Oasis

Capítulo 8

Escucho como Beth se mueve cada cierto tiempo. Cuando estoy a punto de dormir el sonido de la cama y las sábanas me ponen alerta, el estar en una nueva cabaña es algo estresante, sobre todo para mí, quien se aterra con lugares nuevos, lo curioso es que exclusivamente me aterran los lugares donde tendré que dormir.

Quisiera ser Al, quien se encuentra en estado de coma profundo, con un brazo colgando de la cama y otro en su cara. ¿Por qué Beth no podrá dormir? Sé porque a mí me cuesta conciliar el sueño. ¿Pero ella? ¿A que puede temerle tanto? ¿La oscuridad? Tal vez por eso le cuesta tanto dormir, tal vez ella tiene pesadillas, tal vez se siente mal o está enferma. Tal vez debería hablarle y preguntarle.

Pero no lo hago.

Finalmente el sueño me gana. Y despierto con los primeros pasos de Al. Su cuerpo fuerte y pesado, combinado con los torpes movimientos de un hombre semi dormido. Beth sin embargo sigue en su cama, dormida.

-No la despiertes.- Me dice Al bostezando.- Si la despiertas te golpeara y tendrá dolor de cabeza toda la mañana lo cual la pone de mal humor.

-¿Y cómo se despierta a tiempo para el entrenamiento?

-Tiene algo así como un reloj biológico. Despertara en aproximadamente 15 minutos. A veces antes… depende de a qué hora se quedó dormida. Tú por otro lado, tienes una cara de cansancio.

-Me cuesta conciliar el sueño cuando es una nueva cama.

-Te acostumbraras. Bueno voy a darme una ducha matutina. Nos vemos para el desayuno.

Considero si debo quedarme y despertar a Beth. O esperar a que despierte. Observándola mientras duerme me doy cuenta de algo. No luce tan mala y ruda. ¿Cómo luciría con el cabello largo? Nube dijo que era hermoso.

Beth comienza a moverse, supongo que está despertando. Así que dejo de mirarla y salgo de la cabaña para ir por el agua para darme una pequeña ducha fría.

 

Jared. Soñé con él. Soñé que enredaba sus dedos en mi cabello negro y largo. Soñé que me sonreía y me daba un beso en la frente y me abrazaba.

Y luego soñé que llegaban los demonios azules. Nos separábamos para pelear, soñé que eran demasiados.

Apenas podía defenderme, dos contra mí, tres contra Jared. Ese fue el problema, llegaron otros tres. La tierra se abrió, moviendo la arena. Y salieron de las profundidades para arrebatármelo.

Jared me grito que corriéramos al Oasis. Corrimos, yo iba adelante, con mis piernas delgadas y largas corrí con fuerza. Giraba hacia atrás para ver a Jared, para ver si nos seguían y volvía a mirar al frente.

Y entonces sucedió. Ya podía ver el Oasis a lo lejos, cerca. Y cuando vi atrás, detrás de Jared, uno de esos demonios lo alcanzo, con un sólo golpe en la cabeza. Vi como cayo desmayado en la tierra. Comencé a volver por él, pero aquel lo levanto como un saco de carne, se abrió la tierra y desapareció ante mis ojos. Mientras el resto venia en mi dirección.

Ahora que lo pienso, no fue solamente un sueño. Todos desaparecen ante mis ojos.

 

-¿Dirías que somos amigos? ¿O somos maestro-alumno? – me pregunta Dank, mientras descansa de estar colgado de un brazo.

- Diría que estamos en proceso de tal vez ser amigos.

-¿Qué hacen los amigos?-

-No lo sé. ¿Se ayudan?

-¿Nunca tuviste amigos?

-Tuve.

-¿Al no es tu amigo?

-Al es un amigo que no me molesta y me da mi espacio. No realiza preguntas sobre mi vida, pasado o presente.

-¿Ósea que yo te molesto? Disculpa, si lo que necesitas para que podamos ser amigos es que no pregunte nada de tu vida, pues, puedo hacerlo. ¿Pero entonces de que hablaríamos?

-De ti, tal vez. Ya que estás tan interesado en hablar.- siento que se tensa, y me mira fijamente un buen rato, directo a los ojos.- ¿Qué? – le digo al fin, no es que me perturbe, pero me irrita esperar.

-El color de tus ojos me recuerdan a alguien. – Tal vez debería preguntar a quién pero no me interesa.- Pero bueno, quieres saber de mí… Pues como te dije antes no me parece justo tener que confiarte toda mi vida, cuando tú no me confías la tuya. Pero lo que sí puedo decirte es que mi color favorito es el verde.

-El verde.- repito.- Pues el mío es el azul.

-Nube me dijo una vez que tenías el cabello largo. ¿No te incomodaba para pelear?- Me tenso, por un breve momento pienso en darle una lección a Nube por irse de chismosa. ¿Qué más le conto?



#26991 en Otros

En el texto hay: amor, amistad, traumas infantiles

Editado: 08.03.2019

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