O N L Y

CAPÍTULO 33

—FINALMENTE EL INICIO— 

(Parte 1) 

"Cambiamos a lo largo de nuestra vida, y todo a nuestro al rededor también puede hacerlo, sin embargo, el cambio puede doler o puede simplemente sentirse bien, y no lo sabemos hasta que sucede" . 


Abrí los ojos poco a poco, había una pequeña luz que podía percibir, me sentía débil, sentí un pequeño rose en mi rostro. 

—Estarás bien Xay, estarás bien. Esta vez voy a protegerte, esta vez lo voy a hacer bien.—Aquella voz y aquel aroma, era como la primera vez que lo conocí. 

Intenté sonreír mientras mis ojos se encontraba entre cerrados. 

—No te culpes, no podías hacer tu voluntad. Intentaste protegerme, incluso cuando alguien más podía controlarte—Iker me acomodó en el suelo. 

Vi que nos encontrábamos en una habitación a oscuras, había un silencio en esa habitación pero fuera de esta se escuchaban disparos, y personas huyendo. 

—¿Dónde está Max y Mateo?. 

—Están afuera, entramos justo a tiempo, pudiste morir ahí dentro, solo sé que ahora tienen lo que querían, tienen tu sangre. 

—Soy Vanessa Iker—sentí un nudo en la garganta—Siempre lo fui, y  personas han muerto para poder estar aquí hoy, mi hermana, Ava, Xay. Y aún dolería que ustedes se fueran de mi vida. 

—Tienes que tranquilizarte, y descansar—se puso de pie—Iré a ver a ambos, volveré para sacarte de aquí. No debes moverte. 

Él salió de la habitación, intenté ponerme de pie pero la fuerza que tenía en ese momento era escasa. Me quedé pensando un poco, debía hacer algo, debía intentar algo para poder salir de ahí y ayudar a los demás. 

Vi el reflejo de una persona en la ventana, esta se encontraba de pie, no hacía ningún tipo de movimiento. 

Me puse de pie lentamente y caminé hacia la mesa más cercana, tratando de evitar hacer cualquier ruido. Busqué algo para poder defenderme, hasta que encontré un tubo de unos 30 cm. 
Este estaba bastante pesado, pero me preocupaba que esa persona pudiera entrar, en este estado estaba más que vulnerable. 

Oí abrirse la puerta, y vi entrar a una persona. 
Me encontraba bajo una de las mesas, cubrí mi boca con una de mis manos mientras la otra sostenía aquel tubo de metal. 

—Vamos Xay, ¿O debo decir Vanessa?—Caminaba lentamente—Hace unos minutos vi salir a Iker de este lugar, y lo mejor de todo fue saber que aquella sangre era de más y nada menos que de mi querida Vanessa, cuanto tiempo pudiste huir. Lo gracioso es que decidiste regresar a pesar de haber escapado, tu curiosidad por saber tu pasado, y nonsolo el tuyo si no también el de Iker, los llevó a regresar a su infierno y por decisión propia. 

Se detuvo justo en la mesa que me encontraba. 

—No pienso perder más tiempo contigo, hace años que debí asesinarte, y no solo eso, controlar a las estúpidas clonaciones tuyas; decidieron tener vida propia cuando debían obedecer a toda costa. Quisieron vivir cuando su deber era obedecer y someterse a la voluntad de otras personas.  

Sentí como me tomó del cabello y me jaló hacia afuera de la mesa, haciendo que callera al suelo. 

—¡Eres un clon también!—Grité fuerte mientras caminaba hacia a mi—La verdadera Ava acaba de morir hace unos días, no eres más que su clon,  Oliver te ha estado engañando todo este tiempo, eres como aquellas estúpidas clonaciones, de aquellas a las que sueles maldecir y menospreciar. 

Ella se quedó callada, y empezó a negar con la cabeza. 

—Siempre seré Ava, y ni tu ni nadie volverá a mencionarla. 

Sacó un arma me apuntó directo a la cabeza, decidí cerrar los ojos. Y escuché el disparo. 

