Capítulo 6

Uno más del montón
 

Azul salía mucho más que Summer por lo que cuando llego dando de brincos a contarle a su mejor amiga que tenía un novio que conocio en la plaza donde su madre la llevo, no fue una sorpresa para Summer. Azul se emocionaba con los chicos, más de lo debido, cosas que ella no entendía.

Azul estaba emocionada por su novio, era dos años mayor que ellas y para alguien de catorce salir con un chico como él era un sueño de una forma loca y fantasiosa, al menos así lo decía Azul, sentía que era más libre ahora que en otro momento.

Y esa nueva libertad se debía a que su madre no le ponía atención, Azul sabia que el cambia venía de algún lugar, pero no quería indagar en eso todavía, pero esa distracción logró que su madre no supiera que estuvo una semana suspendida por la pelea con América o cuando un día llegó a casa y la encontró con su novio en turno besándose en el sillón de la sala. Su madre solo le dijo que estaba cansada y que se moría de sueño que ordenara algo para comer y que no la molestara que estaría en su habitación descansando.

En ese momento una punzada de dolor cruzo el pecho de Azul y le dijo a su novio que se marchara, no quería que la viera llorando porque su madre era una mujer que no se interesaba en su propia hija.

Azul a veces hacia cosas para ver si su madre ponía atención y cada vez que esto no funcionaba, más se daba cuenta de que Lisa bien podría ser solo una compañera de casa, no una madre.

Sintiéndose libre de hacer lo que fuera sin que su madre la regalara por nada, Azul aceptó acompañar a su novio a una fiesta ese viernes por la noche.

Sabia que era una fiesta de chicos grandes y sentía mucha emoción de poder convivir con ellos, no con los niñatos de su clase.

Fue al armario de su madre y saco un par de tacones para ponerse junto con el vestido de color plateado que había escogido esa noche, el vestido era corto le quedaba arriba de la rodilla, tenia un escote en V y la espalda descubierta.

Los tacones la hacian lucir un poco mayor, se coloco varios productos de maquillaje de su madre, no quería lucir como una chica se catorce, ella debía estar a la altura de los demás invitados.

Pero algo no encajaba en su plan de verse mayor, se vio al espejo y supo que era, fue a el baño, tomo papel y relleno su sostén con este, ella tenia más pechos que la mayoría de chicas de su clase, pero aún así el vestido de su madre le quedaba grande pues esta tenia más busto que ella.

Cuando vio su parte alta más inflada se aplaudió mentalmente por esa idea, que la hizo creer esos dos años que no tenia.

La fiesta no era muy lejos, su novio no dejaba de verla de un modo extraño y eso la hizo sentir incomoda, pero empujo ese sentimiento a un lugar lejos de su mente esa noche, era la primera fiesta a la que asistía sin su madre y sus aburridas amigas que le decían lo grande que estaba mientras hablaban de los chismes de los famosos o de las mismas chicas de la colonia.

La fiesta tenía el ambiente que  imaginaba, había oído a chicos de grados superiores hablar sobre ellas, no tenía muy claro que esperar, pero todo mundo charlaba y hablaba, la música estaba muy alta, las luces de colores brillaban sobre los cuerpos que se mecían al ritmo de la musica, el sector más alejado y oscuridad de la pista de baile parecía un lugar donde todo podía pasar y ella no estaba segura de si quería saber que exactamente pasaba ahi.

Los cuerpos de las chicas que bailaban al ritmo de la música era iluminados, Azul por un momento se sintió fuera de lugar. Pero su novio la condujo por el lugar hasta llevarla con otros chicos.

La presento como su amiga, lo cual le pareció extraño pero no podía dejar de mirar a todos lados, sintiéndose extraña y todos gritaban para poder escucharse sobre la música, así que no se detuvo a corregirlo, los chicos era amigos de él y cada uno estaban con una chica, todas demasiado guapas, con ropas ajustadas y cortas, sentadas en las piernas de los chicos, con vasos de cerveza en las manos.

Azul se fue sintiendo más cómoda mientras miraba como todos parecían estar en sus asuntos y la ignoraban, fue a bailar con su novio un par de canciones, era buena bailando y lo sabia pero el cansancio luego de unas canciones apareció y no sabía si era por el calor que había por tantos chicos o el pesos de los zapatos, le dolían los pies y quería quitárselos, pero si lo hacia todos notarían su estatura y todas las demás chicas llevaban zapatos más altos y no parecían casadas.

―Tengo calor podemos descansar.― casi gritó para que la oyera su chico, el asintió y salieron de la pista.

―Quédate aquí voy por unas bebidas.― le dijo mientras Azul se sentaba en una esquina.

Tuvo el deseo de sacarse los tacones, sentada nadie notaria su estatura y su edad real, pero no lo hizo por que vio a otras chicas observándola, se acomodo el vestido y las ignoro.

―Toma. ―él le dio una bebida amarrilla, la tomo y sintió algo amargo y feo pasar por su boca.

―¿Qué es esto?― escupió mientras las chicas que la habían estado observando un momento atrás soltaron una carcajada.

―Es cerveza.

―No me puedes dar esto soy menor, mucho menor.

―Amor, todos aquí los son y beben cerveza. ― sonrió y la abrazo. ―Y pues no quiero que mis amigos piensen que salgo con una niñita. ― tomo un sorbo de cerveza y siguió mientras se levantaba. ―No creo que encuentre algo diferente y sin alcohol aquí, así que si quieres te puedes ir.

Él se giro para irse pero Azul estiro su mano y lo tomó de la mano, él volteo a verla y ella le dio una sonrisa de disculpa. ―Lo siento es solo que sabe feo, no estoy acostumbrada a esto.

―Lo se, bebé. ―se acerco a ella y le beso la cima del cabello. ― Es solo la primera vez, ya la segunda sabe mucho mejor. ― la besó en los labios.

Y fue así que Azul se termino su primer vaso de cerveza, se estaba comenzando a sentir mareada cuando su novio la llevo a bailar de nuevo, poco a poco le fue dando más vasos de cerveza, el sabor iba cambiado t luego de el tercero ella ya no sentía fea aquella bebida.