lo que ve…
–Bueno, ya. La pregunta más famosa: ¿te gusta Lance? –le dijo Seiten. Se puso más roja que antes.