Oberwolfach "Sueños de Verano"

REGALO CANCIONES

Jenny: Ya no podré asistir al Ballet, chicas.

Gina: ¿De qué hablas Jenny?

Anna: ¿Qué te sucede?

Jenny: Estoy embarazada y lo más probable es que también deje de ir a la escuela. Tendré una maestra particular.

Así tuviésemos infinitas cosas que decir al respecto, lo único cierto fue que todas las palabras se nos atascaron en la garganta ante aquella impactante confesión de Jennifer, que definitivamente no la esperábamos.

Jenny: Se lo que ambas están pensado y que mueren de ganas por regañarme pero no les servirá de nada porque ya está hecho. Además voy a casarme con Najib —Dijo enseñando orgullosa y sonriente su anillo de compromiso—

Anna: ¡No es cierto! —Exclamó incrédula tomando la mano de Jenny para echarle un mejor vistazo a su anillo—

Jenny: Lo es, nos casaremos este fin de semana.

Gina: ¿Qué? ¿Por qué tan pronto?

Jenny: ¿Cómo por qué? La panza se me notará pronto y no hay razón para esperar. En un par de días me uniré a mi hermoso Najib para siempre.

Michael: ¿Nos vamos bebé? —Irrumpió Michael quien había ido por el chal que olvidé en el salón de clases—

Gina: Gracias novio... ahí viene mi padre. Iremos con él.

Said: ¡Michael! Muchacho, eres un genio —Exclamó besando sus mejillas— ¡Barak allah fi hayatı!

Gina: ¿Qué dijo? —Pensé— Espero que nada malo.

Michael: Se ve feliz suegro —Dijo intentando disimular su infinita extrañeza ante esa actitud de mi padre—

Said: Mi esposa volvió a la casa. Mi hermosa Paula ya está conmigo de nuevo —Expresó lleno de felicidad— Eres un genio.

Michael: Pues me alegro que todo haya salido bien. Le dije que tenía mejores ideas luego de merendar —Sonrió—

Said: Veo que sí. Bien... hora de irnos. Al coche señoritas.

A orillas de un agonizante otoño, una media mañana de domingo 21 de noviembre, mi tío Najib y mi preciosa y alocada amiga Jennifer se casaron en la misma iglesia que mis padres. Heilig Kreuz pero a diferencia de aquella, esta fue una boda sencilla y casi secreta donde solo asistimos familiares y unos que otros amigos cercanos, debido a las distintas circunstancias, de esas que solo mi padre y Tobias Karpenko conocían más que nadie.

Jenny probablemente perdería muchas cosas por largo tiempo hasta que naciera su bebé, pero nada de eso la quebrantaba en absoluto. Ella sólo irradiaba felicidad y orgullo por haber obtenido aquello que tanto deseó alguna vez entre suspiros sin destino.

En cuanto a mi tío Najib, lo hubiera imaginado de mil formas menos de esa manera, contrayendo matrimonio, no con ninguna de esas rubias voluptuosas que traía cada verano para conocer a la familia y que yo tanto detestaba sino con una chica de un universo absolutamente paralelo a sus gustos habituales.

— Te amo mi niña hermosa. Desde hoy y para siempre serás la reina absoluta de mi corazón.

— Yo te amo más Najib, aún no puedo creer que estemos casados.

— ¿Por qué no? Puedo pellizcarte si quieres o mejor aún, morderte los labios —Susurró a su oído—

— Me gusta la segunda opción pero espera a que lleguemos a la casa —Sonrió jalándolo de una mano hacia la salida de la iglesia donde ya todos nos disponíamos a partir—

MANSIÓN DE BYFANG (RECEPCIÓN DE LA BODA)

— Madre, quita esa cara. Deberías estar feliz de que pequeño finalmente se desprenderá de tus faldas.

— Nunca les perdonaré esto ni a ti ni a tus hermanos.

— ¿No te agrada acaso la chica? Jennifer es una bendición en comparación a todas las zorras con las que ha salido mi hermano.

— No se trata de la chica, se trata de que me lo hayan ocultado.

— Mmm... ¿Segura que es eso, madre?

— Tú toda la vida hiciste lo que se te dio la gana, hijo al igual que Alex. Pero no mi pequeño, él no hacía cosas importantes sin hablarlo antes conmigo —Dijo echando lágrimas—

— ¡Lo sabía! —Exclamó negando con la cabeza— Madre, tú pequeño ya es un adulto que acaba de cumplir 32 años, mejor piensa en consentir a tu nieto y a tus nietas —La abrazó— Estás rodeada de pequeños reales y lo seguirás estando —Afirmó sonriendo—

— ¡Mein Gott! Con esa sonrisa creo que me borras todo el enojo, te ves muy contento mi amor.

— Lo estoy —Afirmó—

Pocas veces mi abuela Elwira podía disfrutar de minutos como esos junto a mi padre y verlo sonreír era un arte invaluable para ella, toda una rareza vista en su hijo mayor.

— Te amo hijo. Eres mi bebé gruñón —Dijo abrazándolo con besos en su mejilla—

— ¡Madre! Pronto nacerá Aurora y tendrás otra bebé a quien mimar, ya ninguno de tus hijos somos bebés.

— Debo empezar a planear como partirme en dos para Amalie y Aurora —Dijo en lo que mi padre lanzaba un suspiro muy probablemente pensando en cómo se pondría su madre al enterarse sobre el embarazo de Jennifer—

En el salón donde se llevaba a cabo el agasajo a los novios, unos músicos, ambientaban el lugar con canciones acústicas. Yo amaba aquello y siempre me decía a mí misma que si no se me hubiesen dado las cosas en el Ballet, me habría inclinado de lleno al canto.




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