O N L Y

CAPÍTULO 35

—FINALMENTE EL INICIO— 

 

(PARTE FINAL) 

 

"El que algo termine no significa que no pueda continuar". 

 

 

Él caminó hacia mi pasando por todos los que estaba cerca. Sus hombres tenían sujetados a Max, Iker y Mateo y apuntaban con sus armas a las demás personas que venían con nosotros. 

 

—Necesito que vengas conmigo—Volvió a repetir Oliver. 

 

—Por favor Padre ¿Ahora qué es lo que quieres?—preguntó Mateo intentando safarse de quién lo sujetaba. 

 

Oliver mostró desinterés ante la pregunta que le había hecho. Miró a quién lo sujetaba y este le dió un golpe en el rostro haciendo que sangrara de la nariz. 

 

—¡Alto!—Grité fuerte intentando que ya no volviera hacerlo. 

 

Oliver le hizo una señal y aquel hombre solo volvió a sujetarlo. 

 

—Se perfectamente lo que intentan hacer, quise llegar por mis medios, pero, como ven—Miró alrededor—Todo a quedado destruido y la única manera en la que podía salir de aquí fue destruida. Entonces, se quiénes conocen el camino, y alguien de aquí mucho más que tú—Pude ver como su mirada se posaba sobre Max. 

 

Tragué un poco de saliva. Intenté no verme tan nerviosa. 

 

—Ya se a donde va todo esto, pero, si quieres llegar necesitas a todos vivos. —Respondí de manera casi inmediata. 

 

—No Vanessa, no intentes nada, las reglas las pongo yo, no tú, y si quiero puedo matar a cada una de estas personas. Incluyendo a tu hermano e incluso a mi propio hijo. 

 

Me quedé callada, Max negaba con la cabeza. 

 

—¿No me crees?—Apuntó a un anciano que se encontraba cerca de Max, le disparó sin pensarlo y calló al suelo. 

 

—A-alto por favor—temblaba de impotencia—Te llevaré pero ya no lastimes a nadie—Mis ojos se llenaron de lágrimas, las personas estaban llorando sentían miedo se podía reflejar en sus rostros. 

 

—Muy bien,  creo que así nos entendemos mejor—me tomó del brazo y me jaló—Ya saben que hacer con todos. 

 

Los hombres comenzaron a poner a todas las personas de rodillas me teduve un momento intentando ver que es lo que pretendían hacer. 

 

—Pero... acepté para que no los lastimaras—Hablé mientras él intentaba jalarme. 

 

—Ay Vanessa, de verdad estás personas ya están muertas—me miró—Es lo mejor, ya dejaran de sufrir y creer que tienen una oportunidad de sobrevivir. 

 

—Solo déjalos ir, ellos merecen vivir como todos nosotros—los miraba mientras ellos cerraban los ojos 

 

—Son ellos o los tuyos—Oliver se veía bastante serio, no podía creer que fuera tan vil para matar a todas esas personas. 

 

—Descuida, nosotros también elegiríamos a los nuestros—Habló una anciana que se encontraba a lado de Iker. 

 

Vi como tomaron a Iker, Mateo y Max. 

Los apuntaron con un arma, a tal punto de casi disparar. 

 

—No por favor, por favor no me hagas elegir— miraba a ambos lados. 

 

—Decide ahora—Ordenó Oliver. 

 

Cerré los ojos y respondí evitando cualquier contacto visual. 

 

—Vamos, debemos irnos ya—Respondí mientras acercaban a Iker, Mateo y Max. 

 

Oímos como las demás personas gritaban de miedo. Se escucharon varios disparos pero yo no podía siquiera voltear hacia a algún lado. Estaba ida en mis pensamientos, ahora era la culpable de todas esas muertes, definitivamente elegir entre los tuyos o aquellas personas que apenas y conoces no es nada fácil, porque todos merecemos vivir y decidir por nosotros mismos. Sin embargo esta noche no fue posible poder elegir a todos, y es algo que llevaré dentro de mi siempre. 

 

Caminábamos por el bosque, el camino parecía bastante largo, cada que me encontraba sola lloraba, lloraba por la impotencia. 

Por aquellos niños y ancianos, por las madres y padres. 

 

Llegamos a un campamento y nos metieron a una habitación por separado, me encontraba sola estaba en el suelo con las manos en los ojos, lloraba desconsolada. 

 

Oí abrirse la puerta pero no hice caso de esta. 

Sentí unas manos rosar las mías para luego ser tomadas. 

Con lágrimas en los ojos pude ver su mirada, fui directo hacia a él y lo abracé. 

 

—Hice lo posible por venir a verte, le pedí a mi padre que me dejara estar contigo por lo menos unos minutos—Sentí como limpió las lágrimas que tenía en el rostro. 

 

—Quiero que te quedes por siempre—Estaba en sus brazos intentado imaginar que nada de esto estaba pasando. 

 

—No te culpes más por lo que pasó—me abrazó más fuerte mientras acariciaba mi cabello. 

 

—Ellos murieron por mi decisión—Intenté no mirarlo. 

 

—Mi padre los asesinó, mi padre dió la orden. Él es el único responsable de todo lo que te ha pasado. 

 

Decidí mirarlo y le di una pequeña sonrisa. 

 

Sentí sus manos en mis rostro para luego acercarse a mi y besarme. 

Cerré los ojos lentamente hasta hacerlo por completo. Sentía unas lágrimas caer de mis ojos mientras aquel beso seguía en curso. 

Sus labios con los míos, así como su corazón latiendo por mi. Era lo único que en ese momento me mantenía viva, su amor. 

 

—Te amo Xay—Tomó mis manos y les dio un ligero beso. 

 

—Te amo Mateo—Sonreí al escuchar nuevamente que me llamara Xay—Volví a darle un beso para luego él sostenerme en sus brazos. 

 

—Vamos a salir de todo esto y en cuanto lo hagamos tendré una vida junto a la mujer a la que amo, por fin dejaremos de navegar en un mar de engaños, viviremos para nosotros y para nuestra futura familia. Llevaremos a coco, volverás a verlo y tendremos una casa hecha por los dos, estoy seguro de que así será. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.