O N L Y

CAPÍTULO 24

"Hay caminos muy fáciles, pero no siempre tienen salida".

–¿SALIDA?–

Continuamos caminando una vez que el temblor cesó.

—¿Estás bien?—pregunté poniéndome a la par de Max.

Me miró serio evitándo aquella pregunta. 
Continuó caminando ignorandome.

Decidí no volver a preguntar mientras me quedaba unos pasos atrás de él.

Caminamos unos 10 metros y comenzamos a pisar el agua que se encontraba en ese mismo pasillo. 
Max se detuvo y todos los demás hicimos lo mismo.

—La puerta para salir debe estar del otro lado de las escaleras...—se volvió hacia a nosotros—Está llena de agua, al parecer esta zona se hinundó.

Miré más de cerca y vi aquellas escaleras que bajaban, estas estaban repletas de agua al igual que los pasillos que conducían a la salida.

—¿Cómo pasó?—Pregunté con tal intriga.

—Esta salida era muy usada hace unos años hasta que el agua se comenzó a filtrar. Tuvieron que cerrar de manera definitiva, o por lo menos hasta que encontraran la forma de evitar que se hinundara, jamás pensamos que la necesitaríamos nuevamente—Respondió Max mirando a cada uno de nosotros.

Todos nos quedamos en un silencio de varios segundos, solo se podía escuchar el sonido de las gotas cayendo al piso.

—Tendremos que pasar, no hay otra manera—Habló Max mientras sujetaba una cuerda a uno de los barrotes de las escaleras.

Todos asentimos, no había otra forma de poder pasar hasta la salida, debíamos hacerlo.

—Bien voy a entrar y en cuanto logre cruzar voy a mover la cuerda para que crucen. Tomen mucho aire y no se pongan nerviosos.

Lo vimos bajando poco a poco hasta que se perdió. Estaba preocupada por él, pasaron 10 segundos, luego 15 y luego 20. 
Comencé a caminar en el lugar de lado a lado. Me encontraba preocupada, sentí la mano de alguien al detenerme. 
Me volví hacia a ella.

—Tranquila, Max sabe lo que hace. Sé que estará bien al igual que nosotros.—sonrió.

Asentí mientras intentaba relajarme. 
Vi como se movió la cuerda y solté un suspiro de alivio.

—Bien Xay, es tu turno, sujeta la cuerda muy fuerte.

Asentí para sumergirme en el agua, la cual estaba helada, sentí como mi cuerpo se enfriaba, miré a la chica para luego mirar hacia donde previamente estaba, tomé abundante aire y me sumergí completamente.
Comencé a nadar, parecía una eternidad estar bajo el agua, a penas y podía ver. 
Varios segundos después pude ver un poco de luz. 
Seguía sujetando la cuerda fuertemente, cuando sentí que el agua se incrementó haciéndome soltar por un momento la cuerda, la busqué entré lo fuerte que corría el agua, pude hallarla y continúe aún con la fuerza que esta traía.

Sentí la mano de alguien jalandome, estaba bastante perdida, había tomado bastante agua. 
Al sacarme comencé a toser y a escupir agua, estaba empapada y mareada.

—El agua está tomando posesión de todo este edificio, intentaré jalar la cuerda para avisarles, si sigue en ese movimiento ellos no podrán pasar.

Me puse de pie y le ayudé a jalar la cuerda que estaba amarrada a otro barrote de la escalera.

—¡A un lado!—grité mientras hacía que soltara la cuerda.

Vimos pasar bastantes cosas del laboratorio, estas eran cosas muy pesadas y de gran tamaño.
Nos quedamos un momento en el descanso de las escaleras.

Vimos a alguien en el agua y le ayudamos a salir. Era la chica quien cayó a suelo y se encontraba bastante herida. 
Su rostro estaba golpeado y su ropa estaba rasgada. 
Dejamos que se recuperará un poco y después Max decidió preguntar.

—Selena, ¿Dónde está Alex?.

Su rostro se tornó triste.

—Decidimos entrar juntos, el agua parecía tener bastante fuerza, creímos que Xay estaría herida, así que ambos bajamos, todo estaba bien hasta que nos topamos con todas las cosas. Uno de los muebles pasó a traer a Alex, intenté ayudarlo pero no fue solo eso, las cosas se venían pegando y se soltaron varios vidrios, hiriendo a los dos. No podía ver nada mucho menos él, lo perdí e intenté esperar un poco pero el aire se me agotaba. Él jamás dió una señal de vida.

Decidimos quedarnos un rato en lo que descansabamos, sentí como el sueño me ganaba y poco a poco cerraba los ojos.

—Vane despierta—escuché a alguien decirlo.

Abrí mis ojos para luego sorprenderme.

—Perdón por apenas venir, Ava no me dejaba salir, y me escapé un rato. Recuerda que no deben de saber de mi, ya que corremos el riesgo de que nos hagan daño. Prometo sacarte de aquí.

Ella sonrió mientras tomaba mi mano.

—Gracias, prometo estar para ti también.

Sentí un frío que se esparcía por todo mi cuerpo.

—Debes despertar.

Fruncí el seño mientras la miraba.

—Despierta Vanessa.

Abrí los ojos y noté como el agua había subido tanto que todos estábamos dentro de ella.

Me puse de pie rápidamente y desperté a ambos.

—Max, Selena—los moví.

Ambos despertaron y se pusieron de pie.

—¿Cómo es que no sentimos el agua?—pregunté confundida.

—Probablemente fue lo cansado que estábamos. Vamos a seguir, la salida está a unos metros más arriba.—Respondió Max.

Subíamos los escalones, para luego llegar a un pasillo, nos fuimos por el lado derecho, subimos otras escaleras para luego llegar a una puerta no muy grande. 
Se veía algo vieja pero bastante fuerte.

Max intentó abrirla pero era inútil la puerta parecía estar intacta. 
Fuimos por varias habitaciones tratando de encontrar algo para poder abrirla. 
Llevé varios objetos de metal pero ninguno servía.

Minutos después Max dió un golpe fuerte con la desesperación que traía desde el primer intento fallido. 
Logró abrir la puerta y todos nos alegramos sonriendo y suspirando. 
La puerta por fuera estaba cubierta de hierba, matorrales y lianas que provenían de los árboles. 
Intentamos quitarlas y pasar, al salir completamente nos sentimos un poco mejor, o por lo menos nuestro rostro se encontraba relajado, ya no teníamos tanta preocupación.




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