Oasis

Capítulo 18

-Beth. ¡Beth! –Digo en un susurro fuerte.-Te estás durmiendo de nuevo. Ella entre abre los ojos y parpadea varias veces rápido.

-Mmmm… tengo sed.

-Creo que necesitas algo más que agua. Azúcar. Cafeína tal vez.

-¿Tienes algo de eso contigo?

-No.

-Yo tampoco.

-Tal vez…- Es cuando siento algo filoso en mi nuca, algo frio y con punta. No me muevo, Beth mira detrás de mí con sus ojos cansados, intento ver en la oscuridad.

-Imbéciles.- Es la voz de Rhonda.- No saben ni ocultarse. Ocasionaran que nos maten a todos o peor que no podamos volver.

-¿Puedes quitar ese cuchillo de mi nuca?- Le pido amablemente.

-¿Por qué? Yo creo que debería eliminar a los traidores y débiles. Ella una traidora, tú un débil.

-Rhonda déjalos.- Al, o lo que parece ser Al por su silueta aparece del lado de Beth, se arrastra a gatas. Siento un momento de tensión entre Rhonda y Al, como si estuviera considerando sus opciones. Y finalmente siento que baje el cuchillo, me doy la vuelta para poder verla.

-Tú. Estás. Loca.

-Beth no luces bien.- Dice Al, cortando un poco la tensión.

-Es la oscuridad, deforma mi rostro. Sabía que eran ustedes. – Dice más cansada que antes.- Los escuche acercarse.

-Síguete diciéndote eso a ti misma. Tal vez te lo creas.- Responde Rhonda.

-Basta.- Ordena Al.- ¿Qué les sucede? ¿Olvidan quiénes somos? ¿Olvidan que tenemos el mismo objetivo? Salir vivos de aquí. Dejen de pelear, dejen por un momento todo lo sucedido, debemos unirnos. Estar juntos, atentos y escapar.

-Quién ha olvidado quienes somos y nuestro objetivo aquí es ella.- Responde Rhonda casi escupiendo de la rabia.- Se ha puesto de parte de uno de ellos, olvidando todo lo que hemos vivido aquí. Es una traidora, lo eligió a él. ¡A eso!

-Su nombre es Lest.- Responde Beth, empeorando la situación. Rhonda abre los ojos con indignación y enojo, luego gira su cabeza hacia Al.

-¿La escuchas? ¡¿La escuchas?!- y luego la apunta con toda la mano.- Ha perdido la razón. Defiende a esa cosa, ese demonio de ojos azules y todo porque es el cuerpo de Jared. Ha olvidado que ya no es Jared, se dejó manipular. Es una estúpida. Una trastornada por la muerte de sus hermanos. ¡Supéralo! ¡No eres la única que ha perdido algo a alguien!

En la oscuridad todo se distorsiona, las sombras toman varias formas, la velocidad es mayor, y todo es brusco. No sé que ocurre exactamente, pero veo dos siluetas enredadas, que comienzan a dar vueltas en la arena. Cuando intento ver al lugar donde estaba Beth sentada no veo a nadie, y en el lugar donde estaba Rhonda tampoco. Sólo quedamos Al y yo, mientras ellas dos comienzan a pelear como gatas o perros. No es la pelea sincronizada y estructurada de dos maestros del karate, no son puñetes o patadas entrenadas, no hay armas.

Al y yo corremos e intentamos separarlas. Yo intento sacar de encima a Beth y Al intenta agarrar las manos de Rhonda. Ambas están dado arañazos y bofetadas, se jalan de los cabellos y siguen pelando. Arañazos terminan en mis brazos y manos, que eran dirigidos de Rhonda a Beth pero termine recibiéndolos.

-Dios… Basta.- Digo mientras intento sacar a Beth, que se retuerce debajo de Rhonda lanzando arañazos y jalándole el cabello rosa. –Me están lastimando.- Puedo sentir como las uñas de Rhonda me sacan un pedazo de piel.-Oh… córtate las uñas o mejor… extráelas por completo de tus dedos.-Pero no me escuchan.-

-Rhonda, ya basta.- Dice también Al intentado sacarla de encima de Beth. Pero no podemos, ni él ni yo logramos separarla.

-¿Cómo es posible que tú, con todo ese músculo no puedas apartarla?- me dirijo a Al.

-Me da miedo lastimarla al apartarla, ella es fuerte, yo también, una vez rompí la muñeca de una chica que entrene sin querer.

-Deberíamos noquearlas, a las dos. Las llevaríamos como muñecas de… arena, así no harían tanto ruido. Y ocasionarían menos peleas. ¿Sabes? Me rindo. Que se saquen los ojos si lo desean.- Suelto a Beth y dejo que continúen peleando. Al lo piensa un momento, y finalmente suelta a Rhonda.

-Yo también. ¿Dejaremos que se maten?

-No se mataran. Mira… pelean como niñas. Están cansadas, su pelea es un chiste. Dejemos que se cansen más, máximo terminaran con arañazos y con áreas sin cabello.

-No lo sé… No deberíamos estar peleando. Podrían llegan en cualquier momento, deberíamos estar escondidos.



#27007 en Otros

En el texto hay: amor, amistad, traumas infantiles

Editado: 08.03.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.