O' Sullivan Mystery: La Escopeta de la Noche

Capítulo 10: Neullén de Eizaguirre

—Y por eso buscas a ese tal Gallardo.. ¿Pero qué tiene que ver los demás habitantes de Neullén?— Dijo Idoya, mientras seguía amarrada

—Nunca hubo justicia para él. La gente de Neullén prefirió callar, y darle la espalda, defenderlo, y ahora necesito encontrarlo. Por eso solo capturo gente que tiene una cercanía con él.—

—¡Pero tienes que liberarlos, ya!— Decía mientras se movía, tratando de salir de la silla.

—Ya tengo su localización, iré ahora a matarlo. Te cuento esto porque quiero que cuentes la razón después que posiblemente termine en la cárcel. —

—¡LEÓN, NO! ¡NO HAGAS NINGUNA LOCURA! León, por favor, mira, también me mataron a mi madre por algo parecido, y créeme que duele hasta el alma, pero ir por ahí matando gente.. no es la respuesta, por favor no... — Decía mientras seguía tratando de liberarse.

León no le escuchó, y dejó la sala. Se fue.

Idoya se quedó quieta y callada, no había más salida. Se quedó ahí por unas cuantas horas, hasta que apareció Sally.

—Mira a quién encontré... — Acto seguido, aparece María por atrás de ella.

—¡María!— Gritó Idoya.

Ambas se acercaron para liberarla, y a penas suelta, abrazó fuertemente a María y la besó. También abrazó agradecida a Sally.

—Tenemos que liberar a los demás— Dijo Sally.

—Aún no, liberen a la gente ustedes, yo tengo que detener a alguien, no hay tiempo.—

Sally y María asintieron, y las tres se separaron.

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Mientras tanto, en la comisaría, todo era un caos, no se sabía donde estaba Idoya, no se sabía donde estaba la Escopeta de la noche, todos estaban corriendo con papeles en mano, contestando llamadas telefónicas, todos estaban desesperados.

—Lo que encontré, es que Gallardo ahora está con su novia, cerca del río del pueblo, tenemos que ir allí, ¡YA!— Dijo Cony.

—No podemos, tenemos que localizar a Idoya primero.. — Decía Luli mientras buscaba algo de información en su computadora.

—Creo que Cony tiene razón, no podemos simplemente dejar a Gallardo solo, sin nada de protección.. — Asintió Íñigo

—¡Por fin alguien con uso de razón!— Cony tomó de la mano a Íñigo y a Luli los llevó hacia el auto. —¡Vamos ya, que no hay tiempo!—

Íñigo se sentó adelante, y rápidamente, partió hacia la zona del río. Se encontraba bastante cerca, así que no habría problemas en llegar.

—¿No puedes ir más rápido, Íñigo?—

—¡Voy lo más rápido que puedo! Tengo en mi cabeza un montón de cosas... —

Mientras estaban llegando, podían ver a lo lejos, como Gallardo, un chico fortachón, estaba amarrado a la orilla del río, y con la boca tapada, y a León apuntándole con una escopeta. Esta vez, no tenía una máscara que le tapara, realmente estaba descubierto, no era "La Escopeta de la Noche", si no más bien, era León.

Los tres al llegar, se bajaron rápidamente del auto, y se acercaron a él cuidadosamente.

—Caballero... Entregue el arma... Por favor... No tomemos acciones desesperadas... — Decía Íñigo, mientras Luli lentamente iba sacando su pistola.

Cony se quedó en el auto, nerviosamente miraba por los vidrios del lugar.

—¿Por qué vienen ustedes? ¿Por qué lo ayudan a él? Hace años ustedes no me ayudaron... Me dejaron solo, desolado... Triste...— Repitió León, sin dejar de apuntar con la escopeta.

—¿De qué está hablando?—

Antes de que pudieran contestar, llegó Idoya, junto a una chica, de pelo castaño, y rulos, que se acercó rápidamente hacia la zona de peligro.

—¡León! ¡León! Soy yo, Marta... Por favor, no hagas esto..... Sé que duele ver a Jason ir, pero estas no son las maneras... —

—¿M-Marta? ¿Qué haces aquí?— A León se le caían algunas lágrimas, mientras que a Gallardo también, pero del miedo.

—Me enteré de lo que pasaba... No esperaba que tú fueras el de la escopeta de la noche.... Tú, siendo un chico tan adorable... —

—¡PERO NADIE HIZO JUSTICIA POR JASON!—

—Pero esas no son las maneras, León. Jason no hubiera querido que llegaras a este punto.... —

Idoya interrumpió en ese momento, y se puso al lado de Marta. Íñigo trató de detenerla, pero Luli lo detuvo.

—Como te dije, mi madre murió por odio, como a tu pareja, pero creeme que aunque el dolor siga estando dentro de ti, esa persona siempre te acompañará, independiente de todo. Pero por favor, no te conviertas en ellos, no te conviertas en esa persona que juraste destruir, no conviertas en más a Neullén.. —



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En el texto hay: aventura, investigacion, aventura amor accion traicion

Editado: 02.05.2019

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