O N L Y

CAPÍTULO 9

"Evitamos decir lo que sentimos, y casi siempre otras maneras  nos obligan a hacerlo".

—DUDA—

—Perdón estaba, dormida—evité mirarlo a los ojos—pero no fue un sueño nada agradable.

Miré a Jack para ver si aún dormía.

—Tranquila, él está aún dormido.¿Estás bien? Estabas moviéndote mucho y sudando, creí que estabas enferma, me preocupé mucho.

—Creo que por nuestra platica, fue que soñé que—decidí apuntar con los ojos a Jack—Nos traicionó y tú...morías, no quiero que eso pase, tienes razón no debemos confiar al cien porciento, no lo conocemos.

—Entiendo, estemos tranquilos, mientras estemos el uno con el  otro no creo que haya problema, a demás también debemos conocerlo. No queremos equivocarnos sobre él.

—Sí, Iker sobre el beso yo... estaba soñando no me di cuenta.

—No, sobre eso no hay problema, solo fue sorpresivo no me imaginaba nada de eso en un momento como este.-sonrió.

—Está bien, mejor voy a volver a dormir, espero que ahora pueda descansar.—me acosté y cerré mis ojos.

Al día siguiente parecía estar nublado, no veíamos casi nada, y eso me asustaba. 
Recogimos todas nuestras cosas y emprendimos el viaje a aquel refugio que nos comentó Jack. 
Yo iba atrás de ellos, Iker sostenía a Jack. 
Estaba pensando y sobre todo porque jamás creí que besaría a Iker y de esa manera tan vergonzosa.

—¿Entonces que hacen aquí?—preguntó Jack mientras trataba evitar las ramas que lo golpeaban.

—Mejor cuéntanos tú—Contestó dándole una palmada en uno de sus hombros.

—Ya saben... el buscar recursos para sobrevivir, lo que todos hacemos—respondió riendo.

Se sentía una tensión nada cómoda en aquella platica, pero decidí no meterme.

—Supongo que ha sido difícil, más aún cuando no tienes con qué defenderte—opinó Iker.

—Sí, es difícil pero intento dar lo mejor al defenderme—dijo seguro.

Iker me miró riendo. Le hice señas de que no dijera nada.

—Se nota, el huir de una situación nos puede salvar la vida, y bueno se ve que huyes muy a menudo.—exclamó con burla.

Me quería reír pero era un momento serio, unos minutos después decidimos parar a descansar. 
Comimos y nos quedamos un rato más, había un río cercano y decidí ir a verlo.

—Iker iré al río quisiera darme un baño, no soporto estar así de sucia.

—Está bien, yo me quedo con Jack, cuando vuelvas iré yo.—sonrió y se fue a sentar con Jack.

Caminé hacia el río, estaba callado era un silencio que provocaba miedo. Puse mis cosas en una de las rocas que estaban ahí, me quité la ropa y la puse en la misma roca. 
Solté mi cabello y me metí poco a poco, estaba helada el agua, mi cuerpo se erizó, hasta que me acostumbré a lo frío. 
Me sumergí y noté que el río bajaba con sangre. Me asusté cuando vi un cadáver bajando. 
Salí de inmediato del agua, me cambié, tomé mis cosas y corrí de vuelta con Iker.

—¡No vas a creer lo que acabo de ver!—exclamé asustada.

Llegaba con él.

—Había un cadáver—hablamos al mismo tiempo.

Los dos nos miramos, y nos quedamos callados unos segundos.

—¿Dónde lo viste?—pregunté de inmediato mientras intentaba exprimir mi cabello mojado.

—Coco comenzó a ladrar y creí que había un animal, pero era un cadáver. Pero ¿Cómo es que hay tantos?.

—No hay ley, estamos sobreviviendo, hay personas que matan por diversión, hay quiénes deben y no pagan, terminan siendo asesinados. Aquí y en cualquier lugar las guerras por el dominio de lo que queda de la Tierra están presentes, aún no terminan los conflictos nos extinguimos así como el planeta, es como todos dicen, un karma.

Iker y yo nos miramos, al parecer el orden aquí no existía, podían matarte y no harían nada. Y no se podía hacer nada más que luchar por mantenerte con vida.

—¿Pero estás bien?—preguntó Iker mirándome preocupado.

—Sí, solo me asusté, no había visto uno y así de cerca.

Jack se asecaba a mi poco a poco.

—Tienes...

Iker se acercó rápido a mi.

—Es solo una hoja, te la quitaré—quitó la hoja de mi cabello y la tiró al suelo.

Noté como Jack hizo una risa forzada, luego de eso volvió a dónde estaba sentado. 
Continuamos caminado hasta que calló la noche, decidimos hacer una fogata y quedarnos un rato ahí.

—Creo que hace frío—reí mientras temblaba.

Ambos me dieron una manta, la pusieron frente a mi y me sentí muy incómoda.

—Me puse de pie mientras caminaba agregué—Iré por la mía, tengo sueño y quisiera descansar fue un día bastante agotador—solté un bostezo—Descansen.

Ambos se quedaron un rato más platicando, varios minutos después sentí como Iker llegó a donde estaba, me encontraba media dormida y él me acomodó la sabana que tenía a la mitad del cuerpo.

—Espero que podamos encontrar un lugar en el que puedas estar segura, me sentiría muy culpable si te pierdo como a ella—se acostó a mi lado y me abrazó.

Cualquier cosa comparado con ese momento era lo de menos, me sentía bien, por lo menos mis sentimientos y los de él estaban siendo correspondidos.

Me quedé completamente dormida. 

No esperamos el amanecer y decidimos continuar, al paso de unas horas llegamos a aquel lugar. 
Estaba rodeado con bardas, había hombres armados afuera, caminábamos pero no estaba segura de entrar a ese lugar se veía sospechoso.

—Tranquilos, es por nuestra seguridad.—comentó mientras caminaba.

Pasamos aquella gran puerta que se encontraba en la entrada, aquellos hombres nos miraron raro sus expresiones eran muy poco comunes, más como no reales.

Una vez que entramos vimos el lugar, era al aire libre había unas casas a lo lejos supongo que las usaban para las habitaciones.
Había varias personas y en ellas se encontraban niños, niñas y  jóvenes, pero la mayoría se veían menores de edad. 

—¿Por qué la mayoría son pequeños?—pregunté extrañada.

—Son los que hemos encontrado, mayormente son abandonados por sus padres o los padres han muerto, qué te puedo decir, son víctimas de aquellos hombres.—Continúo caminando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.