Oasis

Capítulo 15

-¿Beth? ¿Qué haces?- Su voz es un sonido tenso y sorprendido. Rhonda me mira con puras preguntas en sus ojos.

-No lo atacare.- Respondo.- él no nos hará daño.

-¿Él? ¿Te refieres a eso… que utiliza el cuerpo de Jared? ¡EL CUERPO DE JARED!- Un golpe bajo, algo doloroso para recordar, no puedo defenderlo contra esa acusación. Y Rhonda tampoco me deja intentarlo.- Yo puedo sola contra él.

Rhonda se lanza contra Lest. Con un pequeño cuchillo pero es rápida, es fuerte y ese cuchillo es todo lo que necesita.

Lest reacciona rápido, esquiva su primer golpe, cuando intenta herirlo en un costado de las costillas. Y luego continúa esquivando cada golpe. Rhonda sigue atacando, intentando herirlo en cada movimiento en cada golpe, Lest continúa retrocediendo y esquivando, pero no pueden continuar así mucho tiempo.

Cuando ves luchar a dos amigos, dos personas que te importan tanto, a veces no sabe exactamente qué hacer, como involucrarse y detener la pelea, ni de que parte ponerse. Por un lado puede ser tú mejor amiga y por el otro tu mejor amigo, uno de ellos se enojara por no apoyar al otro, los dos creen que elegirás su amistad sobre la de la otra persona porque supone que es más importante, pero no siempre es así. A veces ninguno tiene la razón, a veces uno solo apoya a quien le importa más y a veces tienes que apoyar al quien crees que tiene razón aunque la que se equivoca sea tu amiga del alma.

Y es por eso que cuando Rhonda tiene el cuchillo en una posición donde no podría herir a nadie, justo al lado de su costado, descansando de los movimientos bruscos que acaba de hacer me lanzo contra ella, como una leona que acaba de abalanzarse contra su presa.

Mi cuerpo golpea el suyo, con poca coordinación logro agarrar sus brazos con mis manos para inmovilizarla. Caemos al suelo, con fuerza, pero es arena, la caída no duele tanto.

Rhonda primero mira buscando a su atacante, luego me ve y abre sus ojos en señal de traición, eso soy, una traidora. Comienza a moverse para intentar zafarse de mi agarre aunque estoy sentada sobre ella e inmovilizo sus manos. Pero ella sigue sosteniendo el cuchillo, pienso que debo golpear su mano contra la arena con fuerza para que lo suelte.

Rhonda, sin embargo, es más rápida que yo, siempre lo fue.

Rhonda tiene las piernas largas, es más alta que yo, y yo estoy sentada sobre ella, sobre tu estómago, pero deje sus piernas libres a retorcerse. Sin pensar en que ese movimiento de lucha podía existir o que Rhonda lo sabría hacer.

Sus piernas se alzan en un ángulo de 90º rápidamente las inclina un poco más y logra atrapar mi cuello con sus tobillos y pies haciendo una palanca, con tremenda fuerza, empujándome hacia atrás lentamente pero sin posibilidad de que yo logre vencerla, estoy cansada, débil.

En un sólo movimiento, Rhonda se encuentra sentada sobre mí, se soltó de mi agarre y no se molestó en intentar inmovilizar mis manos, le basta con tener el cuchillo contra mi yugular.

Intento mirar el cuchillo pero solo logro ver su brazo y su muñeca, luego dirijo mi mirada hacia sus ojos, la miro fijamente. “Hazlo de una vez” Pienso. Rhonda me mira con ira brotando de sus ojos, está iracunda, sus cejas fruncidas y sus labios apretados. No dice ni una sola palabra y yo tampoco ruego por mi vida.

Creo ver un destello de duda en su rostro. Por un momento creo que no sería capaz de matarme, nunca sabré la respuesta. Lest aparece por detrás de Rhonda y la aparta de mí.

-Déjala.- Dice mientras la aparte de mi.- Soy yo a quien quieres. Atácame.- Rhonda responde a su provocación, le da un puñete a un lado de la cara derribándolo. Lest cae al suelo y yo intento ponerme de pie y volver a meterme en la pelea.

-¡Basta!- grito mientras me levanto casi tropezándome con mis propios pies.- ¡Deténganse!

Avanzo hacia ellos, y me meto entre sus brazos, interponiéndome entre Lest y Rhonda. Quien, por un momento se detiene y me mira.

-Tus ojos y pómulos se están moreteando más.- dice jadeando de cansancio.

-¿Qué?- No entiendo que quiere decirme.

-Tu nariz también se ve hinchada.- Dice mientras mira un momento al cuchillo y lo mueve en su mano, para luego guardarlo de nuevo en su cinturón.

-¿Qué? – Vuelvo a decir. Pero Rhonda sólo me mira unos segundos más y comienza a alejarse, devuelta a la cabaña de Nube.

-¡Rhonda!- grito su nombre pero no se da la vuelta.- ¿Qué…?- Intento entender que sucede.

-¿Beth te lastimo?- La voz de Lest se escucha detrás de mi oreja, como un susurro, preocupado y me da la vuelta con sus manos y mira mi cuello, donde Rhonda tenía presionado el cuchillo.



#27014 en Otros

En el texto hay: amor, amistad, traumas infantiles

Editado: 08.03.2019

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