—Xay, ¿Estás bien?—Abrí los ojos intentando calmarme. 

Vi a Ava en el suelo, había recibido un disparo en la cabeza, estaba muerta. 
Verla ahí en ese estado, no sabía ni siquiera como sentirme. 

—E-está muerta—Salió de mi boca titubeando. 

—Pero tú estás viva, alguien como ella no debe vivir, ha hecho bastante daño como para que lo siga haciendo, si no lo hacía te perderíamos. 

—Creo que fue lo mejor, pero debemos salir de aquí. 

—Vamos, salgamos de aquí. 

Me recargué en él y salimos de la habitación. 
Atravesabamos cada pasillo con las luces parpadeando, y con sonidos de disparos de un lado a otro. 
Podía ver en su rostro un tipo de sentimiento, no se encontraba bien. 
Llegamos a otra habitación y decidimos descansar. 

Él cerró la puerta y las cortinas las recorrió. 

—Te conozco bastante bien como para saber que algo te molesta o algo está pasando en tu mente.—hablé una vez que me dejó en una silla. 

Lo vi desviar un poco la mirada y pensar nuevamente. 

—Cuando nos separamos y me fui con aquel científico, aquel que decía que me conocía desde hace bastante tiempo creí que sabría de mi pasado, de mi familia—Tomó una silla y se sentó frente a mi. 

Lo vi cabizbajo sostenía sus manos con nerviosismo  así que decidí tomarlas para intentar calmarlo. 

—A parte de saber lo que te hice y aquello que me obligaron hacer, me tenía demasiado culpable. Mi mente me engañó, me hizo pensar que huía contigo y no que huías de mi. Ahora todo está claro, el rompecabezas se ha unido, y ya tengo mis recuerdos. 

Lo vi demasiado decepcionado. Me dolía verlo así, sus ojos no eran los mismos, la tristeza se veía demasiado en su mirar. 

—Recuerdo cada detalle de mi vida, cada instante que viví contigo, recuerdo también esas veces en la que permanecía en un estado inmóvil, donde no podía hacer nada a mi voluntad. 

Él cerró los ojos un momento y comenzó a narrarme todo. 

Abrí los ojos por primera vez y estaba en los laboratorios, me revisaban los ojos; podía sentir las luces de las lámparas pasar una y otra vez, intentaba acoplarme a la luz pero dolía. 
—Al parecer está bien, es el segundo con mayor éxito Ava, pronto podremos implementar más clones. Ya no será tan necesaria Vanessa. Hemos descubierto que la mayoría de su generación es apta para este tipo de clonaciones. Aunque a estos les pondremos un chip, solo es para controlarlos, nuestros clientes han dicho que sigamos a pie de la letra lo que piden. En un futuro mientras ponemos a prueba este, podremos fabricarlos con mayor rapidez, y siendo estos la nueva generación. 

—Al parecer mi sueño de crear y llenar lo que resta del planeta de seres que comprenden y ayudan se hará realidad. Realmente no sabes lo mucho que he querido cambiar al planeta, los humanos siempre fuimos muy egoístas, pensamos en nosotros mismos y en nuestras necesidades sin pensar en los demás, sin pensar en aquellos que no pueden hablar. 

—Así es Ava, porfin tendrás aquel planeta que tanto deseas. Solo es cuestión de seguir creando pero sabes que todo tiene un precio. 

En ese momento aún no podía ni siquiera pronunciar palabra alguna, pero estaba escucahndo cada palabra de ellos dos. 

—Asesina a quien tengas que hacerlo. El mundo de por sí es malo como para que esos pequeños sigan viviendo en el. No es más que un favor para ellos. 

Me llevaron a una habitación, y me quedé ahí por un tiempo, hasta que comencé a moverme con libertad, comencé a sentir todo en mi cuerpo, sentía mi corazón latir fuertemente, parecía algo increíble. Me sentía como un pequeño que apenas empezaba a vivir, que recién comenzaba a caminar, hablar, tomar cosas. 

