Llegó el camión, saco dos de dos y dos de uno para pagar el camión, subo para ver a las mismas personas de siempre yendo a sus destinos de siempre, me pregunto que es lo que les motiva a repetir esta rutina tan constante día a día, tengo dos respuestas a esta cuestión; la primera es que no les queda de otra, es decir, solo hacen eso hasta el resto de sus vidas o la segunda que es ir por lo que quieren trabajando por ello todos los días hasta conseguirlo y cuando lo consiguen repetir otra rutina constante que les agrade más hasta el día de su muerte. Mi destino final está cerca, otra vez perdí mi tiempo divagando, menciono divagando porque nunca resuelvo tantas dudas que surgen a mi cabeza y es cierto que les doy varias respuestas ¡pero nunca me quedo con una! Siempre demasiadas respuestas me dejan muerto mentalmente, sentimentalmente y tristemente me causan problemas conmigo, ahora que me estoy bajando de mi bus camino a la escuela atrás de esa chica, tan seria, tan radiante, tan indiferente con su exterior, camina como camina alguien sin ganas, mira la calle como si estuviese abandonada, su cabello es tan oscuro como la noche, sus ojos color miel y su piel color papel. Llegando al salón para tomar clase encuentro a Fernando triste en la banca, me dijo que le terminaron siendo infiel y por ende había una ruptura amorosa, es curioso cuando estás pensando en algo y esa situación pasa, pero bueno, estuve consolándolo hasta terminar de clases, llegando a mi casa recibo la noticia de que mi madre ha muerto, todo es tan repentino y tampoco entiendo la manera en que las cosas pasan, me siento tan triste y tan devastado que no sé que hacer, no me siento preparado para esto, creo que nadie sabe que hacer, tengo que tomarme mis respiros.
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Editado: 23.09.2019