Ya estaba levantada, vestida, e incluso ya había comido.
Mi papá me había preparado un delicioso desayuno con un jugo de naranja y unos huevos fritos.
Sí, es lo típico, pero es mi favorito.
Tenía que volver a encontrarme con Isaac, pero no sabía si iba a estar en casa.
Igualmente, tenía que intentarlo.
Obviamente salí sin Cony, ella ya había salido mucho conmigo, y estaba dejando de lado a la biblioteca, y no quiero afectarla solamente por una capricho mío de averiguar todo esto.
Y de hecho, yo ya sabía que había pasado con mi tatarabuelo, fue llevado al manicomio, pero quería saber más.
¿Qué es eso de que hay una maldita bomba en el suelo que estoy pisando?
Ellos deberían saber.
Me apresuré para llegar a la casa de Isaac, y cuando llegué, me di cuenta que él estaba sentado en su antejardín, como si me estuviera esperando.
—Sabría que vendrías, pasa.—
Inmediatamente se levantó y me abrió la reja de su antejardín, y luego su puerta principal de la casa.
—Supongo que ya sabes todo lo que querías.— Me dijo él, una vez dentro
—Sí, hay una bomba debajo.—
—Oh, te apresuraste, creí que ibas a hablarme de tu tatarabuelo.— Me respondió él.
—Sí, pero ahora tengo un nuevo tema que me interesa.—
—Bueno, ya que llegaste ahí, quiero que me devuelvas el favor, tú ya sabes dónde se fue tu pariente, quiero que tú me averigües donde está esa famosa bomba.— Me dijo él, interesado.
—¡No sé donde está! ¿Y por qué tengo que saber yo eso?— Dije confundida
—Porque los O'Sullivan’s saben dónde está. Se sabe que ustedes escondieron esa bomba en un lugar secreto de su casa. — Me respondió él
Me quedé paralizada por un momento, ¿Quién sabría eso? Supuestamente mi tatarabuelo fue enviado a un manicomio, y sólo él y el señor Moore sabía, pero él quedó en la cárcel.
¿Quién más podría saber?
.
.
.
¿Mi bisabuela?
¿Por qué ella?
Supuse que la esposa de mi tatarabuelo habrá sido la que sabía sobre esta bomba, y puede que le haya contado a mi bisabueli.
—No sé de qué me hablas.— Le respondí.
—Tienes que ayudarme, mi tatarabuelo dejó algo muy importante ahí, y además, ayudaré a sacar la bomba con ciertas autoridades.—
—Trataré de hacer lo que pueda, pero tienes que saber que al menos yo, no tengo ni idea de dónde está, sólo que debajo de la plaza de armas.—
—Ese es el problema, ya no quieren excavar hacia abajo porque temen de que si la tocan, pueda suceder lo que nadie quiere. Así que averigua eso, y dímelo.—
Asentí.
Me fui a mi casa luego de eso, no tenía nada más que hacer, había llamado a Cony, pero estaba ocupada con lo del trabajo. Así que me fui solamente a mi casa, aunque en parte, es genial, ya que tal vez ahí consiga una pista de lo que me había dicho Isaac.
Al llegar, observé todo con tanta precaución para no perderme ningún detalle.
Esta vez, no será tan ingenua como la primera vez que entré a esta casa.
Me saludó Lucie, y ella me preguntó si estaba bien.
Ella creía que estaba algo mal, y que salía mucho de casa para alejarme de mis padres, ya que estaba "enojada" con ellos por haberme traído hacía aquí.
Ella me llevó a la sala de estar y ahí me dio una larga conversación de que el pueblo esto, que el pueblo aquello...
Y la verdad, es que no me creía cuando le decía que de hecho, estoy más feliz de lo que esperaba en este lugar.
Pero según ella, "No lo demostraba"
Pasé de ella, no quería seguir estando en esa conversación, así que simplemente me alejé.