Al paso de unos meses pude forjar mi personalidad, pero no podía controlar todo de mi. 
Hasta que te conocí. 

La primera vez que te vi, estabas sentada en una de las mesas blancas enormes. 
Te veías bastante seria, comías un poco de pan tu mirada estaba ida. 
Decidí sentarme a tu lado y luego me miraste. 
Desde ahí supe que había encontrado a la persona que protegería pase lo que pase. Tus ojos me dijeron todo. 

—¿Cómo te llamas?—inquirí mientras sonreía. 

—Vanessa y no recuerdo haberte dicho que te sentaras a mi lado. 

Debí alejarme tal vez cuando lo pediste. Pero algo me dijo que viviría la mayor de las aventuras contigo. Y decidí seguir. 

—Mi nombre es Iker, perdona que llegara así de repente. Te vi desde la puerta y quise saludar, es la primera vez que salgo de mi habitación, entonces quería conocer a alguien por lo menos el día de hoy. 

—Espero que te des cuenta que aquí nadie está para poder hacer amigos, los que estamos aquí debemos enfrentarnos a desafíos que ni siquiera deberíamos hacer. 

Tal vez en ese momento no entendía por qué el enojo que tenías, fue al paso de los días cuando veía a los dolorosos tratamientos que te hacían tomar, y sobre todo esas pruebas que te ponían, salías mucha veces de estas pruebas muy cansada, y tu energía ya no estaba, te veías bastante débil. 
Hasta que entraste al artefacto por primera vez. 

Y me dolió saber que fui yo quien te llevó a ese lugar,  y que desde ahí, ya no pude tomar control sobre mi. 

Te introdujeron a la caja transparente, y la encendieron esta emitió una luz de unos tonos azules, y comenzaste a gritar que te sacaran de ahí. 

Y yo no podía siquiera moverme, no podía mover un dedo, quería caminar, quería sacarte de ahí, pero lo único que hacía era permanecer quieto en ese lugar mientras observaba la forma en la que sufrías. 

Terminabas sangrando de la nariz y muchas veces tu cuerpo tenía bastantes heridas. 
Rara la vez que recordabas que yo te había llevado y eso me hacía sentir incluso más culpable. 

Y de esa primera vez, crearon a Xay, pero al igual que yo le tomó unos meses poder acoplarse. 
Luego de un tiempo pude ver como se acercaba a ti, mientras yo me alejaba, e intentaba decírtelo pero algo siempre me lo impidió. 
Luego me enteré que el verdadero Iker había muerto cuando me crearon, y es por eso que decidieron no adesinarte, eras la única que lograba crear sin si quiera morir, a demás de que tus heridas lograban sanar de manera rápida. 

Querían hacer más contigo, no solo crear más vida, hasta que Xay se dio cuenta de todo esto, es por eso que decidió sacarte de este lugar. 
Me pidió ayuda y estaba dispuesto a hacerlo pero, jamás pude hacer mi voluntad y siempre que intentaba acercarse a mi, me alejaba. 

No sabía lo que sentías cuando descubriste que eras un clon, no me pasaba por la mente que tan doloroso era, pero ahora que sé que jamás he sido alguien real, o alguien que nació como debía ser. 
Te entendí, y ahora hemos cambiado los papeles, pero no me arrepiento de absolutamente nada, el habernos encontrado nuevamente y el haber regresado, volvería a repetir todo por revivir este momento, por tener la libertad de poder confesarte todo, por poder tener la vida que merecía tener; una en donde no tengo más cadenas que me sujeten y mucho menos que controlen lo que diré. 


—Para mi siempre serás mi alma gemela, siempre apareces cuando te necesito, siempre estás cuando ni yo estoy para mi. Eres sin duda alguna Iker alguien al cual amo infinitamente, agradezco el hecho de que estés a mi lado, no importa lo que pasó eso se quedó atrás, ahora luchemos por tener el futuro que hemos anhelado siempre.—Me acerqué a él y le di un abrazo fuerte que duró varios segundos—Siempre voy a perdonarte esperando que también me perdones si he cometido algún error. 



 




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